17 Noviembre de 2022 20:56
En El Día de la Militancia, el Peronismo mostró no solo su fuerza sino también sus deseos. En el acto realizado en el estadio Diego Armando Maradona, en La Plata, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue la única oradora y, además de hacer un recorrido vinculado a la historia argentina, diagramó un mapa político de los últimos años.
Por supuesto, los y las militantes gritaron a viva voz “Cristina Presidenta”. Y ella respondió a ese pedido (¿y exigencia?) con un frase del propio Juan Domingo Perón: : “Como decía el General, todo en su medida y armoniosamente”.
Lo cierto es que en su discurso dejó en claro el plan económico que aplicó Mauricio Macri y que arruinó a gran parte de la sociedad y de qué manera condicionaron a Argentina durante los próximos años tras el préstamo tomado con el Fondo Monetario Internacional en 2018 para poder ganar las elecciones. Algo que no pudieron hacer.
En el comienzo de su discurso, la vicepresidenta afirmó: “Una sociedad que no sabe lo que pasó difícilmente pueda entender lo que pasa. Si no se ejercita la memoria, resulta imposible develar el provenir". Y agregó: “Desde el regreso de la democracia, en 1983, hubo un acuerdo tácito"que indicaba que ningún argentino se ponía en peligro por pensar diferente".
Y agregó: "El 30 de octubre, con el regreso de la democracia, hubo un acuerdo tácito. Que ningún argentino se ponía en peligro por opinar, por pensar diferente. Podíamos tener todas las diferencias del mundo, pero no se quería matar a nadie. Ni siquiera los que hicieron de la muerte un instrumento político".
La líder política luego dijo que todo cambió cuando intentaron asesinarla: "El 1° de septiembre último se quebró por primera vez el pacto democrático de respetar la vida”. Y dijo: "Es obligación de todas las fuerzas volver a construir ese pacto democrático separando a los violentos, al lenguaje del odio y al que quiere que el otro se muera porque piensa diferente. Caso contrario, sería retroceder”.
En ese sentido, habló de la inseguridad que sacude al país. Y dijo: “Hay que terminar con debates absurdos, porque la democracia tiene una deuda en materia de seguridad. Ningún partido político lo ha podido solucionar. Terminemos con ese debate berreta de los mano dura o los garantistas. Si para algo sirvió lo que me pasó fue para demostrar que cuando estuvieron en el ministerio de seguridad los mano dura, a la política de seguridad le pusieron una Miss Argentina. Y a su hermana, a controlar los gastos”.
Y dijo en torno a las fuerzas de seguridad: “el gran acuerdo debe ser entre todos los partidos políticos es que las fuerzas de seguridad respondan a las fuerzas civiles". Y completó: "Las fuerzas de seguridad son una parte de la solución y también son parte del problema si no se subordinan al poder civil. Cuando estuvimos en el Gobierno desplegamos miles de gendarmes en el conurbano bonaerense. La gente lo pedía porque tenía más confianza".
En otro pasaje de su discurso que duró 50 minutos, Cristina afirmó: "No sé por qué no podemos volver a hacer lo mismo, en vez de tenerlos en el medio de la Patagonia, nadie sabe haciendo qué. Es hora de tener una mirada hacia los lugares que están sufriendo".
Y en ese punto, habló sobre el proyecto de ley presentado por el diputado del PRO, Gerardo Milman, que finalizaba diciendo: "Sin Cristina hay peronismo. Sin peronismo, sigue habiendo Argentina", y que fue presentado poco antes del atentado contra su vida. Y afirmó: "En esa frase estaba condensado el objetivo: suprimir al peronismo".
Y señaló: "¿Realmente creen que con eso se termina la voluntad de un pueblo de tener una vida digna y una patria justa? Si fuera tan simple lo hubieran logrado hace muchos años. El peronismo siempre termina reencarnandonsé. Lo que parecía muerto y sepultado, no lo es. ¿Por qué no prueban una vez sentarse a conversar con el peronismo a ver qué modelo de país quieren?. El peronismo es no estar condenado por la cuna. La movilidad social".
En tanto, sobre la economía, la ex presidenta fue contundente: “Es necesario construir un consenso económico no donde todos opinemos igual, sino para abordar graves problemas que tiene la Argentina". En ese punto, sumó: "La política es el trabajo y el salario en un proyecto político de industrialización, de trabajo agregado".
En ese sentido, Cristina afirmó: "Dicen que tenemos que volver a los 90. Una fuerza política no tan novedosa que dice que los 90 fueron lo mejor de la historia. Y dicen que son lo nuevo. Acá lo único nuevo somos nosotros que cambiamos la Argentina después de la crisis del 2001".
En ese sentido, habló de la riqueza en el territorio nacional y en la importancia de que algunas fuerzas políticas no entreguen dicho patrimonio a potencias extranjeras o al sector privado. "No hay política en el país que no remita al yacimiento petrolífero de Vaca Muerta como el futuro que nos va a sacar de donde estamos", afirmó la vicepresidenta.
Y siguió: “Si en el pasado no se le hubiera ocurrido a mi Gobierno recuperar YPF, Vaca Muerta sería vaca viva y otras la tendrían atada. En ese punto, habló sobre "el brutal endeudamiento" generado durante el gobierno de Macri con el Fondo Monetario Internacional "condiciona nuestras políticas".
Y explicó: "El gran punto de quiebre fue volver a un brutal endeudamiento del país. Tenemos que generar recursos no para generar valor, sino para pagar la deuda. Es necesario alinear precios, salarios y tarifas". En ese punto, dijo: "Muchas veces se han tenido que tomar decisiones por el condicionamiento brutal con el que se recibió un Gobierno después del retorno del FMI a Argentina. Hay que explicarle todo esto a la sociedad. Cuando la sociedad sabe, se empodera, y no hay mejor ayuda para un gobierno nacional y popular que la sociedad sepa hacia dónde vamos y por qué hacemos las cosas que hacemos".