El FMI siempre estará presente y será tema de conversación. Es una grieta que marcó y marcará a la oposición y al oficialismo. Pero, en las últimas horas, Cristina Fernández abrió una nueva discusión y a través de una carta que narró en la que aseguró que no se presentará como candidata a presidenta, apuntó explícitamente contra Mauricio Macri y, para sorpresa de todos, también se plantó contra Alberto Fernández por el acuerdo y la forma de actuar contra el FMI.
En la misma, la Vicepresidenta escribió: “La historia que siguió es la misma de siempre con el Fondo en nuestro país: interviene, toma el timón de la economía argentina, impone su programa económico y se dispara otra vez el proceso inflacionario sin control en la Argentina. La casualidad no es una categoría política y, por eso, no es casual que ninguno de los dos Presidentes que aceptaron el programa del FMI conserve aptitud electoral. Sin embargo, en política sí hay causalidad y la determinante es la economía”.
Al día siguiente, el actual Presidente de La Nación, aprovechó el acto que estaba llevando a cabo en Tecnópolis, en lo que fue la exposición “Banco Nación Conecta”, y le respondió a Cristina, sin nombrarla, por lo que escribió sobre él y su toma de decisiones.
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“La discusión con el FMI que se extendió por más de dos años había que darla en medio de la pandemia con muchas dificultades y exigencias externas. Hay que entender el por qué uno tiene la necesidad de negociar con el fondo. Hay que saber que el Banco Mundial no nos presta más plata, que el BID no nos presta más plata, que la CAF no nos presta más plata y que por ejemplo un swap como el chino se hubiera caído”, manifestó.“Aunque tuvimos que negociar con el Fondo, no somos complacientes con el Fondo ni salimos de la irracionalidad de no discutir la deuda. Siempre tuvimos un horizonte claro, la producción y el trabajo. Crecimos 16 puntos en los últimos dos años. Hay 30 mil pymes funcionando. La desocupación bajó a menos del 6 por ciento. Desafío a cualquiera a que venga a negar esto que estoy diciendo”, sentenció.
Y para no cortar con el ida y vuelta polémico que está sucediendo entre ambos, en la mañana del jueves, Cristina amaneció apuntando nuevamente contra él y contra el FMI en su cuenta oficial de Twitter, a través de dos informes audiovisuales aprobados por la Auditoría General de la Nación en los cuales se explica cómo fue el acuerdo, en qué circunstancias se dio, quienes firmaron y qué consecuencias quedarán en el país.
“Acuerdo FMI. Primera parte. Lo que vas a ver y escuchar en este video de 5:16 minutos no es la opinión de un partido político ni de un dirigente opositor, es el resultado del informe aprobado por la Auditoría General de la Nación que detalla la enorme cantidad de violaciones a la ley cometidas en el otorgamiento y posterior ejecución del préstamo del Fondo Monetario Internacional. La Auditoría General de la Nación es el organismo constitucional que, por el artículo 85 de la Carta Magna, tiene el control de legalidad, gestión y auditoría de toda la actividad estatal. Miralo! Es escandaloso lo que hicieron y lo que pasó!”, escribió.
Informe
“Por primera vez en 30 años y desde su creación, la Auditoría General de La Nación realizó un informe sobre un préstamo del Fondo Monetario Internacional. Este se originó en un acuerdo stand by, firmado en 2018 por un monto de casi 57 mil millones de dólares. El mismo, fue modificado en octubre de ese año, permitiendo aplicar los fondos del préstamo a gastos presupuestarios en general. El acuerdo fue firmado por el Ministro de Hacienda y el Presidente del Banco Central.¿Por qué es tan importante esta auditoría? Porque se trató de un préstamo extraordinario y excepcionalmente alto. De hecho, este fue el préstamo más grande de la historia Argentina y del FMI, representando 127 veces la capacidad de endeudamiento de Argentina con el fondo. Pero no sólo eso, la importancia relativa del monto del préstamo respecto de la emisión de deudas y de la deuda total, acrecentó su vulnerabilidad y aumentó los riesgos derivados de la estructura de la cartera de deuda Argentina. Por este préstamo, se pagaron comisiones y gastos al FMI por más de 13 mil millones de pesos, equivalentes al 52% del presupuesto del conicet del 2018 y al 39% del mismo en 2019.
¿Qué se investigó en esta Auditoría? Este informe tuvo como objetivo principal, evaluar si el acuerdo stand by se gestionó mediante procesos y procedimientos que aseguren una gestión eficiente y efectiva de la deuda.
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La AGN evaluó cumplimiento de normas y prácticas internacionales. Eficiencia, transparencia y efectividad en la gestión. Que exista endeudamiento responsable. Impacto en la solvencia y sostenibilidad en la vía pública.¿Qué reveló esta auditoría? El acuerdo fue firmado por el Ministro de Hacienda, quien no tenía las facultades para gestionar ni autorizar la deuda pública. No se cumplió con el Artículo 61 de la Ley de Administración Financiera que exige al Banco Central que en caso de endeudamiento externo, emita un dictamen sobre el impacto de la operación en la balanza de pagos. No se cumplió con la norma que exige que los préstamos multilaterales se aprueben por decreto, ni tampoco pasó por el Congreso.
No se implementó el procedimiento aplicable para la autorización, negociación, contratación, administración, control supervisión de los préstamos. La jefatura de gabinetes de Ministro, no intervino en la etapa de negociación, autorización y suscripción del acuerdo con el FMI, a pesar de tener esa función específica. Tampoco intervinieron las áreas técnicas específicas, en especial el Ministerio de Financias, que debía gestionar las deudas. El acuerdo no tuvo intervención previa de la Unidad de Auditoría Interna porque desde la división de los ministerios no existió esa área en relación con la deuda pública. No se pudo encontrar el documento definitivo del acuerdo dado que existen múltiples versiones del texto del stand by.
El dictamen jurídico se emitió fuera de términos y se basó en una norma que no estaba vigente al momento del acuerdo. Cuando se decidió solicitar el préstamo al FMI, el Ministerio de Hacienda no efectuó análisis sobre costos y riesgos financieros ni de solvencia y sostenibilidad. El proceso de gestión no fue efectivo ni eficiente para rendir cuentas y asegurar la transparencia y el control en el uso de los fondos. Se observaron inconsistencias en los totales informados para 2018 y 2019 en relación con los montos de moneda extranjera que eran subastados provenientes del préstamo del FMI. Casi el 30% de los desembolsos del FMI se usaron para financiar la salida de capitales financieros en tanto el auditado informó que el 71% se usó para cancelar la deuda. Durante el periodo del acuerdo se observó una salida de capitales considerable y continuo. La implementación de las medidas para evitarla, fue tardía. Las condiciones relacionadas a moneda, monto y plazo del acuerdo con el FMI aumentaron el riesgo de insostenibilidad de la deuda. En el año 2018, el indicador deuda PBI se incrementó y llegó a representar 84,8% del PBI, valor superado en 2019 cuando alcanzó el 89,4%.
Entonces ¿La gestión del préstamo con el FMI fue eficiente y efectiva? La respuesta es no. Los procesos y procedimientos relacionados al préstamo, no aseguraron la eficiencia y la efectividad en la gestión de la deuda, provocando incumplimientos legales afectando la prudencia en la administración del endeudamiento y vulnerando la adecuada supervisión del financiamiento.
El auditado tomó decisiones sin contar con la debida información en cuanto al costo y el riesgo asumido, impactando en la solvencia y sostenibilidad de la deuda pública”.
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No obstante, publicó otro video lo cual llamó “Cronología de la manganeta”, en donde se nombra a los funcionarios que firmaron y se hicieron parte del acuerdo ultra millonario que endeudó al país.“Acuerdo FMI. Segunda parte. En esta segunda parte, que podríamos titular “Cronología de la manganeta”, se detalla cómo los funcionarios de Macri intercambiaron roles y funciones para cometer esta estafa a todo el pueblo Argentino”, detalló la ex presidenta.
“Existe un antecedente muy importante que es clave para comprender por qué luego se sucedieron los problemas en la gestión e incumplimientos normativos. En enero del 2017 se dividió el ex Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas en dos, Ministerio de Hacienda y Ministerio de Finanzas. Al Ministerio de Finanzas le correspondieron dos funciones claves: la gestión de la deuda pública y la función de autorizar la operación.
En mayo de 2018 el Presidente de La Nación tomó la decisión de emprender las negociaciones con el FMI. El 7 de junio, concluyeron las negociaciones y cinco días después, el 12 de junio, se firmó el primer acuerdo con el FMI. Los firmantes fueron el presidente del Banco Central y el Ministro de Hacienda. Es decir, el ministro que no tiene facultades respecto de deuda pública. Dos días después de la firma, renuncia el presidente del Banco Central, quien había firmado el primer acuerdo. Al día siguiente, presenta la renuncia el Ministro de Finanzas, se lo designa como presidente del Banco Central de la República Argentina y se pide acuerdo al senado para la designación, la cual nunca se concretó. No obstante, la designación del Ministro de Finanzas como presidente del Banco Central tuvo efecto tres días después, el 18 de junio, fecha en que se firmó el segundo acuerdo.
Es decir, que en un día al ex Ministro de Finanzas se le acepta la renuncia se lo designa en comisión como el presidente del Banco Central de la República Argentina y firma el acuerdo con el FMI. En ese acuerdo, el otro firmante es nuevamente el Ministro de Hacienda, que enseguida sin tener competencia, en materia de gestión de la deuda pública. Recién e 21 de junio del 2018, nueve días después de la primera firma y tres días después de la segunda firma, se dicta el Decreto de Necesidad de Urgencia 575/18 que unifica los Ministerios y coloca la competencia sobre la gestión de la deuda pública en cabeza del Ministro, que ya había firmado.
10 días después de la firma del primer acuerdo, se emite el dictamen jurídico donde para validar la competencia del Ministro firmante, se situó ese DNU 575/18 que no existía al momento de ninguna de las dos firmas y que se publicó el mismo día en que se emite el dictamen. Dado que la deuda pública trasciende las generaciones, se espera que un préstamo de tal excepcionalidad, magnitud e impacto, sea gestionado con máxima prudencia. Al resguardo de opiniones técnicas que aseguren al menos eficiencia en el manejo del riesgo y eficacia en el cumplimiento normativo, en este trabajo se comprobó que no fue así”.