15 Diciembre de 2016 11:30
Hubo un tiempo en el que Milagro Sala sólo pensaba construir viviendas sociales para los más necesitados de Jujuy. Corría noviembre de 1999 cuando fundó la Tupac Amaru. Fernando De la Rúa todavía no había asumido la presidencia que dos años después abandonaría en helicóptero. De la peor crisis económica del país sobrevivió la asociación barrial. Pero, 17 años después, su líder debe enfrentar su primer juicio oral por la violencia de su organización social. Y ante los jueces, ironizó: "Le pido perdón a Gerardo Morales por ser peronista, negra y coya".
"Morales no se dedicó este año a gobernar sino a llenarme de causas porque le molesta que nos hayamos organizado, que no dependamos de ningún sector político y que no bajemos la cabeza por nada", continuó declarando ante las preguntas de su abogada Elizabeth Gómez Alcorta. La acusada de ser "coautora por instigación", "amenazas coactivas" y "daño agravado" negó haber estado presente en San Salvador cuando se produjo el escrache en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas.
El Tribunal Oral Federal (TOF), integrado por los jueces María Juárez Almaraz, María Alejandra Cataldi y Fernando Díaz, también le dio la oportunidad de pronunciarse a los supuestos autores materiales del escrache, Graciela López y Roberto Salvatierra, quienes le habrían arrojado huevos en el 2009 al gobernador, al ex Auditor General de la Nación, Leandro Despouy, y al auditor Leandro Nieva.
Sala declaró por el escrache contra Morales.
Los jueces que llevan adelante el primer juicio oral contra la líder de la Tupac Amaru habían resuelto en mayo de este año su sobreseimiento por prescripción del delito denunciado, pero la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por Juan Carlos Gemignani, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, exigió que la juzgaran por las amenazas en concurso real. Así, el TOF dará a conocer el 21 de diciembre su sentencia.