por Gonzalo Prado
21 Abril de 2021 14:16La disputa por la suspensión o no de las clases presenciales en la Ciudad sigue sumando capítulos en la tensión entre el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Con la resolución en manos de la Corte Suprema ninguno de los dos dirigentes quiere dar el brazo torcer.
Hoy por la mañana, después de lo que fueron las declaraciones cruzadas de ayer, Fernández se mostró públicamente con el ministro de Educación, Nicolás Trotta. El mismo que hacía días no aparecía públicamente, luego de que se interrumpieran por decreto las clases en el AMBA cuando sólo horas antes había sostenido en público y en privado que no se avanzaría con la medida.
Vizzotti sobre la segunda ola: "La Argentina está viviendo el peor momento de la pandemia"
La idea del encuentro con Trotta, según trascendió, es llegar a un entendimiento para un proyecto de “presencialidad cuidada” o intermedia, de cara a lo que sucederá a partir del 30 de abril, día en el que se deberán revisar las restricciones.
Trotta expuso las "alternativas" que viene desarrollando la cartera educativa "para desplegar una agenda de presencialidad administrada que permita reducir la circulación" en aquellas zonas que presenten mayor riesgo epidemiológico debido al crecimiento exponencial de casos.
Sin decirlo, el proyecto tiene otro objetivo: preparar el terreno para un fallo adverso de la Corte Suprema. Las clases, además, desde febrero de este año que se convirtieron en una cuestión de política electoral para el Gobierno. Fue la propia vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, la que le reclamó a Fernández por la estrategia de la Ciudad que le iba a permitir al alcalde porteño tener una foto que todos los mandatarios buscaban y por eso le recomendaba evitar que las clases en territorio porteño comiencen el 17 de febrero.
Mientras tanto, en la Ciudad evitan cualquier tipo de declaración al respecto. Una de las críticas que aceptó Rodríguez Larreta es el nivel de incertidumbre entre los padres por la puja por las clases presenciales. Todos los días pueden haber novedades que cambien el panorama y esa intranquilidad también repercute en las mediciones que recibe el alcalde porteño.
Ayer por la noche, consciente de esto, decidió que la palabra central la tenga el subsecretario de Justicia, Jorge Djivaris, cerebro judicial del larretismo. Él fue el que dijo que había margen para evitar tener que suspender las clases presenciales a la espera de un fallo de la Corte Suprema.
“La Corte Suprema en el día de ayer (por el lunes) determinó que era competente para entender de manera originaria la cuestión que se planteó en la Ciudad de Buenos Aires y el Estado Nacional por el DNU a modo de entender la Ciudad de Buenos Aires que avasalla su autonomía”, fue la frase que le dijo a Rodríguez Larreta. “No puede incumplirse una medida cautelar, a partir de que un juez de otro fuero levanta esa medida”, remarcó.
Pero la disputa al rojo vivo también está en la Corte Suprema en donde por estas horas hay un escenario, según trascendió, de 3 votos contra 2. Los conocedores de los pasillos de Tribunales remarcan algunas cuestiones. La primera es que la presión social hace que la Corte no pueda estirar los plazos a la espera de una negociación política que, al momento, tiene muy pocas chances de llevarse adelante. Sin embargo, la decisión de la Ciudad de no acatar el fallo de la Justicia en lo Contencioso Administrativo Federal terminó generando un poco de aire.
La segunda es que si bien le dio un guiño al oficialismo con los cinco días de plazo para la respuesta ante la cautelar que pidió la Ciudad se espera que antes del jueves si no hay una respuesta sea el máximo tribunal el que se mueva.
En tercer lugar, esta el tanteo que harán hoy tanto las autoridades de Nación como de Ciudad en la audiencia por la quita de la coparticipación federal. Zannini había solicitado que la Corte no tenía competencia para fallar en esta cuestión y recibió sobre el filo de la noche una respuesta negativa.
Cómo funciona el 'Sistema de gestión de camas' de Axel Kicillof y el impacto en los privados
Por estas, horas tanto Fernández como Rodríguez Larreta empiezan a hacer la evaluación de daños que podrían tener las posturas de cada uno. Es que los emisarios que empezaron a tantear el terreno cortesano les llevaron el mismo mensaje y, ante la incertidumbre del fallo, nadie quiere quedar más expuesto.