Finalmente el Gobierno de los Estados Unidos entregó a los organismos de derechos humanos de la Argentina una serie de documentos desclasificados, reclamados desde hace años. Pertenecen a 14 agencias y departamentos de Estado de los Estados Unidos, e incluyen información desde 1977 hasta 1982.
Los documentos se hicieron públicos ayer, pero estaban en manos del presidente Macri.
Los datos confirman el terror que se vivió en la Argentina durante la última dictadura cívico militar. Pero además, aportan datos clave sobre el rol estratégico que cumplió Estados Unidos en aquellos años, en un contexto donde se desarrollaba el denominado Plan Cóndor en el resto de la región.
Se trata de un reclamo de larga data que hacían los organismos de derechos humanos. El acuerdo había sido anunciado el 24 de marzo pasado, cuando se cumplió el 40 aniversario del golpe de Estado y coincidió con la visita de Barack Obama, en el segundo día de su intensa gira.
En su visita de marzo, Obama se comprometió a desclasificar los documentos secretos.
Se trata de 1.081 documentos desclasificados. La semana pasada estuvo en el país el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, quien le entregó los archivos secretos al presidente Mauricio Macri en el encuentro que mantuvieron en Casa Rosada. En los textos se mencionan secuestros y torturas sufridas por el dirigente político Alfredo Bravo, así como también el periodista Jacobo Timerman.
Los documentos fueron entregados ayer a los organismos de derechos humanos. Ayer por la tarde, el vicecanciller, Carlos Foradori, junto con el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y el representante de Derechos Humanos de la Cancillería, Leandro Despouy, hicieron el anuncio en la Rosada.
El gobierno de facto en la Argentina. Se extendió desde 1976 hasta 1983.
LAS CLAVES DE LOS DOCUMENTOS
La desclasificación de este tipo de documentos podría resultar central para conocer detalles de la relación no sólo entre los Estados Unidos y la Argentina en los tiempos de Jorge Rafael Videla y Jimmy Carter, sino también para tener detalles respecto casos puntuales. De hecho, varios de los 1.081 documentos enviados por el país del norte hacen referencia a la relación entre Carter y Videla.
Uno de los documentos hace referencia a por qué se encontraba detenidos unos ciudadanos identificados Alejandro y su esposa, Elena Deutsch, junto con sus tres hijas. El caso había interesado al mandatario estadounidense. En una carta, Videla los describe como “activos miembros del Partido Comunista Revolucionario, integrantes del grupo terrorista y desarrollan tareas de inteligencia. La hermana Liliana, activista subversiva en el ámbito estudiantil”.
El ex presidente de facto, Jorge Rafael Videla.
Otro de los archivos desclasificados hace referencia directamente a la relación entre Carter y Videla. Allí, el mandatario de los Estados Unidos le pide disculpas a Videla por no asistir al casamiento de uno de los hijos del militar. Esa invitación demuestra, a las claras, la relación de cercanía que pretendía mantener la dictadura con el gobierno estadounidense.
Las torturas al dirigente político y sindical Bravo también forman parte de los documentos desclasificados por la administración de Barack Obama. Allí se relata una conversación que Bravo mantuvo con el entonces embajador de los Estados Unidos en Buenos Aires, Raúl Héctor Castro, el 28 de agosto de 1978, donde detallaba al diplomático el “horror de su detención y tortura”, y denunciaba la técnica conocida como “submarino” y el uso de picanas eléctricas.
Respecto a Timerman se observa una carta del embajador en Tel Aviv a la ex secretaria de Derechos Humanos estadounidense, Patricia Derian, donde se informa que el periodista se reunió con la prensa en esa ciudad israelí. Allí manifiesta que “aún no escribiría sobre su experiencia en Argentina por miedo a represalias”.
Jacobo Timerman estuvo secuestrado cerca de tres años, a partir de 1977.
En 1977, Timerman fue secuestrado y torturado. Recién tres años más tarde sería liberado. Otro de los documentos contiene información sobre la carta que Rische Timerman, esposa de Jacobo, le envió a Carter, en las que le da detalles del secuestro de su esposo. Para el Gobierno estadounidense se trató de un caso de “extrema gravedad”.
Por último, otro de los archivos relata el encuentro entre el entonces Consejero de Seguridad Nacional del gobierno de Carter, Zbigniew Brzezinski, con el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.