La madre Alba, la titular del convento de General Rodríguez donde el ex secretario de Obras Públicas José López fue detenido con casi nueve millones de dólares, no está en condiciones de declarar ante la Justicia.
La superiora del convento sufre un "descenso cognitivo" que le impediría afrontar "psíquicamente" un interrogatorio penal, sostuvo hoy un perito del Cuerpo Médico Forense.
Fuentes judiciales indicaron que el perito Leonardo Gioldi se entrevistó en el convento con Alba Día de España Martínez, de 95 años, la madre superiora que le avisó a las monjas que en la noche del 13 de junio pasado "el señor José" iba a pasar por el monasterio.
La fiscalía apunta a una imputación de la religiosa, pero se solicitaron informes al Cuerpo Médico Forense para saber si debido a su edad y su estado de salud podría afrontar una causa penal.
El perito Gioldi aseguró que Alba presenta un "descenso cognitivo que la compromete psíquicamente", dijeron fuentes judiciales, pero se pidieron estudios complementarios "neurocognitivos" y de "psicodiagnóstico" para poder evaluar su condición.
El juez Daniel Rafecas solicitó hoy que se le realice a la madre Alba un "psicodiagnóstico" y "un examen neurocognitivo" tras recibir el informe médico que dio cuenta de su débil estado de salud.
Si los estudios complementarios confirman el informe inicial, Alba Martínez sería declarada inimputable, con lo cual quedaría desligada del expediente.
En cambio, la hermana Inés (Celia Inés Aparicio), que asistía a la madre Alba, fue imputada por encubrimiento y deberá declarar el próximo lunes en los tribunales federales, para lo cual ayer designó una defensora oficial. Este martes Inés fue en medio de la lluvia hasta los tribunales federales de Comodoro Py 2002 para cumplir con ese trámite.
Las otras dos monjas que estaban en el convento en la madrugada de la detención de López -las hermanas María y Marcela- ya declararon como testigos el viernes pasado y descargaron la responsabilidad en la madre Alba.
Secuestran teléfonos
Mientras tanto, en la causa se secuestraron otros dos teléfonos celulares que había en el convento el día de la inspección ocular en el monasterio, ocurrida la semana pasada.
Según precisaron fuentes del caso, se trata de un teléfono Samsung analógico y un Siemens antiguo que habría pertenecido al obispo Rubén Di Monte (titular de la diócesis Mercedes-Luján) , fallecido en abril pasado.
La investigación sobre los teléfonos secuestrados en la causa permitió reconstruir parte de lo sucedido en la noche de la detención de López, con los llamados desde el celular de María Amalia Díaz, esposa de López, al convento y a un aparato de la madre Alba.