La reforma del Servicio Penitenciario Bonaerense se transformará en una de las grandes batallas de la gestión de María Eugenia Vidal. Su ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, presentará hoy en la reunión de gabinete el proyecto completo, que incluye modificaciones integrales en el sistema carcelario de la provincia. Nuevos penales, mejoras en la atención médica y en el plan nutricional, más talleres laborales, educativos, culturales y deportivos.
A grandes rasgos, la reforma que le presentará Ferrari al gabinete provincial en la reunión de hoy tendrá dos ejes. Son más de 20 páginas donde se detallan las modificaciones que se comenzarán a implementar a partir del mes que viene. Son dos grandes ejes de trabajo que incluyen cuatro grandes aspectos: condiciones sanitarias, reinserción, equipamiento técnico y profesionalización de la carrera penitenciaria.
El ministro de Justicia bonaerense hoy le presentará a Vidal el proyecto de reforma del SPB.
En materia sanitaria y de habitabilidad, el Gobierno bonaerense prevé el regreso del Hospital Penitenciario en el Penal de Olmos, con 60 nuevas camas, pero además con la puesta en marcha del quirófano que hace cuatro años no se utiliza. En este sentido, prevén nuevos espacios de atención médica en todas las cárceles bonaerenses.
Las autoridades pretenden avanzar en un Programa Integral de Fortalecimiento de Salud Penitenciaria, que incluirá la incorporación de médicos, enfermeros y equipamiento para todos los complejos penitenciarios.
La alimentación es otra de las claves del proyecto que tienen en mente en el Ministerio de Justicia bonaerense. En el último año prácticamente no existió el postre en las cárceles, y tanto la fruta como la carne habían sido eliminadas de las dietas. Ahora, quieren lanzar un menú más equilibrado, donde se sumen alimentos. Incluso, no descartan realizar un plan de viandas, preso por preso.
Alimentos sanos y un hábitat saludable: así quieren que sean las cárceles bonaerenses.
EVITAR EL HACINAMIENTO
La sobrepoblación carcelaria no es una novedad. Desde hace años que las cárceles están sobrecargadas. Por eso, el gobierno de Vidal sumará unas 2.000 plazas por año. El objetivo es acondicionar nuevos espacios, para lo que será necesario tejer acuerdos con intendentes.
Además, se crearán dos prisiones nuevas: una en Campana, con capacidad para 216 reclusos, que estará en marzo; y otra para Lomas de Zamora, para 316, terminada en octubre de 2017. El programa incluye también la construcción de otras cinco alcaidías. Las capacidades se irán duplicando por medio de ampliaciones edilicias.
En la Provincia habrá dos nuevas cárceles. Se inaugurarán en marzo y octubre de 2017.
Por otro lado, habrá mejoras edilicias en todas las cárceles de la Provincia. Entre las obras, se encuentra el acondicionamiento de nuevos espacios: calefacción, puertas de emergencia, colchones ignífugos e incorporación de agua potable son algunos de los aspectos que se tomarán en cuenta.
REINSERCIÓN LABORAL PARA LOS PRESOS
Las autoridades bonaerenses quieren que la cárcel deje de ser la “universidad del delito”. Para eso, habrá un censo de nivel educativo, se brindarán talleres de todo tipo y habrá programas de formación superior. El objetivo es sumar nuevas tecnologías a la educación en la cárcel.
La herencia en materia carcelaria tampoco es menor en este sentido. En la provincia dicen que no hubo mantenimiento adecuado en las 28 panaderías que funcionan en las cárceles, así como se desmantelaron los talleres de chapa, pintura y herrería. También se cerró la fábrica de fideos que había en el penal de Olmos.
Los talleres y la panadería serían reactivados por la nueva gestión.
El objetivo es que se reactiven esos proyectos. Habrá panaderías en las cárceles de Olmos, Mar del Plata, Florencio Varela y Mercedes, y se reequiparán unos 30 talleres. Además, habrá mayor actividad deportiva: sumarán nuevos profesores, ya que en la actualidad hay uno cada 266 reclusos. Las autoridades comprarán además material para la práctica deportiva: pelotas de fútbol, rugby, vóley, redes, juegos y mesa y colchonetas.
LA REFORMA TAMBIÉN ALCANZA AL PERSONAL
Entre los ejes de la reforma se encuentra un aspecto que podría ser clave: la mejora en la capacidad profesional de los efectivos del Servicio Penitenciario Bonaerense. Quieren capacitarlos más, de manera constante y mejorar la carrera penitenciaria. Así, apuntan a lograr mayor transparencia y combatir la violencia institucional.
Las mejoras de los agentes incluirá una reforma del régimen disciplinario. Habrá nuevas sanciones, como la de corrupción. Según se destaca en el proyecto, el objetivo es “terminar con los pactos de gobernabilidad entre los penitenciarios y los detenidos".
Los agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense serán capacitados y tendrán beneficios.
Por otro lado, pretenden incorporar nuevas herramientas tecnológicas. En el Ministerio de Justicia señalan que los penitenciarios no contaban con las herramientas necesarias para llevar a cabo su trabajo. Por eso los proveerán de chalecos, cascos, armas, municiones y candados. Además, incorporarán 78 vehículos para traslados, 10 ambulancias y cámaras digitales. El plazo, para este eje, será el mes de diciembre próximo.
Así, el gobierno bonaerense avanza en la reforma del Servicio Penitenciario que quedó antiguo. En el relevamiento realizado comprobaron que la mayoría de las computadoras son de 2004, y que no hay registros digitalizados. Por eso, esperan a que haya control biométrico para acceder al penal. Además, quieren que todas las cárceles estén conectadas, compartan información y puedan realizar un “mapa de plazas” y un monitoreo permanente de lo que ocurre al interior de la cárcel.