A mediados de mayo de este año, el Fondo Monetario Internacional anunció el reparto entre todos sus países miembros de US$650.000 millones por derechos especiales de giro (DEG). Los derechos especiales de giro son la "moneda" del organismo y su distribución entró en rigor el lunes. La lógica con la que el Fondo "reparte la torta" adicional por la pandemia de Covid-19 es proporcional a la cuota de las naciones o Estados que lo integran y, por ese cálculo, a la Argentina le corresponde el 0.76 por ciento de su cuota: es decir, unos US$4.355 millones.
A diferencia del resto de los países del mundo, la Argentina no podrá hacer uso del "alivio" que el Fondo comenzó a repartir entre sus socios. ¿El motivo? Deberá mantener el giro en sus reservas para garantizar el pago de los compromisos en dólares con los organismos internacionales para lo que resta del año. Es decir que, en el caso de la Argentina, el Fondo se "autoenvió" el dinero necesario para asegurarse el cobro y avanzar en las negociaciones para reprogramar los vencimientos del préstamo por US$44.000 millones contraído por Mauricio Macri.
La decisión del Fondo Monetario Internacional de destinar una ayuda adicional a los países socios por los desajustes ocasionados por la pandemia en el mundo también tiene su lectura crítica en términos de distribución geopolítica: de los US$650.000 millones, sólo US$275.000 fueron asignados a los mercados emergentes y países en vías de desarrollo, entre ellos incluidos además los países de ingresos bajos. Es decir: la torta benefició a los que más espalda económica tuvieron para enfrentar al virus que paralizó al entramado productivo de todo el mundo.
Uno de los primeros en poner en contexto la descomunal cifra que desembolsó el Fondo fue Axel Kicillof, horas después de que se hiciera el anuncio histórico. "Ayer nos enteramos de que el FMI está disponiendo de una ayuda para atender los problemas ocasionados por el Covid-19 en todo el planeta", destacó, al tiempo que puso en contexto: "A Macri le prestó 57 mil millones de dólares para que se los patinara en su campaña".
El análisis es contra fáctico, es cierto, pero sirve para entender un poco las limitaciones actuales de la economía Argentina, condicionada por el crédito negociado por la administración anterior. El periodista Alejandro Bercovich detalló en su programa Brotes Verdes en qué podría haber destinado el Estado el giro de US$4.355 millones, que deberá permanecer en las frías reservas del Banco Central por el acuerdo del Gobierno anterior:
Un año de pandemia, en números: rubro por rubro, cuántos millones desembolsó el Estado
"Ayer (por el lunes) entró a la Argentina el paquete de emergencia del Fondo Monetario dispuso para todo el mundo para paliar los efectos de la pandemia. Los dólares entraron a las arcas del Banco Central pero, lamentablemente, están en una puerta giratoria y se van a ir entre septiembre y diciembre, en dos pagos que todavía quedan del segundo acuerdo que firmó Mauricio Macri. Es un montón de plata. ¿Sabés qué se podría hacer con este dinero?", se preguntó al aire.
El economista hizo el cálculo con el dólar oficial ($102,79) y procedió a enumerar todo lo que el Estado podría haber hecho con el dinero que regresará en muy poquito tiempo a las arcas del Fondo Monetario Internacional:
Cinco nuevas rondas de IFE (permitiría un alivio para 8.9 millones de personas de acá a enero del 2022). Se podría triplicar el presupuesto de las universidades nacionales. Se podría triplicar el presupuesto en infraestructura escolar. Permitiría la construcción de 172.000 viviendas. Construcción de 145 hospitales de alta complejidad (cada uno cuesta US$30 millones)."Estamos hablando de mucho dinero, que el resto del mundo va a poder usar. Kristalina Georgieva dijo: 'Este dinero es precioso, úsenlo sabiamente'. Bueno, la Argentina lo va a usar para pagarle al propio Fondo Monetario; con un agravante: los países ricos, que son los máximos socios del FMI, van a recibir mucho más dinero que el que reciben países como la Argentina", cerró el periodista económico.