20 Diciembre de 2024 09:33
El Gobierno del presidente Javier Milei vivió ayer un nuevo episodio de alta tensión que amenaza con marcar un punto de quiebre definitivo en la ya frágil relación entre la vicepresidenta Victoria Villarruel y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. La polémica surgió a raíz de una respuesta en la red social X que Villarruel publicó sobre el caso del gendarme Nahuel Agustín Gallo, quien lleva dos semanas detenido en Venezuela bajo acusaciones de espionaje por parte del régimen de Nicolás Maduro.
En su mensaje, la la presidenta del Senado aseguró: "Jamás habría autorizado a un gendarme a ir a Venezuela. Lo que está ocurriendo es la consecuencia tristemente obvia, pero como no soy del área de seguridad, no opino de las sanciones y acciones que se debieran tomar. Slds". La declaración, que fue eliminada minutos después, generó una ola de indignación tanto en el entorno gubernamental como en la opinión pública. De hecho, Vicky fue calificada como inoportuna y falta de sensibilidad.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no tardó en responder. En un mensaje público dirigido a Villarruel, calificó de "vergonzoso" el uso del caso Gallo para fines políticos: "Sra. Vicepresidente: resulta vergonzoso que utilice a Nahuel Gallo para juntar likes, y además elimine el tuit cuando la repercusión no es la esperada. Es claro que usted habla con total desconocimiento de los canales y mecanismos administrativos que rigen en el marco de la Gendarmería Nacional".
También acusó a Villarruel de oportunismo y desinformación, y la instó a enfocarse en asuntos de su ámbito, como frenar el aumento de dietas en el Senado, cuyos salarios pasarían ene enero de 4,5 a más de 9 millones y además cobrarían medio aguinaldo correspondiente a la "dieta 13". La ministra, visiblemente molesta, declaró en LN que están "en una crisis de seguridad nacional, nos han secuestrado un gendarme, y en vez de preocuparse por qué hacer, se preocupa por intentar echar culpas".
De acuerdo con Bullrich, la controversia también llegó al presidente Milei, quien -aseguró- le expresó su descontento a través de mensajes indirectos y en conversaciones privadas con ella. "Siente que el país entero está ocupado en qué vamos a hacer para traer de vuelta a nuestro gendarme y ve esto y se indigna", reveló la ministra. Según explicó, el mandatario ve cómo las tensiones internas complican su gestión más allá de sus esfuerzos por esconderla debajo de la alfombra.
La relación entre Bullrich y Villarruel ya había mostrado fisuras anteriormente, pero este incidente parece haber profundizado el abismo. "Que le pida perdón a la Gendarmería y a la familia de Nahuel", le reclamó Bullrich a Villarruel durante su paso por el canal oficialista. "En vez de ayudar, de llamarme por teléfono, para decirme Patricia, a ver cómo puedo ayudar, busca el error donde no lo hay. Ella la semana pasada sacó un tuit importante que para mí era una bandera blanca. Que decía que iba a apoyar a Milei, que no tenía proyecto político propio. Y una semana después, o cuatro días después saca este", explicó
De esta manera, la líder de la cartera de Seguridad sostuvo que tras hablar con el presidente, le dijo que siente indignación. "Yo creo que está buscando el error en vez de buscar su función, que es apoyar. La posición que ella toma es una donde dice que tendría que haber sanciones y me culpa a mí de no haberme dado cuenta que Nahuel no podía ir a Venezuela. Es como un golpe, pero yo ya estoy curada de espanto. Que se ocupe de sus cosas. Eso es lo que digo. Y que sus cosas las haga bien. Me hubiera encantado que llame y me diga que va a hacer una acción con todos los senados latinoamericanos para hacer un pronunciamiento político. Cosas positivas", advirtió
La relación entre Villarruel y el ala libertaria del gobierno no estuvo exenta de la polémica. Desde discusiones sobre la validez de sesiones parlamentarias hasta diferencias en torno a la gestión de los aumentos salariales en el Senado, los desencuentros fueron constantes. Villarruel había dado señales de distensión al afirmar recientemente que no tenía un proyecto político propio y que apoyaría a Milei, pero el episodio de esta semana reavivó las tensiones. "Tiene que encaminarse en la misma dirección del Gobierno. No nos sobran piezas en este ajedrez. Hay piezas flojas que necesita meter en un tablero para obtener mejores resultados que los que hemos obtenido", sentenció Bullrich, sin antes califica al régimen venezolano como "dictatorial, sangriento y criminal".