“El indio nos quiere rajar, dejar sin laburo, ¿cómo es el tema?”, el comentario ya viral de uno de los panelistas del programa de televisión “Bien de Mañana” conducido por Fabián Doman dejan claro que la discriminación hacia las personas de pueblos originarios sigue en pie y es claro también la representación racista que existe en Buenos Aires sobre las personas que no son hegemónicas.
Kantuta Killa y Wari Rimachi son dos militantes de la comunidad originaria Ayllu Mayu Wasi, de la localidad bonaerense de Villa Martelli. Hace unos días, fueron interceptados por la movilera del programa, que según la misma Killa (abogada y ahora jubilada) le habló “en tono peyorativo”.
Pero hay otra Argentina y no es blanca. Quedó demostrado a través de las más de 1300 denuncias realizadas en contra del programa de televisión de Fabián Doman a través de la Defensoría del Público a cargo de Miriam Lewin que fue tajante: “Dicha modalidad de referir a los/as miembros de las comunidades acarrea históricas connotaciones peyorativas de desconocimiento del origen y pertenencia territorial argentina”. Explica también: “Es importante tener presente que el indio alude al 'natural de India' y su referencia a los pueblos indígenas americanos cayó en desuso por su connotación despectiva”.
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Killa aportó su experiencia al debate. Es que cuando quiso introducir el debate de la llegada del Tercer Malón de la Paz, contó: “Me taparon la boca con otra pregunta para que no me exprese y aparte, desde el piso (estudio del canal) ya estaban diciendo un montón de cosas altamente irrespetuosas, de bullying, discriminatorias"El comunicado de la Defensoría también contempla que hay una: “Banalización de la lengua originaria; burla de la condición indígena y su lengua; desatención de las formas respetuosas de aludir a los y las integrantes de los pueblos originarios; y una representación que menoscaba a las personas entrevistadas”.
Las mezquinas disculpas de Doman
Ante el escándalo y las denuncias contra el programa, el periodista salió a pedir disculpas: “El jueves, durante un móvil que tuvo lugar aquí. Tuvieron lugar una serie de diálogos que generaron incomodidad entre dos de las personas que fueron entrevistadas”, expresó.Como una disculpa a medias, el conductor “se lavó las manos”. De hecho, sobre el final del descargo dijo: “Fueron entrevistadas muchas personas en ese móvil, pero hubo dos que se sintieron mal”.
La respuesta de la Defensoría del Público no se hizo esperar: “Las disculpas que ofrece el conductor aluden al suceso de forma general, precisando únicamente que refiere a una cobertura que se desarrolló en un subterráneo, y sin puntualizar en las referencias o situaciones que generaron la incomodidad que motiva su reflexión”.
Y finalizaron: “No se identifica la generación de un espacio de revisión crítica de lo ocurrido, sino una mención generalizada que no precisa en ninguna inconveniencia en particular que permita reparar el carácter lesivo del material mediatizado”.