Mauricio Macri eligió Tucumán para conmemorar el día de la Independencia, aunque evitó concurrir al Tedeum donde el rechazo al proyecto de despenalización del aborto copó la homilía. "Toda vida vale, no hay sobrantes en la Argentina", dijo el arzobispo provincial Carlos Sánchez.
Acorde avanza el debate en el Congreso, la Iglesia endurece sus críticas contra la legalización del aborto. Así lo manifestó el arzobispo durante el Tedeum en la Catedral en Tucumán, por el Día de la Independencia. "Es la muerte de un inocente, de un niño y de un argentino", dijo ante la vicepresidenta Gabriela Michetti, quien fue la elegida para representar al gobierno nacional.
Carlos Sánchez, en el Tedeum por el día de la Independencia.
Sucede que a Macri la Iglesia no le perdona que haya dado luz verde para que un proyecto como ese sea llevado a debate, por lo que el mandatario prefirió evitar cualquier tipo de enfrentamiento.
El arzobispo habló del "valor inalienable de la vida" como "un derecho que tiene todo argentino". Y reafirmó tajantemente: "Toda vida vale. Todo hombre es importante. No hay sobrantes en la Argentina. Nos toca edificar desde la promoción de la vida".
Gabriela Michetti fue la representante del Gobierno durante el Tedeum.
A su vez, el religioso eligió recordar que en el Congreso de Tucumán de 1816 sesionó por primera vez en "una modesta y típica casa colonial cedida por una familia patricia". "¿Qué lindo, no? La declaración de la Independencia argentina en una casa de familia, en la casa de Tucumán. Qué signo hermoso, porque es el signo del hogar, de dónde nace la vida, donde vive una familia. Estamos llamados a ser familia en nuestra patria argentina, donde todos se sientan incluidos y escuchados, defendidos en sus derechos y comprometidos en sus deberes", dijo destacando la estructura familiar.
Por su parte, el titular de la Conferencia Episcopal Argentina monseñor Oscar Ojea dijo en la "Misa por la vida" celebrada en Luján que la propuesta, de convertirse en ley, "legitimaría la eliminación de un ser humano por otro ser humano".
Oscar Ojea también dedicó su homilía contra el aborto.
La vida "es puro don de Dios, y nosotros no somos sus dueños" y llamó a buscar soluciones nuevas y creativas" para que ninguna mujer "busque recurrir a un desenlace que no es solución para nadie".