Cristina Kirchner sugirió que aceptaría un debate con el resto de los candidatos a senadores, aunque puso como condición que se realice en una Universidad pública de la provincia de Buenos Aires, y rechazó que sea realizado en una señal de cable. “No importa si lo hace una ONG, una universidad o un canal de TV, lo importante es que sea abierto y transparente”, consideró Hernán Charosky, uno de los organizadores del debate presidencial en 2015.
Cristina indicó que el debate no puede convertirse en “una pelea entre políticos”, y sostuvo que se debe discutir “lo que la gente votó en las PASO, que fue contra el ajuste y el plan económico”. Sin embargo, y con las elecciones legislativas a un mes, el debate aún no tiene ni fecha, ni lugar, ni horario ni mucho menos presencias confirmadas. Ayer, durante la entrevista que le hizo Víctor Hugo Morales en radio AM 750, Cristina evitó confirmar si debatirá o no.
Cristina pidió que el debate sea en una universidad pública de la Provincia.
En 2015 hubo dos debates: uno previo de las generales y otro posterior, en la instancia de ballottage, entre Daniel Scioli y Mauricio Macri. La discusión, que se concretó en la facultad de Derecho de la UBA, fue organizada por la ONG Argentina Debate, cuyo director era Charosky, quien hoy es funcionario del Gobierno porteño y está alejado de la organización de debates políticos.
Sin embargo, y tras haber participado del debate en 2015, consideró que no importa si lo organiza una ONG, un canal de televisión o una universidad, sino que lo central es que existan instancias de diálogo y negociaciones abiertas y transparentes. “Los debates se deben incorporar a la práctica electoral en la Argentina”, le dijo a BigBang.
En esta línea, sostuvo que es posible “juntar a gente que piensa distinto frente a los medios de comunicación”. De todos modos, remarcó que en 2015 el interés era mayor por tratarse de una elección presidencial y no una legislativa. “El entusiasmo que hay alrededor del debate fue prendiendo en la sociedad”, analizó.
¿QUIÉN GANA Y QUIÉN PIERDE?
Para la directora de Management & Fit, Mariel Fornoni, existe una “regla tácita” que indica que quienes van ganando no desean debatir. “Muchas veces no quieren arriesgarse a quedar mal en el debate, o salir en una posición minoritaria”, señaló a BigBang. Pero además, consideró que hay una sobredimensión del impacto que tienen: “Si se miran los niveles de rating son muy bajos”.
Fornoni consideró que el debate no influirá en quienes tienen el voto definido. En cambio, sostuvo que tanto Esteban Bullrich como Cristina tratarán de captar los votos de Sergio Massa y Florencio Randazzo. Y más importante aún: buscar llegar a más de 400 mil personas que no fueron a votar en las PASO por diversas razones, lo que representaría entre cuatro y cinco puntos.
Para Federico González, Massa y Randazzo pueden resutlar más airosos que Bullrich yCFK.
“Cristina va a tratar de hablarle al peronismo, a los votantes de Randazzo; y el oficialismo buscará llegar a los independientes y a los votantes de Massa”, remarcó la consultora.
En cambio, Federico González, de González & Valladares, remarcó a este medio que el debate puede determinar un giro en la elección de los candidatos. Aunque aclaró que los más convencidos por Cristina y Bullrich no van a cambiar su voto, consideró que sí puede haber “una mínima variación”.
Para el consultor es clave realizar un debate e instalarlo como parte de la cultura electoral “sin dar vueltas”. “Los debates favorecen a quienes entienden mejor la síntesis de propuestas y comunicación”, señaló. “A Bullrich no lo favorecería, yo no lo veo a priori con tanta garra como para estar con Cristina, Massa y Randazzo, ya que los tres se la bancan muy bien e imponen presencia”, agregó. Por eso, González no descarta que Randazzo y Massa puedan salir más airosos del debate que Cristina y Bullrich.