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Cómo y por qué De Vido llegó al juicio oral por la mayor tragedia ferroviaria del país

Fue excluido del primer juicio, en el que condenaron a ex funcionarios y empresarios por la tragedia de Once. Hoy fue sentado en el banquillo de los acusados por primera vez.

27 Septiembre de 2017 08:44
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Cuando el Tribunal Oral Federal N° 2 condenó en diciembre de 2015 a varios ex funcionarios y empresarios por la tragedia de Once, hubo un dato que le robó la tranquilidad a Julio Miguel De Vido, el ex ministro de Planificación de la era K: los jueces pidieron que se investigue su responsabilidad en la mayor tragedia ferroviaria de la Argentina, donde murieron 52 personas y hubo más de 700 heridos.

Finalmente hoy comenzó el juicio a De Vido en la sala AMIA de los tribunales federales de Comodoro Py, en el expediente por estrago culposo y administración fraudulenta, por el cual podría recibir hasta 11 años de prisión. El resultado quedó a la vista cuando el 22 de febrero de 2012 a las 8:32 el tren Chapa 16 del ferrocarril Sarmiento impactó contra la estación de Once.

De Vido, junto a su abogado designado apenas días atrás, Maximiliano Rusconi.

Pero De Vido no fue incluido en el primer juicio, como parte de una estrategia judicial. El primer fiscal de la causa, Federico Delgado, pretendía avanzar sobre la responsabilidad penal del por entonces poderoso ministro. Así se lo solicitó en marzo de 2012 al juez Claudio Bonadio, a cargo del expediente.

Sin embargo, De Vido fue excluido y no fue sentado en el banquillo de los acusados en el juicio por el que se obtuvieron condenas en diciembre de 2015. Sí transitaron por Comodoro Py los ex secretarios de Transporte de la era K, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, autor de la tristemente célebre frase “Si ocurría ayer hubiera sido una cosa mucho menor”, en referencia al caudal de pasajeros que viajaba en la formación del Sarmiento, y basada en que el día anterior había sido feriado.

Fuera de foco, el ex ministro. Detrás, los familiares de las víctimas. 

También se condenó a los empresarios Sergio Claudio Cirigliano y Ángel Cirigliano, de la concesionaria TBA, y al motorman Marcos Antonio Córdoba, a tres años y medio. Como las condenas no están firmes, ninguno está en prisión, a excepción de Jaime, aunque es por vinculaciones en otra causa.

El motivo de la exclusión de De Vido en ese primer expediente era muy concreto: no había pruebas suficientes para incluirlo. El ex ministro y actual diputado por el Frente para la Victoria quedó afuera por decisión del juez: “Si empezamos a buscar las pruebas que lo vinculen en esta causa vamos a tardar dos o tres meses más en elevar la causa a juicio oral”, dijo Bonadio por entonces.

Chapa 16. La formación del Sarmiento que el 22 de febrero de 2012 impactó contra la estación de Once.

Tanto las querellas como el fiscal y el juez estaban convencidos de que durante el primer juicio se recolectarían las pruebas suficientes para avanzar sobre De Vido. “Se avanzó dejando su figura de lado, sabiendo que con la prueba que se produciría en un primer juicio surgiría a la luz la realidad de cómo era el movimiento administrativo y el grado de responsabilidad y conocimiento que tenía De Vido, a pesar de no haber firmado actos administrativos”, explicó tiempo atrás Leonardo Menghini, abogado de una de las querellas y tío de una de las víctimas.

Las pruebas para llevar a De Vido a juicio oral, en efecto, surgieron de las audiencias del primer juico que comenzó el 18 de marzo de 2014. “Dije que si las pruebas estaban, saldrían en el juicio. Por eso, temporalmente lo dejé al margen”, explicó Bonadio meses atrás en una entrevista con Radio con vos. En una de las audiencias, Schiavi fue claro: “La autoridad de aplicación es el ministro y no el secretario”.

De Vido, en plena defensa, ayer durante la sesión en el Congreso.

Eufórica defensa en diputados, cuando querían expulsarlo de la Cámara por inhabilidad moral.

Con toda la prueba recolectada, Bonadio procesó a De Vido el 10 de mayo de 2016. También incluyó al ex titular de la Unidad de Renegociación de Contratos, Jorge Simeonoff; y a Silvia Emilse López, de Cometrans, compañía de los Cirigliano. Ese día, además, definió embargos por 600 millones de pesos. Meses después, en septiembre del año pasado, el magistrado los envió a juicio oral.

No fue el único. Otros ex funcionarios, empresarios y organismos de control también señalaron por el mal manejo de subsidios para el sistema ferroviario al poderoso ex ministro, que esta mañana y por primera vez en toda su vida se sentó en el banquillo de los acusados, en una causa en la cual podría recibir hasta once años de prisión.

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