El diez de diciembre del 2019, los argentinos volvieron a tener la postal histórica que marca el traspaso de mando: Mauricio Macri asistió al Congreso y le entregó el poder a Alberto Fernández. A pocos metros se encontraba Cristina Kirchner, escoltada por Sergio Massa. El tenso saludo de Macri y Cristina y la historia detrás de la "mala cara" que dio vuelta al mundo.
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"Se escribieron ríos de tinta, millones de fotografías, una carita que no la hice realmente. Y quiero contar la historia verdadera", arrancó la vicepresidenta desde Cuba, país al que viajó para acompañar a su hija Florencia y para presentar su libro, Sinceramente. "En realidad, cuando me extendió la mano debo ser sincera para explicar esa cara, que no es que la puse, me salió".
Cristina reconoció que no le quería dar la mano al presidente saliente. "No soy hipócrita. Después de todo lo que había hecho contra mí y mi familia, me parecía casi un gesto de hipocresía. No soy de las personas que si no te quiero, no te digo nada; pero tampoco finjo. No me gusta fingir, mis sentimientos son mis sentimientos".