Hubo un tiempo que no fue hermoso para el neurólogo Facundo Manes, flamante asesor de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal, con la misión de cuidar “el capital mental” de los ciudadanos, según la curiosas definición sobre las funciones ad honorem del doctor.
Manes, en el centro, se sumó al equipo de Vidal.
Fue cuando el famoso profesional fue acusado de haber fraguado unos estudios, junto a una colega, para declarar insana a una mujer, dueña de una considerable fortuna, a la que sus hijas querían desheredar en vida para hacerse cargo de los negocios de la familia y de la fundación que encabezaba la señora.
Esos antecedentes fueron oportunamente reflotados cuando hace un par de años trascendió que Manes había atendido a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Denuncia
Natalia Cohen de Kohen fue la señora que declaró haber sido víctima de Manes y de sus hijas. En un reportaje publicado por el diario Página 12 hace diez años, luego de haber sido el blanco de un acto de homenaje en el teatro Maipo por su contribución a la cultura, la mujer contó cómo fue la historia que la tuvo como protagonista.
“Mi hija mayor decía que otra gente me quería estafar y que yo no iba a tener ese dinero. Y entonces me enteré de que toda la fortuna estaba a nombre de ella, algo de que yo no sabía. Después de eso me empezaron a decir que me encontraban cambiada y querían que viera a algunos médicos. Primero fue un psiquiatra, que me encontró bien. No conformes, buscaron un neurólogo”, explicó aquella vez.
Días después la fueron a buscar a su casa para encerrarla. “Entró Claudia, mi hija menor, con su llave, junto con su marido y seis enfermeros vestidos de blanco con una caja de inyectables y una silla de ruedas. Yo creí que me moría. Fue algo muy brutal. Mi hija estaba delante de mí, yo pidiéndole auxilio y ella sólo me miraba. Y mi yerno me gritaba “usted tiene que ir porque está muy enferma”. Los enfermeros se habrán dado cuenta de que no era una loca furiosa porque les pedí que me dejaran un ratito, que estaba muy nerviosa, y accedieron. Después me llevaron en una ambulancia a Ineba”.
Consiguió salir cuando otra paciente le dio una tarjeta telefónica con la cual pudo hablar con unos amigos, quienes le ayudaron a escribir una carta, tras lo cual logró la externación del instituto donde la habían alojado durante casi un mes.
La mujer recordó: “Facundo Manes me endilgó una enfermedad que se llama enfermedad de Pick. Pero yo estaba sana. Me hizo internar en un neuropsiquiátrico y en sus declaraciones dijo que me hizo los estudios en Fleni, donde trabajaba antes, pero ahí ni siquiera tienen mi historia. Sólo usó los papeles de esa institución.
Pero además, a una colega de él, la doctora Griselda Russo, le dijo que también me hiciera un diagnóstico y ella lo hizo, con unos términos muy científicos, sin haberme visto nunca. Yo no la conozco. Después admitió ante escribano que lo hizo para hacerle un favor al doctor Manes. Creo que todo esto tiene que servir para amparar a otra gente como yo, expuesta a estos médicos”.
Sobreseimiento
Russo y Manes fueron denunciados por los abogados de la señora Kohen, por haber presentado, supuestamente, certificados falsos. Finalmente, en 2007, los dos profesionales fueron sobreseídos. Un año más tarde, la Cámara de Apelaciones en lo Criminal (Sala VII), confirmó el fallo, recordó hace tres años Perfil, cuando se informó que Manes había tratado a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.