Se sabía que no iba a ser una mesa fácil, pero Jaime Durán Barba no esquivó la situación y aceptó la invitación de Mirtha Legrand, confesa detractora suya, para participar de sus almuerzos. Pero lo que no esperaba era la arremetida de Moria Casán, también invitada a la mesa, quien no dudó en irle al hueso y acusarlo de “libidinoso”.
Durán Barba y los divertidos momentos que Moria y Mirtha le hicieron vivir.
La primera en dar la nota fue Casán quien, luego de mostrar su look, regresó a la mesa y le espetó un llamativo comentario al asesor presidencial: “Usted me hace acordar a los señores que iban al teatro de revistas con las valijitas”. Sorprendido, Durán Barba preguntó el motivo. “Y, porque se tocaban un poquito”, retrucó con audacia la vedette.
Lejos de achicarse, el “gurú político” de Mauricio Macri siguió: “No me has visto en tu teatro. He ido a ver 'The hole'”. Y ahí se ganó a Casán: “¿Me vino a ver? Ay, gracias Durán”. “Me encantó”, remó el asesor. “Me parecía que lo vi con esos ojitos picarescos, casi libidinosos, mirándome”, redroblóMoria. “Libidinosos en segunda fila. Pero no me reconoció, así que por eso no le llevé flores a su camarín”.
El asesor presidencial esquivó todos los tiroteos.
Mirtha intercedió de inmediato y destacó el estado físico de la morocha. “Soy una señora grande Durán Barba, pero soy atemporal porque lo único que no elegí en mi vida es la edad. Por lo tanto, tengo la edad que cada uno quiere tener”, aprovechó Casán para seguir con el ida y vuelta.
Después de que ambas divas coincidieran en que preguntar la edad es algo que no se hace, Moria lo miró directo al hombre de Macri e indagó: “¿Usted se acostó con alguien ayer señor Durán Barba?”. Y él resistió: “Ayer no”. “¡Ay, me encanta Durán! Es lo máximo”.
El picante cruce entre Mirtha y Durán Barba
ML: “Este señor es un hombre importantísimo”.
DB: “No, no”.
ML: “Usted es muy importante.
Hay gente que lo quiere y gente que no lo quiere nada. ¿Yo me peleé con usted?”.
DB:
“Parece que sí”.
ML: “Yo le voy a contar algo.
El año pasado, el presidente me invitó a almorzar a casa de Gobierno. Cuando entré al comedor, usted salía y no me saludó. ¿No me vio? Porque yo no paso desapercibida. ¿No me vio o no me quiso saludar?”.
DB: “Yo tengo una psicopatía aguda.
A mi madre me la cruce una vez en un parque y le dije: 'Buenos días, señora'. Cuando dio un alarido me di cuenta de que era ella. Soy absolutamente distraído”.
Moria salió en su defensa y le preguntó si era fóbico social. “No, soy introvertido. Vivo muy metido en mi mismo”, remató el asesor presidencial.