13 Agosto de 2015 05:44
Sigue la pelea en Manhattan. Thomas Griesa, el juez estadounidense que dirime el enfrentamiento judicial entre la Argentina y los fondos buitre, le impuso ayer a la comitiva local un plazo de diez días para presentar documentación sobre los activos “embargables” del país en Estados Unidos. La pelea por YPF y la posibilidad de perder el satélite Acquarius SAC-D.
La defensa de NML, el fondo que lidera la ofensiva, busca revertir el estancamiento de las negociaciones y cobrar la sentencia que tienen a su favor. “No tenemos más remedio que encontrar activos. No vamos a retirarnos, su señoría”, le advirtió Robert Cohen, abogado del houldout.
El silencio de Griesa sobre el carácter “estatal” de YPF preocupa a los negociadores argentinos.
Los nuevos pedidos de embargos, ahora abalados por el magistrado, incluyen activos del Banco Central y Nación en el país del norte, cuentas bancarias de las embajadas, el Acquarius Sac-D y dos satélites en construcción que la Fuerza Aérea de Estados Unidos tiene en Vendenberg. Los únicos activos que resguardó el juez fueron los bienes diplomáticos y militares.
El gris de la polémica
A diferencia del fallo de junio, Griesa esta vez no se pronunció sobre el carácter público de los activos del Banco Central, ENARSA e YPF. El silencio, celebrado por los fondos buitres, podría complicar la situación de la Argentina.
“Esta audiencia concluyó como un nuevo fracaso de los fondos
Axel Kicillof consideró que la audiencia fue un nuevo “fracaso” de los fondos buitres.
Pero la “no pronunciación” del juez no preocupó a Axel Kicillof, quien interpretó el silencio como algo positivo.
“El juez no concedió el pedido de los demandantes para que se los declare
alter
ego de la República Argentina. Es decir, que pueden tomarse como una extensión del Estado”, explicó el ministro de Economía a través de un comunicado, y celebró: “Esta audiencia concluyó como un nuevo fracaso de los fondos”.