31 Octubre de 2016 14:39
Jorge Lanata volvió a apuntar anoche una vez más contra el ministro de Planificación de los años del kirchnerismo en el poder.
El conductor de Periodismo Para Todos presentó una investigación en la que acusó a Julio De Vido por la compra irregular de una máquina de efectos especiales para cine que costó 14 millones de dólares y fue destinada a la Universidad Nacional de San Martín, una casa de estudios afín al kirchnerismo.
Peter Jackson uso tecnología Viacom para la producción de The Hobbit y El Señor de los Anillos.
Según la denuncia presentada ante la Justicia por el abogado Ricardo Monner Sans, los equipos fueron adquiridos a la empresa norteamericana Viacom pero no se utilizaron para realizar ninguna película.
La empresa que le vendió esta maquinaria al ministro en el 2015 fue Sistemas Latinos, que está habilitada para artículos quirúrgicos y ortopédicos.
La máquina fue utilizada por la productora privada SINEMA Entertainment, que fue creada hace tres años, se dedica a la ortopedia y tiene como CEO a Mauricio Brunetti -sobrino del ex intendente kirchnerista de Puerto Deseado- quien no tiene experiencia en el rubro y que en el pasado quebró una pizzería.
El actor Andy Serkis con el traje de sensores que luego dio vida, digitalmente, a Gollum en El Señor de los Anillos.
La compra incluyó computadoras, servidores, sensores y cámaras que son utilizadas por los grandes estudios de Hollywood para sus proyectos y registran movimientos humanos que luego son convertidos en animaciones tridimensionales.
La máquina contiene 72 cámaras de registro de movimiento y es utilizada, por ejemplo, en películas de animación de Dreamworks, Pixar y Disney -como Avatar y la trilogía del Hobbit- dado que se trata de la máxima tecnología cinematográfica. Recientemente, la productora kirchnerista presentó el trailer Quixote, que está basado en la historia de Miguel de Cervantes.
Lanata y el informe de PPT.
La denuncia de Monner Sans remarca que la máquina no fue destinada al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), sino que fue instalada en la Universidad de San Martín.
La denuncia se realizó a partir de las pruebas que aportó un informante de identidad reservada.