27 Febrero de 2019 09:50
El caso del obrero que increpó al presidente Mauricio Macri por la crisis económica en el país no es la primera embestida de realidad que sufre el Gobierno. Desde que Cambiemos ganó las elecciones en 2015 se repitió la misma escena en diferentes escenarios. Algunos con una marcada connotación política, otros (como es el caso de lo que sucedió ayer) son la genuina expresión de que la economía está lejos de funcionar.
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Un claro indicador del malestar general en la sociedad es que desde el comando central de campaña de Cambiemos ya comienzan a poner en duda si se continuará con una de las “herramientas” de proselitistas predilectas del espacio: los timbreos. Si bien cerca del jefe de Gabinete, Marcos Peña, sostienen que se trata de una decisión porque buscan una “nueva forma de cercanía” con el electorado, lo cierto es que el malestar hizo que no quedara lugar en donde “no los putearan”.
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