Sorprendidos por la cantidad de personas que concurrieron al Obelisco, en el oficialismo consideran que la ¨Marcha del Millón¨ cumplió con su objetivo central de darle ¨una vida más¨ al presidente Mauricio Macri de cara a lo que será la última semana de campaña.
Luego de esta marcha, en la que concurrieron entre medio millón y un millón de personas de acuerdo a las estimaciones del oficialismo, se espera que el propio Gobierno le de ¨con el inflador¨ a las recorridas que terminarán el jueves en Córdoba con el cierre de campaña.
Lee más . Macri dijo que el 27 es la elección real al hablar ante un multitud en el Obelisco
Como en pocas ocasiones desde su génesis, el macrismo estuvo en todos los detalles para que no quede nada librado al azar. Incluso se acordó apagar la pantalla de LED de Diagonal Norte que contenía una propaganda del candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el Frente de Todos, Axel Kicillof.
Con una vigilancia el doble de densa que en la primera marcha en la Ciudad, en Barrancas de Belgrano el pasado 28 de septiembre, cada paso de Macri estuvo visiblemente controlado. No obstante ello hubo ciertos episodios de vandalismo que incluyeron el robo de celulares, del cual fue víctima uno de los funcionarios de la vicejefatura de Gobierno.
"La verdad que nos sorprendió mucho la convocatoria. Siempre son un riesgo este tipo de marchas. Pero el apoyo fue contundente. Nos da una vida más que es lo que necesitamos para ver si hay chances de forzar una segunda vuelta", precisó una calificada fuente gubernamental.
"Hay que entender que los 35 puntos de pobreza son el piso electoral del kirchnerismo. Es casi matemático. De ahí en adelante tenemos que dejar todo para ver si tenemos la chance de forzar la segunda vuelta", agregó otra fuente que conoce el seno del PRO desde sus inicios.
Tal y como sucedió en la marcha anterior en la Ciudad la orden impartida para los miembros del Gabinete es que se mezclaran con la gente que asistió. Así se puedo ver, por ejemplo, como uno de los más solicitados para las fotos fue el ministro de Interior, Obra Pública y Vivienda, Rogelio Frigerio.
Cada uno de ellos, además de procurar mantener emocionados a los manifestantes, tenía la obligación de remarcar la necesidad de alcanzar una participación récord en las elecciones del domingo 27.
El propio Macri hizo referencia a esa necesidad durante su discurso. "Tenemos que tener la mayor asistencia desde 1983, por eso todos a votar. No queremos prepotencias en la mesas. Por eso nos vamos a ocupar el domingo 27 de fiscalizar", afirmó el jefe de Estado.
Es por eso que Macri procuró centrarse en que cada uno recuerde su papel en las elecciones del domingo 27. "Cuando nuestros nietos nos pregunten qué hacíamos el 27 de octubre de 2019 le tenemos que responder que estábamos haciendo Patria", agregó el mandatario.
En la Casa Rosada ya dan por descontado que en los planes para forzar el ballotage no se encuentra una victoria en la provincia de Buenos Aires, algo que la gobernadora María Eugenia Vidal tiene bien en claro y por eso, sostienen, se la vio medio incómoda durante la marcha en la fue el propio público el que obligó a Macri a referirse a ella después de que las cámaras la enfocarán.
En los últimos días incluso ya habló con un periodista de un medio platense, al cual conoce desde su paso por el ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad, y le prometió lo que será su última entrevista como gobernadora provincial.
Pero no todo es color de rosa para el oficialismo luego de la marcha. Con un Macri decidido a seguir en la política una vez que termine su mandato, de no resultar reelecto claro está, la pregunta estará centrada en el lugar que ocupará. Es que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, comenzó a probarse el traje de jefe de la oposición de no darse un buen resultado a nivel nacional el domingo de la semana próxima.
"Hasta el 10 de diciembre el presidente es Mauricio. Después es otra cosa", repiten cerca del alcalde porteño que ya sabe que tendrá algunas bajas en su gabinete, además de la salida de la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, Guadalupe Tagliaferri, que es candidata a senadora nacional, por lo que también tendrá que pensar muy bien como reestructurar esas piezas.
Las tres claves en las que se centran las esperanzas de Macri
Además de la participación récord a la que aspira el Gobierno, en el comando de campaña se esperanza con lograr sumar puntos por dos factores que consideran clave.
Lee más . Macri encabeza la "Marcha del millón" como su última carta antes de las elecciones
El primero es a nivel nacional y se centra en lo que denominan como "voto castigo" y comprendería al votante que decidió castigar al Gobierno por sus políticas de ajuste y privilegió por optar por la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. ¨"En algunos lados ese miedo, ese susto por todo lo que provocó la victoria de ellos en las PASO calo hondo. No sé hasta dónde, pero va a ser un factor", sostuvo no de los armadores territoriales del oficialismo.
El otro punto, y que tiene su epicentro en la provincia de Buenos Aires tiene que ver con el voto "bronca" contra el peronismo en la provincia como consecuencia de las inundaciones. En lo que resta de la semana el oficialismo apuntaría a que se compare como municipios gobernados por Cambiemos, como es el caso de La Plata, Lanús, Tres de Febrero y Luján, no tuvieron problemas con las lluvias mientras que La Matanza, Lomas de Zamora y Esteban Etcheverria vieron como sus vecinos perdían casi todo por la falta de obras.
El Gobierno decidió encarar la última semana de campaña, en la cual los especialistas consideran que los indecisos deciden su voto, con todas las herramientas que tiene a mano. "Hay que ver si alcanzan", consideran.