La Cámara de Diputados bonaerense tiene previsto sancionar hoy el proyecto de ley de Paridad de Género, que modifica la Ley Electoral para establecer un cupo femenino del 50 por ciento en los cargos electivos de cuerpos colegiados en la provincia de Buenos Aires.
La iniciativa, que ya fue aprobada en el Senado, modifica el artículo 32 de la Ley Electoral, que establece que “las listas de candidatos deberán respetar para los cargos de cuerpos colegiados en todas las categorías una equivalencia del cincuenta por ciento del sexo femenino y otro cincuenta por ciento del sexo masculino”.
La Cámara de Diputados bonaerense se apresta a sancionar la ley.
El texto agrega que “este porcentaje será aplicable a la totalidad de la lista, la que deberá cumplir con el mecanismo de alternancia y secuencialidad entre sexos por binomios (mujer-hombre u hombre-mujer) y que “cuando se trate de nóminas u órganos impares la diferencia entre el total de hombres y mujeres no podrá ser superior a uno”.
También establece que el género del candidato estará determinado por su Documento Nacional de Identidad (DNI), “independientemente de su sexo biológico”.
Vale recordar que la iniciativa, promovida el 17 de abril de año pasado, fue presentada por la entonces concejal y precandidata a intendenta de Tres de Febrero, Marcela Acuña.
La "Tigresa" Acuña, autora de una iniciativa.
Su propósito contempla que la paridad en las listas electorales sea articulado a otros conceptos como el de igualdad real y corresponsabilidad entre hombres y mujeres en las tareas públicas y privadas.
El proyecto de Ley de paridad electoral se vincula a la ya existente a nivel nacional, Ley de cupos, homóloga en la provincia de Buenos Aires de la Ley provincial 11.733 de cuota de géneros, que plantea un cupo mínimo de 30% de mujeres en las listas partidarias.
Los proyectos de paridad de género en las listas partidarias electorales fueron el eje de jornadas organizadas por la Universidad de Buenos Aires, la Universidad de San Martín y la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP) llamada “la paridad de género en debate”, que se realizó en la sede de la SAAP y reunió a actores políticos de la Ciudad y provincia de Buenos Aires.
La paridad política electoral se aplicaba hasta ahora en las provincias de Córdoba, Río Negro y Santiago del Estero.
Una de las resistencias del proyecto de paridad de género, en la comisión de Reforma Política y Reforma del Estado del senado bonaerense, era la ya existente "Ley de cuotas de género" que podría funcionar ya como medida en vigencia para elevar la participación de mujeres en política, y su sola modificación reemplazaría en parte al proyecto de Sebastián Galmarini.
Mujeres de distintos sectores se unieron en pos de conseguir la paridad de género.
Aún son muchas las resistencias culturales, incluso dentro del propio parlamento provincial, pero el proyecto de paridad parece disponerse a avanzar en los próximos meses.
El debate por la reforma electoral disparó en la Cámara de Diputados un movimiento inesperado. Mujeres de casi todos los bloques ejercieron presión para incorporar a la discusión un reclamo que genera indiferencia o exaspera a muchos hombres: profundizar el cupo femenino, que obliga a incluir en las listas legislativas a un 30 por ciento de mujeres, y avanzar hacia una ley de paridad de género, lo que llevaría ese número al 50 por ciento.
En lo que va del año se presentaron en las dos cámaras 19 proyectos apuntados a asegurar mayor presencia de mujeres en los distintos poderes del Estado: en el Congreso, en la Corte Suprema, en los juzgados federales, en el gabinete y en la fórmula presidencial y hasta en los sindicatos, según un relevamiento de Directorio Legislativo sobre la base de datos oficiales.
Tres de esas iniciativas promovían la paridad en las listas y corresponden a las diputadas del grupo promotor. "Dado que somos la mitad de la población, es importante tener equidad en la representación. Si no existiera el cupo del 30 por ciento, hoy no llegaríamos al 30 por ciento de la Cámara, porque las listas las siguen haciendo los hombres", dijo Cristina Álvarez Rodríguez, del Frente para la Victoria (FPV).
Cristina Álvarez Rodríguez, del FPV.
"El cambio que impulsamos es positivo para repensar la política, para resolver esa fuerte disociación que hay entre política y sociedad", sostuvo Alicia Ciciliani, del Frente Amplio Progresista (FAP). La jefa de ese interbloque, Margarita Stolbizer, es autora de uno de los proyectos.
De la reunión también participaron los oficialistas Carla Carrizo, Silvia Martínez y José Luis Riccardo, el único hombre. Además, estuvieron Mónica Litza y Carla Pitiot, del Frente Renovador; Myriam Bregman, del Frente de Izquierda; Mayra Mendoza, del FPV; Lucila De Ponti, del Movimiento Evita, y Gabriela Troiano y Victoria Donda, del FAP, entre otras, además de representantes de ONG que apoyan la iniciativa.
Representantes de todos los bloques en el Congreso.
"Las mujeres han demostrado que lo que produce el Congreso con ellas es mejor y más equitativo que aquello que produce sin ellas. Es razón suficiente para tener representación igualitaria", dijo María Baron, de Directorio Legislativo.
El entusiasmo de ese sector contrastaba con la indiferencia que el tema generaba en la mayoría de los diputados. En principio, la idea del oficialismo era que la propuesta no sea parte del proyecto de reforma electoral. "Deberíamos discutir lo que es realmente urgente, que es el cambio del sistema de votación, que nos va a permitir tener elecciones más transparentes. Las otras cuestiones, al no ser tan urgentes, podríamos postergarlas para un momento más adecuado, entre ellas las del cupo femenino", afirmó el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, el macrista Pablo Tonelli.
Pablo Tonelli.
La reforma propuesta por este sector parte de un diagnóstico con dos argumentos contundentes. El primero, las leyes de cupo han aumentado el número de mujeres en los cargos de representación política en todo el país. El segundo, las mujeres siguen teniendo menos presencia que los hombres.
Esa situación se ve con claridad en la Cámara baja. De acuerdo con un estudio de Directorio Legislativo, en 1991, año de la sanción de la ley de cupo femenino, había sólo 12 diputadas, un 5 por ciento del total. Esa cifra fue creciendo hasta alcanzar un récord de 40 por ciento en 2008-2009, mientras que hoy hay 99 mujeres sobre 257, un 38,5 por ciento de la cámara. En el Senado, las mujeres llegan al 41,7 por ciento, debido a que, para cumplir con el cupo del 30 por ciento, en las listas de sólo dos candidatos es obligatoria la inclusión de una mujer. Sin embargo, las mujeres presiden menos del 30 por ciento de las comisiones en las dos cámaras.
En las provincias la situación se replica. En ninguna de las 24 legislaturas del país hay más mujeres que hombres. De acuerdo con un informe de Directorio Legislativo, los casos más notorios son los de Santa Fe, Santa Cruz y San Juan, donde las legisladoras no llegan al 25 por ciento del total. En las dos primeras provincias incide el sistema legislativo, dado que Santa Fe tiene Senado, donde sólo una de sus 19 integrantes es mujer, y Santa Cruz cuenta con un sistema mixto, en el que diputados y senadores integran una misma cámara. En el otro extremo, La Pampa, Río Negro y Tierra del Fuego son las tres provincias con mayor presencia femenina en sus legislaturas, de más del 45 por ciento.
Esta situación se agrava en los poderes donde no existe una ley de cupo. De los 22 ministros que tiene el gabinete de Mauricio Macri, sólo tres son mujeres. La situación se repite en las provincias.
Según un relevamiento de Laura Echezarreta, del grupo de mujeres de GEN, que lidera Margarita Stolbizer, en los gabinetes de las 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires hay más de 190 ministros y menos de 40 ministras, es decir que las mujeres no llegan al 20%.