Mediante un decreto que promete polémica y generó rechazo entre ambientalistas, el presidente Mauricio Macri habilitó la importación de basura y residuos para ser reutilizados en la Argentina, prohibido en el país desde 1991 cuando se sancionó la Ley de Residuos Peligrosos. Se habilita el ingreso de papel y cartón, chatarra ferrosa y de aluminio, plástico y vidrios; y advierten que el país podría transformarse en el “basurero del mundo”.
El decreto fue publicado esta mañana en el Boletín Oficial y modifica decretos reglamentarios de la Ley de Residuos Peligrosos para permitir que ingresen al país “sustancias y objetos” de otros países, siempre y cuando se puedan ser utilizados para abastecer la demanda que exija el mercado local para su reutilización.
Hasta ahora, la ley sancionada en 1991 prohibía el ingreso de la basura cuando no se garantice la “inocuidad” de los residuos, y prohibía el ingreso, transporte y e importación de todo tipo de residuo, desecho o desperdicio de otros países. Para poder ingresar al país, la basura debía contar con un “certificado de inocuidad sanitaria y ambiental”. Para obtener ese permiso, las autoridades ambientales del país saliente debían aprobar el envío, del mismo modo que las autoridades argentinas.
Según el decreto, la basura que podrá importarse será aquella que ya haya "pasado por operaciones adecuadas y suficientes de tratamiento, incluyendo la segregación, acopio y acondicionamiento para fines específicos, que actualmente puedan ser destinados a un proceso productivo e incluso son comercializados como insumos, materias primas o productos".
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De acuerdo con el decreto, las sustancias u objetos que fueron incluidos son aquellos que se utilizarán para “finalidades específicas” y que “no genere impactos adversos para el ambiente o la salud”. En declaraciones al diario Página 12, el abogado ambientalista Enrique Viale advirtió que la mayor preocupación del decreto es que se elimine el requisito de “inocuidad y peligrosidad de origen”. “¿Cómo podemos estar seguros de que no ingresen residuos peligrosos?”, se preguntó.
En esta línea, el ambientalista sostuvo que “hablan de cartón y reciclables cuando las grandes ciudades de nuestro país no reciclan el 100 por ciento de sus residuos”, y que el decreto “atenta contra las cooperativas de cartoneros” que viven de la venta de material reciclado. De hecho, recordó que el artículo 41 de la Constitución Nacional establece la prohibición del ingreso de residuos “actual o potencialmente peligrosos”.
Además, Viale remarcó que es "sospechoso" el modo en el que se modificó la norma, y dejó entrever que podría existir un "negocio" detrás de la decisión. "Un gobierno que nos tiene acostumbrado a la ausencia absoluta de política ambiental publica un decreto muy misterioso, en silencio y totalmente incosulto. Nos hace dudar si no hay algún negocio ya pactado por atrás", agregó. No son pocos quienes, en esta línea, recordaron que la familia Macri fue propietaria de la firma ManLiBA, la empresa recolectora de residuos de la Ciudad de Buenos Aires que operó hasta 1997, a pesar de que desde 1994 tenía los contratos vencidos.