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Política

Denuncian que los Kirchner le alquilaron a Báez tres departamentos nunca declarados

Se habrían ocultado en el expediente sucesorio y en las declaraciones ante los organismos tributarios. Austral Construcciones pagó el alquiler de las propiedades. Stolbizer lo denunciará el lunes.

24 Marzo de 2017 20:34
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El frente judicial de la familia Kirchner podría recrudecer. La investigación en la causa Hotesur y Los Sauces, que tiene en la mira a la ex Presidente y sus hijos, Máximo y Florencia, sumó un nuevo elemento: la aparición de tres departamentos en Río Gallegos que fueron alquilados a empresas de Lázaro Báez, pero que nunca se declararon, según denunciará Margarita Stolbizer el próximo lunes.

Cristina no habría declarado tres departamentos alquilados a Báez en Río Gallegos.

Las propiedades, ubicadas en la calle Alcorta 99, en la capital de Santa Cruz, formaron parte de la sucesión del ex presidente Néstor Kirchner, y se encuentran a nombre de Máximo y Florencia gracias a la cesión que Cristina efectuó a su favor.

En este contexto, el próximo lunes, la diputada Margarita Stolbizer y su abogada, Silvina Martínez, aportarán ante la Justicia los nuevos datos.

La imagen del local y los departamentos sobre la calle Alcorta.

De acuerdo al escrito al que pudo acceder BigBang, los departamentos se ocultaron tanto en el expediente sucesorio como en las declaraciones ante los organismos tributarios. A su vez, Cristina Kirchner nunca hizo mención de ellos ante la Oficina Anticorrupción.

El local y los departamentos, vistos desde la calle Chacabuco.

Las unidades, que se encuentran en un primer piso, fueron construidas sobre un local que también pertenece a Cristina y sus hijos y que fue declarado como tal. Néstor Kirchner adquirió el terreno el 30 de junio de 1982 y luego edificó las propiedades que ahora podrían complicar a la ex jefa de Estado y sus hijos.

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El local ubicado en la planta baja de la ex familia presidencial tiene una valuación fiscal de $54.718. Se trata de una edificación que no reviste lujo alguno y que lejos está de la ostentación de los hoteles Alto Calafate y Los Sauces, pero que también se utilizó para hacer negocios con Báez.

La presentación que realizará Stolbizer. 

Es que los tres departamentos fueron alquilados por el detenido empresario que pasa sus días en el penal de Ezeiza, y que la semana pasada se negó a trasladarse a Santa Cruz para visitar a su enferma madre ya que, tal como publicó BigBang, “no quiso viajar 27 horas esposado”.

El pago de los alquileres se prolongó hasta diciembre de 2015 y se realizó a través de la firma Austral Construcciones.

Báez pagó alquileres en los tres departamentos que nunca se declararon.

El alquiler de estos departamentos se suma a los contratos que Báez mantenía con los hoteles Alto Calafate y Los Sauces, operaciones en la mira de la Justicia que busca determinar si el empresario pagó “coimas” a cambio de beneficios para sus empresas en la asignación de obras públicas. La pesquisa también analiza el posible lavado de dinero ya que nunca logró demostrarse la real ocupación de las habitaciones.

El descubrimiento de las propiedades surgió de la documentación secuestrada en los allanamientos a las oficinas de los escribanos Ricardo Leandro Albornoz, Norma Abuin y Jorge Ludueña, quienes se encuentran imputados en la causa Los Sauces que tramita el juez federal Claudio Bonadio.

Inquilinos

La diputada Stolbizer entregará, además, dos nuevos datos acerca de los inquilinos de Cristina Kirchner en sus departamentos de la Capital Federal.

En el escrito se detalla que la propiedad que CFK posee en Juncal 2166 piso 5, adquirida por ella en octubre de 1980, fue alquilado durante los últimos años a Francisco Martín Santamaría, un joven de 26 años que vive en Río Gallegos y trabaja en la empresa Idea SA (cuyos dueños son el socio de Máximo Kirchner, Osvaldo Sanfelice, y su esposa). Se trata de la misma firma que administra los hoteles de los Kirchner.

Otro inmueble de la calle Uruguay 1306 piso 5 fue alquilado hasta fines del 2015 a un directivo del Grupo Indalo, Mauro Sánchez. Según la denuncia, “las correspondientes facturas se emitían a nombre de la esposa de Sánchez, Natalia Inés Lima, pero los pagos provenían de las empresas del grupo de Cristóbal López”.