Todo comenzó con algunas declaraciones al voleo, reclamos y chicanas que fueron en aumento rápidamente. Los cierto es que el presidente Mauricio Macri se vio enfrascado en las últimas horas en una sorpresiva polémica con el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, a quien acusó de no asumir responsabilidades y echarle la culpa a la Nación. Pero hay más en el fondo de la olla.
Macri acusó a Lifschitz de tener "poca vocación de coordinar y trabajar en conjunto".
"Lamentablemente nosotros hemos tenido una muy buena actitud, pero hasta ahora el gobierno de la provincia ha tenido poca vocación de coordinar y trabajar en conjunto. Siento que, en vez de buscar trabajar en equipo, ellos prefieren no asumir responsabilidades y echarle la culpa al Gobierno nacional", disparó el mandatario contra la administración socialista, consignó DyN.
La respuesta del otro lado no se hizo esperar. "Estoy sorprendido. Es una expresión desafortunada, una de las tantas que viene teniendo el presidente", se defendió Lifschitz.
Otros tiempos, Macri y Lifschitz fundiéndose en un abrazo.
En la Casa Rosada dan forma a la sorpresiva ofensiva de Macri contra el gobernador santafesino. "Lifschitz viene acá y nos llena de elogios acerca de lo diferente que es ahora el trato con las provincias, que nunca vinieron tantas veces en tan poco tiempo y que los fondos que necesitan están. Pero cuando vuelve a su provincia nos mata a críticas, hablando permanentemente mal del Gobierno. Una, dos hasta tres veces el presidente lo banca, pero más no y eso es lo que pasó", comentan en el entorno del mandatario.
Por eso no fue casual que los dardos del mandatario hacia Lifschitz se hayan vertido en el canal Tres de Rosario. En el oficialismo sostienen que cumplieron con creces con el envío a Santa Fe de obra pública y aluden a cuestiones políticas esa constante diferenciación. "No entendemos la sobreactuación del gobernador de Santa Fe. Una cosa es en época de campaña pero ahora, donde todos debemos gestionar, no se entiende", expresaron.
Desde el oficialismo sostiene que cumplieron con creces con la obra pública en Santa Fe.
Fuentes del PRO de Santa Fe señalaron en forma lapidaria que "el socialismo tiene mas de kirchnerismo que del socialismo de otra época" y que "el problema del narcotráfico no es casual".
En ese marco, también debe padecer un divorcio express por parte del radicalismo, ya que a nivel provincial una parte del partido integrará las listas de candidatos a legisladores nacionales por Santa Fe junto al socialismo.
El Gobierno acusó a Lifschitz de elogiarlos primero y después "matarlos a críticas".
"Una cosa es el frente provincial con los socialistas y otro el nacional. Nosotros no podemos ser opositores del gobierno nacional que integramos", gritó un dirigente radical.
La estrategia socialista de buscar una alianza con algún sector del peronismo choca con la realidad del principal dirigente del PJ en esa provincia, Omar Perotti, que actualmente es senador y no competirá en el 2017, ya que su expectativa pasa por la elección a gobernador del 2019.