En los alrededores del Capitolio hay una mezcla de sensaciones que conviven, se mezclan y se disipan acorde llega la hora de la jura de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. Opositores y fanáticos se reunen bajo la lluvia para dejar en claro su postura para lo que será el futuro de su país.
Donald Trump llega al Capitolio.
No sorprende para nada la gran cantidad de mujeres que se agrupan en las inmediaciones en repudio al candidato conservador, ícono del machismo y la misoginia y que no tuvo reparos en emitir comentarios sexistas cada vez que tenía una intervención pública durante su campaña.
Grupos feministas intentaron impedir el paso de los fanáticos de Trump.
Allí estaban ellas, con el frío acuestas y la helada sensación de tener en frente duras batallas para dar. Porque si algo logró Trump es que hubiese un resurgimiento de nuevos iconos feministas y de todo un movimiento explotándo en las redes sociales.
Los fanáticos esperanzados con la esperanza de una Gran Nación.
Del otro lado están los fanáticos que buscan retomar el sueño de una "Gran Nación" y que pusieron todas sus esperanzas en la nueva derecha que hoy es encarnada en un empresario blanco.
Los fanáticos se mezclan con los opositores.
Gorros, pines y bufandas a 10 y 15 dólares teñidas de rojo y con la frase "Make America Great Again" son parte del escenario en el cual se dará está histórica jura, en la que un hombre sin antecedentes políticos llega la presidencia de una potencia mundial.
Clinton, la más repudiada.
Ex presidentes, ex candidatos y los representantes más importantes de cada partido iban poniéndole su color a un mediodía gris que esperaba a Trump.
Su ex contendiente por la presidencia Hillary Clinton fue notablemente abucheada por los conservadores que se reunieron allí, mientras que Michelle Obama, la ex primera dama saliente se llevó todo el reconocimiento.
Hubo elogios y aplausos para Michelle Obama.
Entre los ex presidentes George W. Bush, Bill Clinton y Jimmy Carter se dieron cita en Washington D.C., pero fue la presencia de Bush la más reconocida y aplaudida.
Antes de llegar hasta el Capitolio, Donald Trump fue recibido por Barack Obama en la Casa Blanca. Allí, junto a su esposa Melania compartieron el histórico té de bienvenida con la pareja presidencial saliente.