Históricamente, el mundo financiero fue un espacio dominado por hombres, con barreras que limitan el acceso de las mujeres a herramientas económicas claves. Aunque en las últimas décadas registraron avances significativos, las desigualdades persisten y exigen una intervención activa tanto del sector privado como del Estado para garantizar una verdadera equidad económica.
Las mujeres en particular enfrentan diversas dificultades en el ámbito financiero, que van desde la brecha salarial hasta el acceso restringido a créditos y financiamiento. Uno de los principales factores es la falta de garantías y activos a su nombre, lo que reduce sus posibilidades de obtener préstamos o inversión para emprendimientos. Además, la menor representación femenina en sectores clave como la banca y la inversión limita la inclusión de perspectivas de género en la toma de decisiones económicas.
A esto se suma la persistencia de estereotipos que asocian la gestión financiera con los hombres y relegan a las mujeres a roles de consumo y administración del hogar, en lugar de fomentarlas como inversionistas o emprendedoras. Esto también impacta en la confianza de las mujeres respecto a sus propias capacidades para gestionar recursos, lo que refuerza la desigualdad existente.
En Argentina, los hitos en la lucha por la inclusión financiera de las mujeres fueron significativos y con muchos desafíos: un momento clave fue la reforma legal de 1971, cuando las mujeres argentinas finalmente lograron tener la posibilidad de abrir cuentas bancarias a su nombre. Antes de la fecha mencionada, para acceder a los servicios bancarios, necesitaban presentar la autorización de un tutor o un marido. Esta reforma fue un punto de inflexión que permitió el comienzo de una mayor autonomía financiera para las mujeres, aunque el proceso de integración al sistema financiero fue gradual. Si bien, en pleno 2025 se registran grandes avances, falta un largo camino para llegar a una equidad, y la clave está en la educación; en este contexto, BigBang dialogó con Sabrina Castelli, CEO de Mujer Financiera, quien comentó acerca de los puntos claves para fomentar la participación femenina en la economía.
En el marco del Día de la Mujer Trabajadora y en un panorama donde, al ritmo actual, podrían necesitarse cinco generaciones o 134 años para alcanzar la paridad de género en el mundo, Mujer Financiera lanzó "Ahora es Cuando", una campaña que busca poner en agenda la importancia de la educación financiera para mujeres y su impacto en toda la sociedad, al mismo tiempo que ofrece un curso gratuito para capacitar a 50.000 mujeres en finanzas e inversiones, el cual está disponible haciendo click aquí.
El razonamiento detrás de esta campaña tiene su origen en la desventaja histórica en la que se encuentran las mujeres en relación a los varones en temas económicos y de inversiones. Parte de la idea de que las mujeres crecieron pensando que el mundo de las finanzas no era un ámbito del cual estuvieran habilitadas a participar ya que, durante generaciones, fueron condicionadas a pensar que era un "tema de hombres", que requería de una destreza que no poseían, o que era un rol que simplemente no debían ocupar.
"Nuestro principal objetivo es poder colaborar a la construcción de un movimiento de cambio respecto al acceso a los productos financieros. Como decir, 'ok, llegó el momento de que nos hagamos cargo de nuestras finanzas', porque hoy contamos con estas herramientas, información y tecnología que nos facilita el acceso, que antes eso no era posible. Y lo que buscamos es justamente motivar a que den ese primer paso para involucrarse más en el mundo financiero", explicó Castelli.
Además, consideró que "la educación es parte fundamental", que las mujeres y disidencias entiendan lo que están haciendo con el dinero. Respecto a las capacitaciones contó que es uno de los más requeridos y que está pensado para "alguien que quiere empezar desde cero en el mundo de las inversiones, como lo fundamental que tiene que conocer para poder animarse a empezar a invertir", contó y analizó: "Lo que buscamos es capacitar a 50.000 mujeres para que esas mujeres después puedan distribuir ese conocimiento", explicó la entrevistada acerca del movimiento que impulsa desde su empresa. Es así, que comentó que las mujeres son sus principales destinatarias ya que, según comprobaron, son quienes luego comparten la información adquirida con sus familiares, educando a sus hijos y parejas.
Educación financiera y empoderamiento
Mujer Financiera fomenta la formación de las ya que la ausencia femenina en el mundo económico también está ligado a la desconfianza de lo desconocido: "Si hablamos en términos generales sobre cuáles son las barreras que las mujeres enfrentan, por un lado, hay un informe muy interesante que hizo el Banco Mundial en el que se detectó que la mujer tiene un sesgo de falta de confianza en temas de dinero que tiene su origen en parte en la división de tareas que se hizo hace muchísimo tiempo, donde la mujer se encargó más de las tareas de cuidado y el hombre salir a trabajar, generar dinero, y eso naturalmente hace que el conocimiento sea muy difícil. Porque si vos sos la primera generación de mujer financieramente independiente, quizás tu mamá no, tu abuela no, a vos te toca acceder a todo este mundo por primera vez y naturalmente como todo lo nuevo te da inseguridad y te da miedo", reflexionó Sabrina Castelli y a continuación nombró otro ítem a resolver actualmente: "Otro tema es la brecha de género en términos de ingresos, que en Latinoamérica está en 27%, y esto que hace, obviamente, si vos tenés menos dinero, ¿con qué dinero vas a ir a operar en el mercado financiero?"
Uno de los pilares fundamentales para revertir estas desigualdades es la educación financiera con perspectiva de género. Históricamente, las mujeres tuvieron menor acceso a formación en economía, inversión y crédito, lo que impacta directamente en su autonomía económica. Programas de capacitación y políticas educativas que promuevan la inclusión de las mujeres en la toma de decisiones financieras son clave para garantizar un cambio estructural. En este sentido, la educación financiera desde edades tempranas y la promoción de modelos femeninos en el mundo de las finanzas resultan esenciales para romper con los estereotipos de género que perpetúan la desigualdad económica. Incluir en las escuelas contenidos sobre gestión financiera y emprendimiento con perspectiva de género puede generar un impacto positivo a largo plazo, permitiendo que las futuras generaciones crezcan con mayor equidad de oportunidades.
Las mujeres también deben contar con acceso a herramientas digitales que faciliten su educación financiera y les permitan desarrollar habilidades en este campo. Aplicaciones, plataformas en línea y cursos específicos pueden ser aliados clave en este proceso, y es allí donde entran en juego el Estado, pero también las empresas privadas. En este punto, desde el curso ofrecido por Mujer Financiera no sólo se aproximan a los primeros pasos que debe seguir una persona cuando desea invertir, sino también se concientiza sobre los riesgos que existen a la hora de tomar decisiones: "Lo primero que hacemos es hablar de cómo funciona el mercado financiero, entender cuáles son los roles que hay dentro del mercado. Después vamos a hablar sobre cuáles son los conceptos fundamentales que uno necesita comprender para después poder comparar instrumentos financieros. Después vamos a mencionar los principales productos financieros con los cuales uno puede empezar, cuáles son los más simples, y también vamos a hablar del riesgo, de cómo manejar el riesgo, cómo entenderlo porque la realidad es que hoy, no hacer nada con tu dinero, también es un riesgo", comentó acerca del contenido disponible en la plataforma digital.
El rol del Estado y las empresas en la equidad financiera
Para lograr una participación equitativa de las mujeres en el sistema financiero, es fundamental que el Estado implemente políticas públicas que faciliten el acceso a herramientas económicas. Esto incluye incentivos para el crédito a emprendedoras, programas de capacitación en finanzas y regulaciones que promuevan la equidad salarial. Además, la creación de fondos de inversión con perspectiva de género podría ser una solución efectiva para fomentar el desarrollo de negocios liderados por mujeres.
"Siempre que se promuevan leyes que tengan algún incentivo para la financiera si hay productos vinculados a este tipo, es obviamente algo a favor. Después hay muchos casos de negocio también que se ha comprobado que no sólo tiene que ver con un tema de impacto ayudar a las mujeres, sino que es un buen negocio. Realmente en muchos casos donde se ha comprobado que no sólo contribuye al crecimiento de esa mujer, sino al crecimiento de esa comunidad. Se ve mucho en los accesos a los microcréditos. Cuando le das un microcrédito a una mujer quizás no bancarizada, y le das formación y le ayudás a armar su propio emprendimiento, lo que termina pasando es que esa mujer genera un crecimiento económico para ella, para su familia, genera empleo, y eso hace que devuelva el crédito, que la misma institución pueda crecer, entonces como que se genera ese efecto multiplicador", explicó Sabrina sobre los beneficios que trae la educación financiera y continuó: "Hay un informe de la ONU que dice que la mujer reinvierte el 90% de sus ingresos en tres grandes gastos: uno es alimentación, otro es educación y otro es salud. Cuando se invierten esas tres áreas en una economía, lo que se hace justamente es que se empiezan a romper los círculos que generan pobreza. Porque si tus hijos acceden a mejores niveles educativos, van a acceder a mejores empleos. Entonces naturalmente eso es lo que genera crecimiento de la sociedad".
Por su parte, el sector privado también tiene un rol clave. Las empresas deben adoptar prácticas que garanticen igualdad de oportunidades en el acceso a posiciones de liderazgo financiero, así como promover la inclusión de más mujeres en la toma de decisiones económicas. En este sentido, la transparencia salarial y la implementación de políticas de diversidad pueden marcar la diferencia. Además, hay un punto clave respecto a las grandes empresas que se refiere a la creación de productos destinados a la mujer: "Es importante diseñar productos financieros enfocados en las mujeres que entienden sus necesidades como las de acompañamiento, acceso a información y educación. Y, por otro lado, también hay comportamientos que se han visto en otras regiones del mundo en el cual la mujer incluso puede tener acceso a productos con mejores condiciones. Por ejemplo, existen en algunas partes del mundo seguros de auto, en los cuales, si sos mujer paga una tasa menor porque como sos menos aversión al riesgo, sos mejor conductora y tenés menos siniestros. Entonces podrías pagar una tasa más favorable en tu seguro de auto. Y así se pueden diseñar distintos productos como por ejemplo los seguros de vida para lo que es protección, o sea hay muchas mujeres que son cabeza de familia y si a la mujer le pasa algo los chicos quedan desprotegidos, bueno se pueden pensar en seguros de vida para eso".
Es fundamental que tanto las instituciones financieras como las grandes corporaciones generen productos y servicios adaptados a las necesidades específicas de las mujeres, incentivando su participación activa en la economía y facilitando el acceso a recursos que permitan su crecimiento económico.
Diferencias en el acceso a puestos de liderazgo
Según datos de la ONU, las mujeres siguen estando significativamente subrepresentadas en los niveles más altos de liderazgo corporativo. Solo el 6,6% de los CEO de las empresas de la lista Fortune 500 son mujeres, y menos del 25% de los puestos en las juntas directivas a nivel mundial están ocupados por ellas. Estas cifras reflejan los desafíos estructurales que enfrentan las mujeres para acceder a posiciones de poder en el mundo empresarial, donde la falta de redes de contacto, los prejuicios de género y las responsabilidades de cuidado siguen siendo barreras determinantes. La inclusión de más mujeres en roles de liderazgo no sólo contribuiría a la equidad, sino que también ha demostrado mejorar el rendimiento financiero y la innovación dentro de las empresas.
La diferencia salarial y en puestos de trabajo no es el único sector donde se refleja la diferencia en cuanto al género. En este sentido, el reporte del Banco Central del 2024 asegura que los hombres tienen un 17% más de probabilidades de obtener un préstamo personal en comparación con las mujeres, y que reciben un 44% más en los montos otorgados. Este dato representa un desafío considerable para la independencia financiera de las mujeres, así como su capacidad para emprender y su bienestar general. Según el informe de Mujer Financiera, 1 de cada 10 mujeres tiene ahorros e inversiones bancarizadas, por lo que una vez más se destaca la importancia de la educación para revertir esta situación.
Hacia un futuro financiero equitativo
Fomentar la participación femenina en la economía no sólo es una cuestión de justicia social, sino también una estrategia que favorece el crecimiento económico y la innovación. Según estudios recientes, el cierre de la brecha de género en la participación económica podría aumentar el PIB global en un 26%, lo que demuestra el enorme potencial de una economía verdaderamente inclusiva.
La construcción de un sistema financiero más equitativo y accesible para las mujeres permitirá que más personas se beneficien de oportunidades de crecimiento, generando sociedades más justas y sostenibles. Sin duda, el futuro de las finanzas debe incluir a las mujeres en igualdad de condiciones, permitiendo que su talento y capacidad transforman el panorama económico mundial.
Si bien esta brecha sigue siendo significativa, con el paso del tiempo son más las mujeres involucradas en el ámbito económico lo que se debe principalmente al acceso de información que existe gracias a la digitalización: "Hoy está siendo mucho más fácil involucrar financieramente a las generaciones más jóvenes, podrían acceder a mucha más información y pueden empezar a confiar en el sistema y a entenderlo. Y quizás una mujer que está en lo que se conoce como la economía plateada, porque tiene que superar dos barreras distintas, el acceso a la educación financiera y también el acceso a los productos digitales, porque hace cinco años no existían brokers online que vos con un click te abrís una cuenta. Entonces, naturalmente, recién ahora estamos viendo una generación de mujeres que tienen acceso a información y acceso a tecnología. Y son las dos variables fundamentales para que te puedas insertar dentro de tu mundo financiero", comentó la CEO de Mujer Financiera.
Aunque el mundo digitalizado abrió las puertas a mujeres no sólo en ámbito financiero sino en otras áreas de la sociedad, cabe destacar que hay grandes deudas en un mundo principalmente patriarcal: "Creo que el gran desafío es la generación de equipos diversos en toda la cadena de generación de producto financiero. Desde la toma de decisión hasta todos los productos que se van diseñando hacia abajo para que eso permita justamente incluir mujeres y minorías. Eso implica un montón de segmentos dentro de la sociedad que también tienen necesidades distintas y necesitarían tener sus propios productos", concluyó Sabrina Castelli.