El viaje de Mauricio Macri a Davos, para participar del Foro Económico Mundial, dejó a Gabriela Michetti a cargo del Ejecutivo hasta tanto él regrese de Suiza. Sin embargo, y si bien hoy encabezó junto a Federico Pinedo una reunión clave para la estrategia y el armado del Gobierno en el Congreso, aseguran que, fiel a su bajo perfil, continuará con su rutina habitual de trabajo, focalizándose especialmente en el coordinación parlamentaria.
Junto a Pinedo, Michetti encabezó una reunión con Frigerio, Monzó y Massot.
“Ella va a cuidar el rol presidencial, por supuesto. Pero siempre con perfil bajo, no va a salirse de su rutina, salvo que estos días el Presidente le pida algo en particular”, le aseguraron a Clarín fuentes cercanas a la ex senadora.
Además, sus allegados remarcaron que la agenda de los próximos días de la vicepresidenta no cambió sustancialmente. “Tendrá audiencias por cuestiones parlamentarias, como estaba previsto antes del viaje del Presidente”, detallaron.
En tal sentido, el rol de Michetti se contrapone al aislamiento forzado al que estaba confinado Amado Boudou en la última etapa del Gobierno de Cristina Kirchner, a partir de su situación ante la Justicia.
La idea es que Michetti tenga más protagonismo que el que tenía Boudou.
De hecho, desde el Gobierno confirmaron que ella no recibió ninguna orden del jefe de Estado. “Gabriela tiene total libertad. Si se queda en el Senado es sólo porque todavía no tiene su despacho armado en Casa Rosada”, explicaron.
A tal punto tiene un protagonismo totalmente diferente Michetti con respecto a su antecesor en el cargo que el lunes, cuando regrese Macri de Davos, ella partirá rumbo a Chile para entrevistarse con la presidenta Michelle Bachelet, con el titular del Senado trasandino, Patricio Walker Prieto y un grupo de legisladores.
La vicepresidenta viajará el lunes a Chile para reunirse con Bachelet.
Sin embargo, para eso habrá que esperar algunos días. Por lo pronto, hoy estrenó su cargo recibiendo junto a Pinedo al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, al titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó y al jefe de la bancada del PRO en la Cámara Baja, Nicolás Massot.
Ellos conforman, junto al viceministro del Interior, Sebastián García de Luca, el equipo de dirigentes que pensó Macri para el armado parlamentario y la articulación con gobernadores y legisladores.
La duda del Gobierno pasa por la posibilidad de convocar o no a sesiones extraordinarias en febrero para tratar los pliegos de los jueces de la Corte y el avance en un acuerdo con los fondos buitre.
La idea era hacer un punteo de las promesas de apoyo -hasta ahora virtuales- que el oficialismo recibió en privado a lo largo de las diversas reuniones. Y, si bien el camino aparece más difícil en el Senado, la visita de Miguel Pichetto a la Casa Rosada, sumado al fluido vínculo que tienen tanto Michetti como Pinedo con el jefe del bloque del FPV le da confianza al Gobierno.