Que no te la cuenten cambiada
27 Mayo de 2024 18:06
"Soy el ejemplo de vivir sin sentirse una víctima a pesar de haber sido víctima de muchas cosas", dijo la diputada libertaria Lilia Lemoine frente a un Luis Novaresio que quedó con una expresión boquiabierta.
La funcionaria libertaria fue tendencia en las últimas semanas por sus dichos -y confusión- sobre los conceptos de techo de cristal y brecha salarial, dos conceptos que describen la inequidad de las mujeres e identidades feminizadas a puestos de toma de decisión en el mundo productivo y a la diferencia de salarios que existen entre hombres y mujeres por el mismo trabajo.
Lemoine expresó a Novaresio que el concepto de techo de cristal no existe y con respecto a eso explicó: "A las mujeres en algunos ámbitos nos cuesta más llegar, te lo digo porque estudié ingeniería, no me recibí y trabajé en el área de sistema que es un área netamente masculino".
BigBang abrió las puertas al debate y, para analizar los dichos de Lemoine charló con Carolina Villanueva, directora de Grow que estudia el mercado laboral desde una mirada de género e inclusión.
Carolina expresó que lo que preocupa es en realidad el sexismo de base: "Es un gobierno que no tiene solamente tinte conservador -porque eso no tendría nada de malo- sino que preocupa la negación de las problemáticas de las mujeres que están fundadas en datos y estadísticas concretas.
Y analizó profundamente las palabras de la diputada de las Fuerzas del Cielo: "Lo que dice Lemoine en realidad marca el punto de que las mujeres, por el hecho de ser mujeres, no tienen por qué ser (ni tener) una mirada feminista de la realidad, es una forma de pensar y analizar el mundo que trasciende al simple hecho de ser mujer".
Sin embargo, como miembra de Grow, no es lo único que le preocupa del gobierno: "Otras cosas que nos preocupan es por ejemplo, lo que dijo el secretario de culto Francisco Sánchez sobre el divorcio: pone en duda el divorcio vincular como un avance de la sociedad y lo vincula con el hecho de que los hijos que tienen padres divorciados tienen más conflictos y tienen más problemas de autonomía y de aprendizaje; esto lo hace desconociendo el derecho a vivir una vida libre por parte de quienes conforman esa pareja, y destendiendo el hecho de que tampoco es lindo crecer en una familia donde los padres no se quieren y están forzados a la unidad", dijo y amplió: "Otro aspecto central tiene que ver con el desfinanciamiento de las políticas esenciales como la prevención del embarazo adolescente como el plan ENIA".
Dato mata relato
En cuanto a los dichos de Lemoine, Villanueva decidió poner en discusión el hecho de que la brecha salarial no existe con datos fehacientes: "Ella habla de que las mujeres no ganan menos y en realidad los datos del tercer trimestre del 2023 del INDEC hablan de una brecha salarial -que es el promedio de los ingresos de los hombres, sobre el promedio de los ingresos de las mujeres en Argentina- del 25%".
Además dio un dato muy llamativo: "Son los 91 días extras que las mujeres tenemos que trabajar para ganar lo mismo que en promedio un varón. No estamos diciendo que a todas las mujeres nos discriminan y nos pagan 25% menos que a un varón que hace lo mismo que nosotras", explicó.
Carolina de Grow analizó ese punto en particular: "Lo que estamos diciendo es que, en promedio en el país, entre todo lo que ganan los varones y todo lo que ganan las mujeres hay una brecha de 25% que se explica porque las mujeres se dedican en mayor proporción a las tareas de cuidado, están más en la informalidad y en condiciones vulnerabilidad; entonces en promedio, ganamos 25% menos y es un dato concreto innegable".
Sobre el techo de cristal, concepto que Lemoine niega, Carolina explicó: "La evidencia es abrumadora: por ejemplo las mujeres somos el 34% de la fuerza productiva del sector privado, o sea, de la fuerza laboral que trabaja en el sector privado. No somos ni la mitad; hay un problema de acceso y son datos que no mejoran hace un montón de años. Entonces, estamos hablando de un problema desigual de acceso".
Además analizó: "Podemos afirmar que hay un techo de cristal cuando la mujeres son el 34% de la fuerza productiva del sector privado pero solo el 14% de los puestos en directorios, por ejemplo. Cuando la proporción de mujeres se desgrana al escalar en puestos jerárquicos, estamos frente a un techo invisible, de cristal".
Carolina Villanueva de Grow explica claramente: "Eso pasa en absolutamente todas las industrias, desde la del petróleo y gas, pasando por la minería; pasa en el sistema financiero donde las mujeres son el 4% pero tampoco en los espacios de decisión".
