03 Enero de 2023 13:03
La noche del 1° de septiembre, cuando frente a su departamento en el barrio porteño de Recoleta, el criminal Fernando André Sabag Montiel gatilló dos veces a la cara de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner con el objetivo de terminar con su vida, cambió para siempre la realidad política e institucional de la Argentina.
Es por eso que todavía se están investigando a los diferentes implicados y los vínculos financieros y políticos que tienen los detenidos en la causa. Así fue que, días atrás, el abogado defensor de CFK en la causa, Claudio Ubeira, presentó un escrito con el fin de que se avance sobre ciertas pruebas que vincularían nuevamente con el atentado a grupos de extrema derecha como Revolución Federal y sus líderes Jonathan Morel, Leonardo Sosa y Gastón Guerra, además de avanzar sobre la complicidad de la vecina Ximena de Tezanos Pinto, entre otras medidas.
Y luego de que el juez Marcelo Martínez de Giorgi rechace el pedido, ahora Ubeira apuntó contra el ministro de Seguridad y Justicia porteño, Marcelo D'Alessandro, por su rol durante el operativo sobre el departamento de CFK durante el atentado, luego de que se filtraran una serie de escandalosos chats con Silvio Robles, el vocero del actual titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti.
"Yo no desvinculo el atentado con los días previos, cuando la Policía de la Ciudad, que supuestamente brindaba la tranquilidad del perímetro, ocurrió el ataque al Instituto Patria, los insultos a Máximo Kirchner y los camiones con cascotes", recordó Ubeira ante radio El Destape.
El fin del letrado es demostrar que muchas de estas situaciones "fueron responsabilidad de D'Alessandro". Por lo que garantizó que, a partir de los chats filtrados y su comportamiento, presentarán "algo más concreto y directo".
Al mismo tiempo descartó que la sospecha sea de una complicidad por parte del ministro con el atentado, aunque sí analizar si sus decisiones posibilitaron que ocurriera. "No creo que a esta persona se la pueda imputar por un hecho de esa naturaleza. Parecería que no hubo un conocimiento previo", reconoció el abogado.
Por otro lado, luego de las filtraciones de sus operaciones con empresarios, jueces y fiscales, el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, fue el encargado de generarle otra preocupación al ministro porteño, luego de que denuncie a Silvio Robles, estrecho colaborador del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, y apunte contra su idoneidad en el cargo, a partir de los chats que se hicieron públicos y solo fueron negados por el propio D'Alessandro.
"En la fecha, y ante el Fiscal Federal en turno de Santiago del Estero, realicé denuncia penal contra el Dr. Silvio Federico Robles, vocero del presidente de la CSJN, por los S.D. de tráfico de influencias e incumpliento de los deberes de funcionario público", detalló Zamora en sus redes sociales.
"La denuncia penal se fundamenta atento a la publicaciones periodísticas que han generado gran conmoción pública, sobre filtraciones de chat donde se habría arreglado el fallo a favor de CABA, por el índice de coparticipación federal", explicó el gobernador. En la denuncia Zamora pidió "como cautelar la inmediata entrega de sus teléfonos de uso ofíciales para la pronta aclaración de esta situación que está generando una gravedad institucional sin precedentes".
Alberto se reúne con los gobernadores y avanza con el pedido de juicio político a Rosatti y la Corte
"Hoy no solo vemos amenazado un pilar fundamental de la nación, que es el federalismo, sino que además, frente a este hecho, se ve en crisis la institucionalidad misma del país y la vigencia del estado de derecho", concluyó el hilo de Twitter el gobernador.La denuncia del santiagueño fue sólo un día antes de la reunión que el presidente Alberto Fernández encabezó hoy junto a un grupo de gobernadores, con el fin de elaborar el texto con el que solicitarán a la Cámara baja del Congreso que se le inicie un juicio político y a Rosatti y que se investigue al resto de los ministros de la Corte, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda.
Las últimas novedades han hecho que la continuidad de D'Alessandro en el Gobierno porteño penda de un hilo, y que su principal fortaleza sea -en este momento- que el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, no quiera dar el brazo a torcer, por considerar su renuncia una muestra de debilidad de cara a una elección presidencial y una interna en la que quiere llevarse la posibilidad de ser el principal candidato opositor para quedarse con el sillón de Rivadavia.
