La ola de calor que viene golpeando con fuerza a la Argentina desnudó la complicada situación de las escuelas porteñas, luego de que desde el sindicato docente Ademys convocaran a una huelga para el martes 14 en protesta por la falta de mantenimiento en las escuelas y los desmayos de alumnos y alumnas, en el marco de la subejecución presupuestaria en el área de infraestructura escolar.
Las escenas se repiten en todo el territorio de la Capital Federal, donde se multiplican los videos que demuestran que las condiciones para estudiar no se están cumpliendo. Así fue que las escuelas del barrio de Barracas decidieron realizar un corte durante el mediodía del lunes, en la esquina de la avenida Vélez Sarsfield e Iriarte.
"Estamos en este corte con varias escuelas de la zona. Están presentes la 11 de Barracas, que hoy amaneció sin luz, la 12 de la Villa 21-24, que está con graves problemas de infraestructura, y el Normal 5 de Barracas, donde está habiendo muchas reclamos", comentó el docente Federico Puy a BigBang. También denunció que "el Gobierno de la Ciudad no quiere suspender las clases" y "condicionar todas las escuelas", como le vienen exigiendo desde Ademys .
"Hay muchas sin ventiladores, ninguna por supuesto tiene aire acondicionado, como sí lo tienen los cómodos sillones del Ministerio de Educación de la ministra Soledad Acuña", denunció Puy. "Los chicos se desmayan en la escuela, tienen fuertes dolores de cabeza. Y el Gobierno lo único que hizo fue enviar algunas pocas botellitas de agua que no alcanzaron ni sirvieron, para paliar esta situación", agregó.Para muchas personas puede parecer que no está justificado ir a una medida de fuerza gremial por las condiciones del clima, que no son manejadas directamente por la gestión local, aunque no lo ve así Puy. "Esto también es por una política totalmente extractivista y feroz de saqueo de los recursos naturales, que acelera el calentamiento global, el cambio climático y hace que estemos viviendo estas olas de calor. Esto es responsabilidad tanto del Gobierno porteño como del nacional, que están con estas políticas desde ambos lados", reflexionó el docente.
La medida de las botellitas la decidió el gobierno que comanda Horacio Rodríguez Larreta para intentar paliar esta situación, pero según la denuncia de algunos docentes, estas no llegan frías, no se pueden mantener con la temperatura necesaria en las escuelas y genera que dependan de las familias para refrigerarlas en el hogar, lo que no siempre pasa.
"Nosotros hace 10 días tuvimos baja presión de agua, entonces jueves y viernes de la semana anterior ya nos quedábamos sin agua. Ahora la semana pasada la presión del agua mejoró, nos llegaron esas botellitas de Larreta, que no fueron suficientes y tuvimos que acumularlas para poder repartirlas", relató Hernán Cortiñas, docente de la Escuela 12 de Bajo Flores. "Tenemos 800 chicos y nos dieron 600 más o menos. La cuestión es que no hay lugar para refrigerarlas, entonces tuvimos que entregarlas a la salida y pedirles que las enfríen en sus casas y las traigan el día siguiente, lo cual muchas veces no pasaba", explicó a BigBang.
Cortiñas describió que las aulas "son un horno" por "todos estos días de calor sin agua fresca, con una ventilación mediocre por los cortes de luz intermitentes y la falta de mantenimiento"."El otro problema es que no cambian el menú escolar, por lo que los chicos están comiendo guiso con este calor, con agua caliente para tomar", sumó el docente del Bajo Flores. "Los chicos se sienten mal, por lo que más o menos está viniendo la mitad de la matrícula, es decir que no tenemos continuidad pedagógica", añadió.
Por otro lado, también denunció desmayos en la escuela donde trabaja. "El viernes tuvimos una nena de segundo grado que le agarró un golpe de calor y tuvimos que llamar al SAME y a las familias. Y eso ha pasado en varias escuelas", aseguró Cortiñas. "Tanto el Gobierno de la Ciudad como el Nacional gestionan el calendario escolar sin garantizar condiciones mínimas de enseñanza y aprendizaje, por lo que termina siendo todo marketing", criticó.
El barrio de Lugano, el cual vino fuertemente golpeado por los cortes de luz, que hace semanas llevaron a los vecinos a directamente cortar la Autopista Dellepiane, también tiene escuelas en las que no están dadas las condiciones para poder dar clases como debe ser.
"Nosotros desde el viernes 3 de marzo, que se cortó una fase de la luz y se suspendieron las clases en el turno tarde y noche, y durante toda la semana pasada hasta el jueves, estuvimos sin luz y sin agua. Y el viernes 10 se habilitó el primer piso donde había media fase funcionando", detalló Pablo Maca, profesor del Comercial 12.
"El problema es que no todos los ventiladores andan. Si hay aire acondicionado en dos aulas es mucho, cuando tenemos 1200 alumnes en toda la institución, lo que es un problema porque tampoco tenemos dispensador de agua fría. Había agua en los baños cuando había luz, pero venía de un tanque y ya salía caliente", indicó Maca en diálogo con BigBang.
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"A partir del jueves pasado hicimos clases remotas y dimos distintos contenidos a los chicos a través de la aplicación Classroom, que usamos durante la pandemia, aunque ya sabemos que no todos y todas tienen acceso a lo mismo", confesó el profesor. "Hoy nos devolvieron la luz, pero hay cursos que no van porque los ventiladores no andan en las aulas y entonces no todos entran. Por ende seguimos igual, a sabiendas que hoy y mañana van a ser días muy calurosos también", se lamentó el docente.Al mismo tiempo, la Escuela Isauro Arancibia de Paseo Colón 1366 no está funcionando desde hace nueve días, por estar "inundada con materia fecal", producto de las obras por el Metrobus que circula por la avenida. Esta mañana la comunidad educativa del colegio protestaba en la puerta por la imposibilidad de dar clases en el lugar.
Según relataron en Argenzuela por Radio 10, "nadie del Ministerio de Educación de la Ciudad se ha hecho presente en estos nueves días para ver lo que está ocurriendo" en este lugar que queda solamente a una cuadra de la lujosa zona de Puerto Madero.
Todos estos temas, y muchos más, fueron lo que generaron que desde el sindicato Ademys decidan convocar a una huelga este martes, según contó el secretario general Adjunto Jorge Adaro.
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-Han decidido en asamblea una medida de fuerza por la ola de calor en las escuelas.Efectivamente hicimos asambleas y convocamos al paro para el día de mañana, en el cual nuevamente se esperan temperaturas muy altas. Y esto es consecuencia de una situación, que uno puede entender que no es prevista, pero a la que el gobierno no ha dado ningún tipo de respuestas. Salvo que entendamos que la respuesta del Gobierno porteño es repartir una botellita de agua por pibe, durante toda la jornada escolar. Nosotros creemos que eso tapa los grandes problemas que tenemos las escuelas en materia de infraestructura. Hay decenas de denuncias de escuelas que no tienen ventiladores, que no tienen condiciones. Pero bueno, hemos exigido al gobierno que suspenda las clases en este contexto. No lo ha hecho y nosotros mañana vamos a una medida de fuerza de 24 horas.
-En términos de presupuesto, ¿cuánto sería lo necesario para dejar a las escuelas públicas de la Ciudad en condiciones para que los chicos no sufran la ola de calor?
Mirá, tiene más que ver con decisiones políticas. El Gobierno porteño ha venido bajando presupuesto, por ejemplo, en infraestructura escolar y mantenimiento, en los últimos 15 años. Este año ha dicho 'estamos mejor' y llevamos el 0,1. El año pasado, si uno ve los presupuestos del Gobierno, hay subejecución de partidas para infraestructura. Es decir que, incluso el dinero que se ha destinado para ese fin no es utilizado por el Gobierno, lo que marca claramente cuál es el orden de prioridades de la gestión sobre la Educación Pública.
-En muchas luchas salariales de ustedes, sus opositores tratan de enfrentarlos con los padres. En este caso, donde las familias ven cómo los chicos sufren las temperaturas y las faltas de condiciones, ¿sienten más apoyo?
A ver, sí. Nosotros, igual, más allá de este planteo correcto de enfrentamiento que muchos medios impulsan, esto en la gran mayoría de las escuelas después no se traduce en una realidad en relación a las familias. Nosotros solemos tener una práctica que antes de una medida de fuerza nos comunicamos con las familias, les contamos y les explicamos por qué. En el caso actual, es mucho más fácil llegar a la comprensión, porque efectivamente lo viven con sus niños y niñas.
-Escuelas sin luz, sin agua, otro caso donde una escuela se inundó por obras en el Metrobus. ¿La comunidad docente está más involucrada en este conflicto que con otros?
Nosotros estamos involucrados en todos los conflictos que tengan que ver con la comunidad, con las escuelas y con lo que se lleve al interior de estas. Somos receptivos de todas las denuncias. Efectivamente nos han llegado denuncias de escuelas como la Bernasconi, donde se han descompensado chicos e inclusive la cooperadora y las familias han comprado ventiladores para poner y evitar este tipo de consecuencias, y desde el Gobierno se niegan a la posibilidad de instalación de artefactos. Entonces, no solamente no realizan lo que tienen que hacer, sino que tampoco permiten que la comunidad educativa intervenga para mejorar las condiciones de sus hijos. En el Comercial 12 de Lugano estuvieron toda la semana pasada sin clases. Hay muchísimas escuelas que tienen que suspender porque no hay luz ni agua. La situación realmente merece y amerita alguna respuesta por parte del gobierno, un poquito menos formal que pasar una botellita de agua.