18 Septiembre de 2016 19:43
“Argentina tiene que abrirse al mundo”. Ese fue uno de los principales lemas de la campaña que llevó a Mauricio Macri a la presidencia. Y el mandatario cumplió: en los 283 días que lleva su gestión, 37 fueron invertidos con viajes al extranjero. ¿Los objetivos de la agenda internacional del mandatario que llegó hoy por tercera vez en menos de un año a Estados Unidos? Misiones diplomáticas y cumbres empresariales para buscar inversiones.
El presidente y la primera dama tras aterrizar este mediodía en Nueva York.
El primer viaje al exterior de Macri tuvo lugar sólo seis días antes de su asunción, el 10 de diciembre de 2015. Acompañado por su ahora canciller, Susana Malcorra, y por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el por entonces presidente electo eligió dos destinos clave para la reubicación del país en el mapa regional: Brasil y Chile.
Fue una “escapada exprés” de un solo día, pero le valió una de las primeras postales fuertes de su gestión: el apretón de manos con Dilma Rousseff, ex aliada de Cristina Kirchner y por entonces presidenta de una de las potencias más grandes del Mercosur.
El presidente se reunió con Rousseff antes del juicio político.
Ese mismo viernes, Macri y su comitiva volaron directo a Santiago de Chile. Cenaron en el Palacio de la Moneda con la presidenta Michelle Bachelet y minutos antes se encontraron casi de casualidad con el mandatario uruguayo, Tabaré Vázquez, quien se había reunido con su par chilena sólo horas antes.
Cenó en el Palacio de la Moneda de Chile con Bachelet y Tabaré Vázquez.
La asunción presidencial contó con la presencia de casi todos los mandatarios regionales. El único que le dio la espalda fue Nicolás Maduro, quien se excusó y envió a un diplomático de la embajada venezolana en la Argentina. ¿El motivo? Macri ya había anunciado que pediría por la libertad de los presos políticos en la cumbre del Mercosur que tuvo en lugar en Asunción del 21 al 22 de diciembre y que se convirtió en su primer viaje oficial.
Luego de su paso por Paraguay, el mandatario viajó el ocho de enero a Uruguay para reencontrarse con Tabaré. La reunión tuvo lugar en la ciudad de Colonia y ambos presidentes se comprometieron a “buscar el mejor relacionamiento posible” y formalizar acuerdos para dinamizar la actividad portuaria, la importación de gas y el control ambiental.
Macri se reencontró con Tabaré en Colonia: hablaron de energía y actividad portuaria.
Después de cuatro destinos regionales, Macri sacó pasajes para él y su comitiva (que incluyó por primera vez a la primera dama, Juliana Awada) en el vuelo comercial 237 de Air France, pero en business. ¿El destino? Suiza, para asistir al Foro Económico Mundial de Davos.
Fueron cinco días de una agitada agenda empresarial, pero que también le regaló al presidente la oportunidad de dos acercamientos diplomáticos. Primero se reunió con el por entonces Primer Ministro británico, David Cameron. “Fue una reunión muy linda”, reconoció ante la prensa mundial que cubría con sorpresa la aproximación de dos países con una delicada relación tras la Guerra de Malvinas.
David Cameron, por entonces Primer Ministro británico, y Macri en Davos.
Pero Suiza también le dio a Macri otra gran postal para su álbum diplomático: Joe Biden, vicepresidente de Estados Unidos. El diálogo fue buena y aceitó la visita de Barack Obama, quien viajó al país tras diez años de heladas relaciones con la Argentina.
El encuentro con Joe Biden, vice de Obama, aceitó la visita del presidente de EEUU al país.
Las millas presidenciales volvieron a subir en febrero, cuando viajó el viernes 25 junto a Awada para reunirse dos días más tarde con el Papa Francisco en el Vaticano. “Fue muy emocionante”, destacó el presidente y disipó así los rumores de una mala relación entre su gestión y el ex Sumo Pontífice. Fueron tres días más de estadía en el Viejo Continente.
El Papa Francisco recibió al matrimonio presidencial por 22 minutos en el Vaticano.
El 29 de marzo, sólo una semana después de la visita de Obama al país, Macri y su comitiva volvieron a hacer las valijas y se subieron a un vuelo comercial de American Airlines. ¿El destino? Washington. Ambos mandatarios volvieron a saludarse en el marco de la Cumbre de Seguridad Nuclear que tuvo lugar en la capital estadounidense.
Macri volvió a saludarse con Obama durante la Cumbre de Seguridad Nuclear en Washington.
En junio sería el turno de Colombia, país al que viajó el 14 de junio, una semana después de que la Alianza del Pacífico aprobara en México la inclusión de la Argentina como observador del bloque económico. En su estadía de cinco días, se reunió con Juan Manuel Santos y participó del Foro Económico Mundial de Medellín.
Una semana después, el presidente viajó pasadas las 10.30 desde Aeroparque a bordo del Tango 10 a El Tepual de Puerto Mentt, Chile. ¿El motivo? Participar de la Cumbre de la Alianza del Pacífico y aprovechar la ocasión para volver a encontrarse con Bachetel, Santos, Enrique Peña Nieto, Ollanta Humala y empresarios regionales.
Tras dos viajes latinoamericanos, Macri volvió a Europa. Acompañado por Awada, partió el primero de julio para una gira de seis días que los llevaría por Francia, Bélgica y Alemania. Tras cumplirla con éxito, la pareja hizo una escala en Estados Unidos para participar de las celebraciones por el 4 de julio, día de la independencia del país del Norte. Fue su cuarto acercamiento a Obama en ocho meses de gestión.
Ese mismo mes, Macri cumplió con la agenda y emprendió viaje el 27 a Perú para participar de la asunción de presidencial de Pedro Pablo Kuczynsk. Regresó en el día, porque tenía dos otras reuniones clave que aguardaban en la Argentina: una con el emir de Qatar, Tamim Bin Hamad Al Thani, y otra, por la mañana siguiente, con el presidente mexicano.
Participando en la asunción de @ppkoficial
La siguiente escala presidencial tuvo como destino Brasil. Ya sin Dilma al mando, el mandatario argentino aprovechó la inauguración de los Juegos Olímpicos para reunirse con el todavía presidente interino, Michele Temer. Se quedó tres días en Río y se mostró junto a Awada.
El presidente aprovechó la inauguración de Río 2016 para felicitar a Temer.
En agosto llegó la gira más larga para Macri. El último día del mes partió rumo a Qatar, para concretar, tras su reunión con el emir, una serie de reuniones clave para potenciar las inversiones en el país y conseguir los dólares todavía faltantes. Permaneció junto a su comitiva tres días.
"Continuamos avanzando en el diálogo respecto de la cuestión energética, el tema agroalimentos y el desarrollo de diversos proyectos", describió el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo.
China. Con los monjes budistas en el Templo Lingyin.
Tras la escala, la comitiva llegó a China. Allí, el presidente mantuvo seis reuniones bilaterales con jefes de Estado (dentro de los que se destacó la de Vladimir Putin), participó de un encuentro con los empresarios de los países más poderosos del mundo y de la cumbre del G-20, en Hangzhou.
Tras una escala estratégica en San Francisco, el presidente aterrizó el seis de septiembre en el sector militar de Aeroparque y partió directo directo a Olvios donde, pese a haber reconocido que estaba “muy cansado”, mantuvo una reunión con el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger.
Llegó hoy a la Gran Manzana. El martes dará un discurso en la ONU.
¿El último destino presidencial? Macri y Awada aterrizaron este mediodía en Nueva York para participar de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La agenda incluye, además, la participación de un seminario que tendrá lugar mañana en la Bolsa de Wall Street y hará foco en la Argentina. Del encuentro organizado por el diario británico Financial Times también participarán Peña, Alfonso Pray-Gay, petroleros argentinos y ejecutivos financieros.
