El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, ofreció el Tedeum en la Catedral Metropolitana, donde aseguró que “muchos pueden pensar que no hay motivo para hacer una fiesta patria cuando buena parte del pueblo no se siente invitado”. Frente al presidente Mauricio Macri, habló de pobreza y envió un mensaje de esperanza.
Al igual que el año pasado, el cardenal de Buenos Aires ofreció un discurso con un fuerte tinte político. BigBang resumió las seis frases más importantes que pronunció Poli frente a Macri, la primera dama Juliana Awada, y varios funcionarios del Gobierno nacional y dirigentes de Cambiemos.
No puede haber realidad social que no pueda ser redimida, cambiada para bien.
Comparto que muchos pueden pensar que no hay motivo para hacer fiesta patria cuando buena parte del pueblo no se siente invitado, porque no posee igualdad de oportunidades y carece de una vida digna.
Las estadísticas veraces son muy buenas, porque nos advierten dónde estamos parados y nos animan a encarar soluciones.
No obstante, los porcentajes invisibilizan el dolor de las familias que sufren la postergación y el desánimo. Eso sólo se supera por la cercanía fraterna y cordial de otro argentino.
El cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires, pronunció un fuerte discurso en el Tedeum.
Dolorosamente hemos aprendido en nuestra historia que la inequidad genera violencias. Y que si bien las soluciones demandan las soluciones del Estado, de igual modo nadie puede sentirse excluido de hacer algo por el prójimo, compartiendo generosamente tiempo, talentos y dineros, como los próceres de la revolución y la independencia que pensaron en nosotros.
Todos podemos ser portadores de la alegría largamente esperada por los que menos tienen en la argentina, si logramos que la solidaridad de muchos triunfe sobre la mezquindad de pocos.
La solución a nuestros desafíos internos, algunos estadistas lo llaman deuda social interna, depende prioritariamente de nosotros.
Para eso es conveniente volver a confiar y apostar a las reservas espirituales y morales de nuestro pueblo, como así también a su capacidad de trabajo e ingenio científico, que han permitido sobreponerse a tantas promesas incumplidas, fracasos y postergaciones.
Cerca de las 10, Macri arribó a la catedral junto a Awada y varios funcionarios del gabinete.
Todos aspiramos a políticas de Estado que sostengan en el tiempo un desarrollo humano integral y respetuoso de la creación, que se espeja maravillosamente en el territorio nacional.
Al final del Evangelio ustedes escucharon “Jesús invita a confiar en la oración y a pedir al Padre Dios en su nombre”, con la certeza de que siempre seremos escuchados. Sus promesas no defraudan, él no sabe de préstamos y cálculos interesados, todo lo que viene de él no tiene otro interés que nuestro bien, nada en él es falto de compasión, todo es misericordia.
Poli habló sobre las estadísticas de pobreza.
Virgen Santa de Luján, que nos viste nacer y acompañaste nuestra historia con ternura de madre, aún en los tiempos de la violencia fratricida, ayuda a gobernantes y pueblo a ser fuertes en la adversidad, superando la confrontación que nos roba la esperanza, y a buscar por el fecundo y arduo camino del diálogo, un consenso creativo, tan necesario para que se haga realidad el sueño de nuestra nación.
QUÉ DIJO POLI EL AÑO PASADO
Durante el Tedeum por el 25 de mayo de 2016, el cardenal Poli había pedido “redoblar los esfuerzos y servicios ante el dolor de los más pobres, de las familias que siguen en la humillación de carecer de lo esencial”. Además, en aquella ocasión sostuvo que “la atención debe priorizar a los niños y los abuelos más vulnerables”.
En este sentido, Poli manifestado la necesidad de que “existan políticas para que todos los argentinos tengan techo, tierra y trabajo”. Además, en un mensaje netamente político, afirmó: “Las ideas deben primar por sobre las ideologías. Dios, no permitas que nuestras promesas defrauden a la gente”.