06 Marzo de 2016 12:03
La escena era la peor. El ex presidente de Brasil, Lula Da Silva, era llevado a declarar a la fuerza por la Policía Militar en el marco de la investigación por el escándalo de corrupción de Petrobras. Un retrato temido para Cristina Kirchner, que ve en los hechos producidos en el país vecino una imagen de lo que podría ocurrirle en su propio país.
Cristina podría atravesar una situación judicial similar a la de Lula.
Al igual que que Lula, Cristina es investigada en Argentina, en su mayoría, por defraudación al Estado, incumplimientos de los deberes de funcionario público y también enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. La ex Presidenta tiene en su haber al menos 50 denuncias que se convirtieron en causas penales que aún están en trámite.
Lula es investigado por el escándalo de corrupción de Petrobras.
Sin embargo, tal como le ocurrió al ex jefe de Estado brasileño, investigado por el desvío de millonarios fondos de la petrolera estatal, CFK debe afrontar dos causas que pueden complicar su escenario judicial: Hotesur y la venta de dólar a futuro. Incluso, de pasar al fuero federal, Cristina podría llegar a ser citada a declarar como testigo en la causa que investiga la muerte del ex fiscal Alberto Nisman.
La causa Hotesur, la más compleja en el frente judicial de Cristina.
En el caso de la investigación que reza sobre los hoteles de la familia presidencial, Cristina está siendo investigada por supuesto lavado en la que la Justicia intenta determinar si existió una operatoria de la familia Kirchner con los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López para ese fin. En este caso se dieron a conocer facturas por habitaciones que nunca fueron utilizadas.
La situación judicial de Cristina empeoró tras el cambio de Gobierno.
La situación para CFK se complicó aún más luego de que el juez federal Daniel Rafecas se declaró incompetente al considerar que las supuestas maniobras de lavado deben ser investigadas por su colega Julián Ercolini, quien tendrá que decidir si continúa la investigación. La oposición denuncia que no puede seguir demorándose la citación a la ex Presidente.
Vanoli, removido de su cargo en el Banco Central, lleve adelante la operatorio que ordenó CFK.
La causa vinculada a la venta de dolares a futuro también preocupa a Cristina, quien fue citada a indagatoria por el juez Claudio Bonadio. El magistrado basó su decisión al señalar que el Banco Central (BCRA) debió afrontar sumas millonarias por la medida impulsada por el ex presidente de la entidad, Alejandro Vanoli, a quién también citó a indagatoria junto al ex ministro de Economía, Axel Kicillof. Cristina deberá declarar el 13 de abril próximo.
La oposición entiende que la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, es quien frena el avance de estas causas, al menos hasta que permanezca en su cargo. Es la única funcionaria cercana al ex gobierno que no dejo su labor tras la llegada de Macri al poder.
Nisman, otro dolor de cabeza para CFK. Podría declarar como “testigo”.
Hace dos semanas, el fiscal Gerardo Pollicita dio curso a la acusación contra Cristina por el supuesto encubrimiento de iraníes en la causa AMIA que denunció el fiscal Alberto Nisman horas antes de su muerte. En ella también están implicados Timerman, Larroque, D'Elía y Esteche.
En la causa que investiga el fallecimiento de Nisman, la ex presidente podría ser llamada a declarar como testigo por los datos e información que brindó en su blog luego de conocerse la muerte del fiscal. Buscan determinar cómo accedió a esa información incluso antes que los investigadores. La querella encabezada por la jueza y ex esposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, pronunció su reiterado deseo de ver a Cristina comparecer frente a la Justicia.
Por ahora Cristina teje su estrategia para enfrentar la indagatoria a la que será sometida el 13 de abril próximo por el juez Claudio Bonadio. Claro que la noticia de Lula no cayó nada bien por el Calafate.