10 Febrero de 2025 10:53
![Scioli jugando al paddle](https://statics.bigbangnews.com/2025/02/crop/67aa0511b3e4a__400x300.webp)
Mientras los incendios arrasan con miles de hectáreas en la Patagonia y el Litoral, el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, elige mostrarse en redes sociales con una raqueta en la mano y un mensaje de superación personal. "Mis pasiones deportivas: el paddle tenis, el futsal y el ajedrez. La mejor vacuna contra el estrés: hacer deporte. Y también para ver la vida con fe, esperanza y optimismo", escribió Scioli en su cuenta de Instagram.
El posteo sorprende no solo por su tono liviano en un contexto de emergencia ambiental, sino porque refleja la desconexión de un funcionario que, lejos de estar en el centro de la gestión ambiental, parece vivir en un universo paralelo donde el principal problema del país es encontrar tiempo para hacer ejercicio. La situación en el sur del país es dramática: en la región de El Bolsón, los incendios ya han devorado más de 36.600 hectáreas, con evacuaciones masivas y cientos de familias que han perdido sus hogares. En Nahuel Huapi, el humo impide el despegue de helicópteros, dificultando las tareas de los brigadistas, quienes trabajan en condiciones precarias y con contratos que vencen en abril. A esto se suman los 30 despidos recientes en Parques Nacionales, dejando en evidencia que el ajuste también golpea a quienes luchan contra el fuego.
Sin embargo, el Gobierno no solo viene manteniendo un silencio atronador y peligroso frente a la crisis, sino que centra sus esfuerzos en la persecución de presuntos responsables, con detenciones que la Justicia viene desestimando por falta de pruebas. La búsqueda de un chivo expiatorio parece importar más que la prevención y el combate de los incendios, dejando en manos de brigadistas y vecinos la defensa del territorio.
El caso de Scioli resulta paradigmático. Su nombramiento como secretario de Turismo, Ambiente y Deportes ya generó controversia, dado que su única experiencia en el ámbito ambiental parecía limitarse a su gestión en la provincia de Buenos Aires, caracterizada por la falta de políticas sustentables. Ahora, en el peor momento de la crisis ambiental del país, su falta de acción y sus prioridades exponen una preocupante inoperancia gubernamental.
El silencio del Gobierno ante los incendios contrasta con la rapidez con la que busca evaluar a empleados estatales para justificar despidos en nombre de la eficiencia. Sin embargo, la falta de idoneidad parece no ser un problema cuando se trata de designaciones políticas. Scioli encarna ese doble estándar: un funcionario sin experiencia en la materia que prefiere hablar de sus hobbies antes que de la devastación ambiental.
Mientras las llamas avanzan, Scioli juega al paddle y predica el optimismo. La Patagonia arde, los brigadistas luchan con recursos mínimos y las familias lloran sus hogares. La tragedia ambiental sigue su curso, pero para el secretario de Ambiente, lo más importante parece ser el deporte.