La causa de los cuadernos K sigue en la cúspide de la esfera mediática. Empresarios, políticos y ex funcionarios aparecen mencionados a lo largo de los ocho cuadernos que escribió el chófer de Roberto Baratta, Oscar Centeno. Ruedas de indagatorias, detenciones, confesiones y casi una docena de imputados colaboradores fue el saldo de las primeras tres semanas del caso. Sin embargo en los últimos días comenzó a darse un nuevo fenómeno: las declaraciones de los arrepentidos vía grupos de Whatsapp.
En las últimas 48 horas las que realizaron el ex titular de Occovi, Claudio Uberti, y del ex presidente de la filial argentina de Isolux, Juan Carlos de Goycochea, aparecieron en un sinfín de grupos del popular servicio de mensajería. Eso fue posible debido a que el juez de la causa, Claudio Bonadio, levantó el secreto de sumario hace ya una semana.
El ex titular del Occovi, Claudio Uberti, en la mira por la causa de los cuadernos.
Sin embargo, ante este nuevo escenario, es posible que se vuelva a decretar, según adelantaron fuentes judiciales. Es que las difusión de pruebas de la investigación genera molestia en varios investigadores debido a que temen a que pueda llegar a perjudicarse la causa por ese tipo de cuestiones.
Entre sus dichos, Uberti sostuvo: “Estuve en la función pública en una jerarquía de cuarta línea. Tuve que renunciar por el incidente de la valija de Antonini Wilson”. También señaló que “un día me llama el ministro Julio De Vido a su despacho, estaba el Dr. Lavagna presente, y éste le informó a De Vido que los contratos de concesiones de los corredores viales finalizaban ese año, y la idea era hacer una nueva licitación con nuevas condiciones”. Según Uberti, cuando se enteró de esas condiciones, tuvo “la primera decepción”.
El ex titular de Isolux Argentina, Juan Carlos De Goycochea.
El imputado también declaró que en una ocasión el ministro De Vido salió del despacho de Néstor Kirchner “puteando, y me dijo 'el Presidente no va a firmar los contratos ni en pedo. Porque vos hiciste las cosas demasiado bien y no arreglaste la guita con la gente, no los va a firmar ni en pedo y te va a hacer cagar. Tenés que llamar a los empresarios y decirles que pongan, te van a llorar, pero vos deciles que pongan porque si no, el Presidente no va a firmar'”.
Así, horas más tarde salió a la luz otro testimonio de más de diez páginas de extensión. Se trata de la declaración de De Goycoechea y quien agrandó la lista de empresarios arrepentidos, que cuenta hasta con el primo de Mauricio Macri, Angelo Calcaterra.
Entre sus dichos, señaló que desde Madrid se le ordenó, entre 2009 y 2014, acercarse a casas de cambios a buscar el dinero que le entregaría a Baratta. “Yo siempre me aseguraba que cuando tenía que hacer esas entregas no hubiera nadie en el Estudio”, detalló.
“En el año 2008. cuando se gana la obra de Río Turbio y vienen de España a firmar el contrato, que se hace en un acto público, a partir de ahí fui convocado, en febrero o marzo de 2009, a una reunión al despacho de Roberto Baratta en el Ministerio de Planificación Federal. La licitación ya estaba ganada, y él en esa oportunidad me manifiesta que era necesario aportar dinero para la campaña electoral”, sostuvo el arrepentido.