Las tensiones entre la Unión Cívica Radical y el PRO tienen una fecha de definición. El 17 de marzo se llevarán las elecciones internas de precandidatos a gobernador en la provincia de Córdoba y ese votación determinará si la disputa se intensifica o si se termina de cerrar cualquier posibilidad de una PASO presidencial.
Cornejo, Macri, Larreta y Morales en uno de los últimos encuentros que mantuvieron.
Tal y como contó este medio, el radicalismo, comandado principalmente por su presidente, el gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo, y por el ex ministro de Interior y operador político, Enrique “Coti” Nosiglia, apunta a disputar la presidencia de la Cámara de Diputados que dejará, si no hay modificaciones, el diputado nacional Emilio Monzó cuando asuma como embajador argentino en España.
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Esa misión de la UCR, que busca ese cargo para Cornejo, hizo que se lleve adelante el “operativo inflador” con el actual diputado nacional y ex ministro de Economía, Martín Lousteau, que públicamente habló de la necesidad de competir en una PASO contra el presidente Mauricio Macri en agosto.
Lousteau participó de la gira por Asia junto a la comitiva oficial.
¿Pero por qué la importancia de una interna en Córdoba si se habla de una cuestión nacional? Simple; a fines del año pasado la Casa Rosada ungió como candidato a gobernador de Cambiemos para esa provincia al actual titular del interbloque en Diputados, Mario Negri, sin consultar al radicalismo al cual incluso este pertenece.
Mestre y Negri se verán las caras en la elección del 17 de marzo.
En represalias, y a modo de darle un nuevo giro a la discusión, el radicalismo lanzó al intendente de Córdoba, Ramón Mestre, como precandidato también y además le sumó una “chicana” directa al jefe de Gabinete Marcos Peña. El compañero de fórmula de Mestre es el yerno de Oscar Aguad y ex titular de Arsat, Rodrigo De Loredo.
De Loredo era la apuesta de Peña para la intendencia de Córdoba por su perfil ya que además de su juventud todavía circula por las redes un discurso bajó la prédica de “háganse cargo” en donde hace un breve recuento de la mayoría de años que el peronismo gobernó el país y la falta de autocrítica ante los problemas estructurales.
“Si la interna la gana Negri se baraja de nuevo y se sienta a charlar, pero si la gana Mestre es el primer paso para una interna presidencial”, graficó un importante dirigente radical. Macri sabe de esta situación y por eso aguarda a ver el desenlace; los pedidos de una decisión ya le llegan por doquier y hacen que varios de los principales dirigentes de Cambiemos tengan que salir a poner paños fríos en el asunto.
El Coti Nosiglia es uno de los encargados de llevar adelante el operativo de las internas presidenciales en la UCR.
"Para nosotros hay un líder del espacio político de Cambiemos que es el presidente Macri, que ya anunció que va a ir por la reelección. Además, no hemos tenido, por lo menos hasta ahora, requerimientos para analizar o debatir alternativas en este sentido", expresó el lunes el ministro de Interior, Obra Pública y Vivienda, Rogelio Frigerio en Casa de Gobierno.
Frigerio fue uno de los encargados de salir a marcar la cancha.
“Hasta las internas en Córdoba no va haber ninguna definición, se puso todo en stand by digamos. Lo que sí nos compramos un problemas nosotros mismos en un distrito clave para las aspiraciones de reelección”, se sinceró uno de los armadores nacional de Cambiemos visiblemente enojado por algunas decisiones que se toman en el despacho de Peña.
En la UCR también hay planteos diversos con respecto a cómo se debe seguir en esta disputa. Todos aceptan que el fin será, seguramente, con una conversación entre Cornejo, Nosiglia y el propio Macri en donde se pondrán blanco sobre negro con las chances y espacios que tendrá el radicalismo. “Todos estamos en el mismo barco pero es un barco que puede llevarte a un problema si naufraga”, afirman en el partido centenario en donde quieren tener más presencia en la Ciudad, en la provincia de Buenos Aires y en la Nación.
Mientras tanto el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en vistas a lo que espera que sea la catapulta para su campaña presidencial en 2023 ya comenzó a tender puentes con todos los sectores del radicalismo. Su idea es avanzar a tener también, dentro de Cambiemos, un espacio marcado socialdemócrata en donde el rol de Lousteau y el de la UCR porteña, por más que digan que hay temores y se encuentran enfrentados, será de importancia.