23 Junio de 2016 20:13
Luego de su reaparición pública cuando tuvo que presentarse a declarar ante el juez Claudio Bonadio por la causa de “Dólar futuro”, Cristina Kirchner se llamó a silencio.
La ex presidenta reapareció con una carta en su cuenta de Facebook.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte cada vez que quiere expresarse por algún tema en particular, la ex presidenta apela a su cuenta de Facebook.
Lo hizo en su momento para referirse a la detención de José López y volvió a utilizarlo ahora, en este caso para referirse a lo que ella llama “violencia de época”.
En el texto, la ex mandataria se centra en el ataque a patadas que sufrió la puerta de la casa que era de los padres de Néstor, y en la que ella vivió junto a él y a Máximo recién nacido, “hasta que pudimos mudarnos”.
Apoyada en este hecho, Cristina cita palabras del ex ministro de Defensa y actual diputado del Parlasur, Agustín Rossi, quien se pregunta si no se está construyendo una fuerza paraestatal, con apoyos de los servicios de inteligencia, para perseguir a dirigentes “que hemos sido funcionarios del gobierno anterior”.
Agustín Rossi habló de una "fuerza paraestatal" para perseguir a dirigentes del gobierno anterior.
En otro orden, hace referencia a “causas armadas que llegan a ser delitos en sí mismas, como la de “Dólar futuro”, en la que se procesó a funcionarios del anterior Gobierno, incluida su Presidenta” y afirma que “no es casual el procesamiento, en el día de la fecha, de ex funcionarios en una causa contra lo que constituyó la verdadera recuperación del Fútbol para Todos”.
Cristina también habla de “fueros mediáticos y judiciales” como única explicación al tratamiento tan superficial y liviano por parte de la prensa que recibió el caso de los Panamá Papers en la Argentina, a partir del hecho de que el presidente Macri esté involucrado.
CFK habló de "fueros mediáticos y judiciales" que protegen al presidente.
Más adelante, la ex presidenta sostiene que todos esos factores confluyen en “una democracia de nula intensidad” y que “el objetivo es asustar y amedrentar a quienes no se van a callar frente a un plan económico que está haciendo estragos en el tejido social argentino”.
Por último, CFK concluye que “los movimientos políticos fueron, son y serán juzgados, no por las individualidades, sino por los resultados de sus políticas públicas y la calidad de vida que sepan generar para todos sus ciudadanos” y que “la gente sin trabajo y sin alimentos suficientes, las economías regionales quebradas, las obras públicas paralizadas y el alarmante crecimiento de la inseguridad son sólo algunas de las calamidades cotidianas que no se pueden tapar con nada, ni siquiera con fueros mediáticos o judiciales”.
“El Gobierno, en algún momento, debería comprenderlo. Además y después de todo, las patadas en una puerta, finalmente, sólo le sirven a los carpinteros”, cierra irónicamente.