Nueve días después de la primera cena en la que Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández dirimieron diferencias y organizaron la nueva hoja de ruta del Gobierno, el primer mandatario y la vicepresidenta se volvieron a encontrar ayer por la noche en Olivos. De qué se habló, qué políticas se ratificaron y el dato más importante: qué pasará con el proyecto del Salario Mínimo Universal.
En esta oportunidad no hubo cena, pero sí lapicera. De hecho, el principal acuerdo que sellaron y ejecutaron desde la residencia presidencial se confirmó cerca de las nueve de la noche y el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, se enteró en vivo, mientras brindaba una entrevista al canal de noticias C5N.
En concreto, la AFIP dispuso a través de la resolución general 5232/2022 una suba del 35% al 45% de la percepción a cuenta de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales para todas las compras con tarjeta de crédito destinadas al consumo en dólares en viajes y gastos en el exterior. "Es una medida que estaba en estudio, pero me acabo de enterar", reconoció al aire el propio Pesce.
Tras las asambleas y en la previa de las marchas, Alberto se reunió con organizaciones sociales
¿Qué quiere decir esto? Aquellos que paguen Ganancias podrán descontarlo, pero quienes no integran el universo al que aplica el impuesto deberán realizar un trámite para exigir la devolución, que se concretará recién en un año y sin la actualización por inflación.
Dato no menor: mientras que el dólar ahorro hoy cotiza $223, el dólar tarjeta sube a $236. Las compras que se hagan en el país, pero que se cobran en dólares, también se verán afectadas por una suba de $13.Además de activar la disposición que ya había anticipado Silvina Batakis como un posible proyecto a ejecutar, Alberto y Cristina también definieron el rumbo de lo que sucederá con el reclamo del Salario Mínimo Universal.
En concreto, el Ejecutivo definió que uno de los proyectos que volvió a dividir por estos días al Frente de Todos no saldrá por decreto de necesidad y urgencia tal y como se exigía desde el kirchnerismo, sino que será elevado al Congreso.
"No hay forma de que el Estado pueda garantizar las partidas para poder financiarlo", reconocen por estas horas desde La Rosada en diálogo con BigBang. "Es una forma de dar por terminada la interna, porque los números en el Congreso no están y la oposición ya anticipó que no acompañará", suman.
¿Qué quiere decir esto? Pese a los fuertes reclamos internos, la presidenta y el vicepresidente trazaron una estrategia para sostener la unidad del Frente de Todos, sin condicionar las arcas públicas y trasladar el debate al Congreso para evitar más costos políticos al Gobierno.
"La visión es realista: no está la plata. No es cierto que con una suba de las retenciones se pueda costear, porque además esas medidas tienen un impacto político. Gestionar el presupuesto no es como manejar la economía de una casa, hay tensiones que contemplar y es clave entender que esto es política. Es un proyecto que, de salir, podría recién ver la luz en 2023 y todo va a depender no sólo del crecimiento de la economía, sino también del clima político que se viva en ese momento", reconocen.
Grabois y Belliboni le exigieron el Salario Universal al Gobierno y anunciaron piquetes
En las últimas semanas, en especial después de que la vicepresidenta apuntara contra el Movimiento Evita, fue Juan Grabois quien llevó la voz cantante del reclamo, limando en los medios incluso a referentes como Fernando "el Chino" Navarro y Emilio Pérsico. Sin ir más lejos, en la tarde de ayer hubo una cumbre en Constitución de la que participó no sólo el líder del Frente Patria Grande, sino también el dirigente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, y la referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos, Dina Sánchez; entre otros.
Tras la reunión, se anunció una medida de fuerza que tendrá lugar el próximo 20 de julio. "Será una enorme movilización", aseguraron y sumaron al reclamo por el Salario Universal, el pago del aguinaldo para los programas como el Potenciar Trabajo. "No sé qué hago en el Frente de Todos, estoy a punto de irme", amenazó Grabois, hoy ya sin el apoyo del sector más duro del kirchnerismo.
“Si esto sigue así, salvo que se conforme un núcleo dentro de la coalición que plantee fuertemente que esta política fue equivocada desde el principio y que el motivo de sostener la unidad es evitar una vuelta de los sectores más duros del neoliberalisno, pero plantando una alternativa política a Alberto Fernández, dentro del marco de la Coalición, yo mucho que hacer no tengo”, sumó.
Después de que se anunciara la medida de fuerza, el presidente recibió a los referentes de los movimientos sociales afines al Gobierno en Balcarce. Buscó limar asperezas después de las duras críticas de Cristina y la agenda contempló la "ofensiva judicial" y, claro, el Salario Universal. Muchos interpretaron la difusión del encuentro como un nuevo apoyo tácito del primer mandatario, que se habría ratificado horas después en el encuentro de Olivos.
Es por esto que desde el Frente de Todos consideran que el acuerdo entre Alberto y Cristina buscó licuar el costo político de no ejecutar el proyecto a través de un decreto de necesidad y urgencia y trasladarlo directo al Congreso. "Hay que ver si todos los sectores acompañan el envío al Congreso, pero ya no hay margen para fuego amigo. Plantear una movilización en este contexto, es hacerle juego a los grupos de poder que amenazan con corridas cambiarias y al campo", señalan desde el Ejecutivo.