El titular del sindicato de peones de taxis, Omar Viviani, acordó una suspensión del juicio a prueba, también conocido como probation en la causa que se le inició por haber dicho que había que dar vuelta los coches que trabajaran durante el paro nacional del jueves.
Viviani se comprometió a realizar tareas de trabajo comunitario en una iglesia cada 15 días, donar 20.000 pesos a la Fundación Favaloro y realizar un curso en derechos humanos.
El titular del sindicato de taxistas fue citado por el fiscal de Cámara Walter Fernández luego de que fuera denunciado de oficio por la fiscal de primera instancia Verónica Guagnino.
Viviani tenía que presentarse el miércoles para ser indagado por la presunta comisión de los delitos de"amenazas agravadas" y de atentar contra la "libertad del trabajo y la asociación", que tienen penas que van de los seis meses a los dos años de prisión.
"Será reprimido con prisión de un mes a un año; el obrero que ejerciere violencia sobre otro para compelerlo a tomar parte en una huelga o boycot", dice el otro artículo del Código Contravencional y Penal de la Ciudad por el que será indagado el jefe del sindicato de los taxistas.
El sindicalista no se presentó el miércoles a declarar, luego de presentar un certificado médico, y lo hizo finalmente el jueves, el mismo día del paro, mientras en las calles de la ciudad circulaban cientos de taxis, ante la ausencia de colectivos.
Viviani se presentó el día del paro en la fiscalía.
En la audiencia de ayer, Viviani pidió acceder a una probation, de manera de no llegar al juicio, a cambio de realizar una serie de acciones que se consideran reparadoras de su daño.
Las tareas comunitarias las realizará en la Parroquia San Pedro Telmo, situado en Humberto 1° al 300, en el barrio de San Telmo, a cargo del sacerdote Martín Calcarami.
Además de la denuncia en la Justicia porteña, Viviani cosechó otras tres denuncias ante los tribunales federales de Comodoro Py por el delito de incitación a la violencia colectiva.