Cuando faltan poco más de 70 días para las PASO, dentro del PJ el enigma aún no fue develado, aunque hubo claros indicios en las últimas horas, luego de que desde el entorno de Florencio Randazzo insistieran en que “lo mejor es ir a una interna”. Cristina Kirchner, en cambio, reiteró días atrás que no aceptará, y que sólo será candidata si los intendentes se lo reclaman.
¿Orgullo? ¿Temor? Para la ex Presidenta lo mejor es avanzar en una lista de unidad peronista, que incluya a su ex ministro del Interior y Transporte. Por lo bajo, sin embargo, no son pocos los dirigentes cercanos a Cristina que reconocen que pagaría un costo político demasiado alto si le negara una interna a Randazzo.
Lo cierto, coinciden varios analistas y consultores políticos, es que la ex Presidenta nunca miró las encuestas para definir una candidatura. La mayoría de los sondeos le dan porcentajes superiores al 30 por ciento, mientras que su potencial rival cosecharía apenas un siete.
El futuro de Cristina Kirchner aún es un misterio: la ex mandataria no definió una candidatura.
Según Guido Moscoso, de Ibarómetro, la decisión de Cristina “no va a pasar por números o encuestas”. Son varios los factores, según el encuestador, que podrían influir en la decisión. “Si tuviese que competir con Randazzo, la interna sería muy intensa, la campaña sería muy desgastante”, aseguró el consultor.
Pero además, otro factor que podría influir es el clima político de respaldo que siente de parte de intendentes, dirigentes, legisladores y movimientos sociales. “Si ve el clima enrarecido o siente que hubo desplantes, no creo que vaya a ser candidata”, agregó Moscoso ante BigBang.
Otro dato para nada menor son las causas judiciales que persiguen a la ex presidenta. Sin ir más lejos, esta semana hubo un nuevo pedido de indagatoria en una de las causas más complejas, por lavado de dinero. Pero además, la causa por la denuncia que presentó Alberto Nisman antes de ser hallado sin vida quedó en manos del juez Claudio Bonadio, un eterno "verdugo" de la ex jefa de Estado.
Moscoso no duda en que eso podría influir en Cristina de dos maneras contrapuestas: podría elegir ser candidata para obtener fueros, o bien evitaría serlo para no "jugar la campaña en Comodoro Py".
Cerca de Randazzo ayer anunciaron que no se bajará de una potencial PASO en el PJ.
Fue la propia ex Presidenta la que jugó con la idea de cierto orgullo. Días atrás, ante una veintena de intendentes que la respaldan lanzó: “Si la mayoría cree que hay un candidato que sea mejor, yo no voy a pelear contra nadie”. Cerca de Cristina reconocen que el principal temor es no lograr una lista de unidad firme y que puedan existir “fugas”, como las ocurridas en los bloques K en el Congreso durante 2016.
Un hombre que mantiene diálogo fluido con la ex mandataria aseguró a BigBang que Cristina "no tiene ni orgullo ni rencor". "Está trabajando con una fuerza inconmensurable para la unidad del PJ. Quiere que se den cuenta que no es una cuestión de nombres", señaló. “Mirá si me voy a batir a duelo con uno de mis ministros”, suele decirle a sus colaboradores.
Los encuestadores consultados por este medio negaron que exista cierto clima de “voto bronca” hacia Cristina, es decir: electores de fuerzas ajenas al peronismo que, en una potencial interna con Randazzo, se inclinen por el ex ministro como “castigo” a la ex presidenta. “No veo que haya una interna ampliada, en las PASO la gran mayoría vota al candidato que le gusta, la especulación llega con las generales”, aseguró Hugo Haime.
Federico González, de la consultora González & Valladares, aseguró que “la gente no es tan rebuscada”, aunque admitió que podría haber un sector que busque votar al rival de Cristina en busca de una deslegitimación política. “No es un porcentaje muy alto, sería irrelevante”, agregó.
¿Orgullo? ¿Temor? Cuáles son las razones por las que CFK definiría o no una candidatura.
En el encuentro del miércoles entre dirigentes peronistas quedaron marcadas tres posiciones que alimentan al misterio. Por un lado, los randazzistas insistieron en ir a una interna. Los cristinistas exigieron nuevamente una lista de unidad con la ex presidenta a la cabeza, y un grupo de intendentes no descartó una lista de unidad, aunque sin poner apellidos en concreto.