25 Enero de 2017 12:30
Cristina Fernández de Kirchner volvió a expresar su fastidio, por tercera vez en su vida, por una caricatura del dibujante uruguayo Hermenegildo Sábat, que habitualmente ilustra las páginas políticas del diario Clarín. El objeto de su enojo fue un dibujo que la invita bastante explícitamente a "cerrar la boca".
A través de su cuenta de Twitter, la expresidenta escribió" Vieron esto DE HOY? Clarín y Sábat en días de violencia contra las mujeres publicitando concepto de mujer callada y sumisa". Cristina acompañó el primer tuit con un emoji pensativo.
Pero luego siguieron otros dos. "Esto no contribuye a la erradicación de la violencia de género. La violencia simbólica contra la mujer termina validando la violencia física".
Y luego llegó el tercero: "Nos quieren calladitas y obedientes? #niunamenos "
Nos quieren calladitas y obedientes? #niunamenos pic.twitter.com/UHvmCpTMaV
- Cristina Kirchner (@CFKArgentina)
Los antecedentes
Cuando todavía ejercía la presidencia, Cristina ya se había enfrentado dos veces con Sábat. En 2008, en pleno conflicto con el campo, Sábat dibujó a la presidenta también con la boca cerrada, pero además como una criatura bifronte cuyo perfil izquierdo era el de Néstor Kirchner. Eran los días en que la prensa opositora se refería al supuesto "doble comando" del gobierno K. En un discurso en el cual comparó la protesta del agro con el lock out patronal de marzo de 1976, Cristina señaló: “Son los mismos que hoy pude ver en un diario donde colocan mi caricatura, que no me molesta, a mí me divierten mucho las caricaturas y las propias son las que más me divierten, pero era una caricatura donde tenía una venda cruzada en la boca, en un mensaje cuasimafioso.”
Cristina, una criatura bifronte según el ojo de Sábat.
En 2012, Sábat hizo la que tal vez sea la más polémica de las tres caricaturas: la que la muestra a Cristina con el ojo morado.
Cristina "golpeada".
Fue en 2012, cuando el uruguayo publicó un dibujo de Cristina con el ojo morado, que la entonces presidenta interpretó, como ahora, como una apología de la violencia de género. La legislatura de Buenos Aires, incluso, aprobó una moción de repudio presentada por la entonces legisladora Gabriela Cerruti.
En 2016, tras el cambio de gobierno, Sábat -reconocido dibujante, y también reconocido por su antiperonismo- expuso su obra en Casa de Gobierno.