14 Junio de 2015 05:12
En una elección de gran impacto a nivel nacional, la provincia de Santa Fe elige su nuevo gobernador. Y su importancia no sólo reviste en que podría macar una tendencia de cara a las presidenciales de octubre, sino porque el marco eleccionario tendrá condimentos adicionales luego de las irregularidades detectadas en las PASO.
Propuestas y proyectos bien definidos. Los santafecinos eligen su próximo gobernador.
Los santafecinos deberán optar entre cinco fórmulas. Los principales contendientes son el candidato del Frente Progresista Cívico y Social, Miguel Lifschitz y el candidato del PRO, Miguel Del Sel. En tanto, el Frente Para la Victoria buscará dejar bien parado al kirchnerismo con Omar Perotti, Oscar “Cachi” Martínez representará al Frente Renovador y Octavio Crivaro hará lo propio por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores.
Para garantizar transparencia en el proceso, el gobierno de Santa Fe incluyó veedores externos que controlarán el correcto desarrollo de las elecciones generales. La decisión de incorporar mayores controles se fundamenta en las irregularidades que se registraron en las PASO, elección en la que hubo más de 245.000 votos no contabilizados.
Escándalo. En las PASO hubo casi 250 mil votos no contabilizados.
Además se pagarán 800 pesos a las autoridades a cada mesa de votación y participarán organizaciones no gubernamentales nacionales e internaciones.
El candidato de Mauricio Macri busca revancha luego de haber sido derrotado por un pequeño margen en 2011, y el postulante del socialismo buscará revalidar los títulos del Frente Cívico y Social que gobierna la provincia en alianza con los radicales desde hace casi ocho años.
Para ganar, Lifschitz necesita obtener un mejor resultado que en las PASO de abril, en las que el Frente Progresista quedó en segundo lugar a casi 4.000 votos de Del Sel. Si quiere llegar a la Casa Gris, el ex Midachi necesita ampliar su cosecha de la interna.
Por su parte el kirchnerista Omar Perotti, que obtuvo un interesante número en las PASO tras alcanzar el 22% de los votos, aspira aumentar su caudal y dejar bien parado al gobierno nacional.