El fiscal José María Campagnoli no tiene dudas: el detenido José Potocar, suspendido jefe de la Policía de la Ciudad, recibía parte del dinero que se recaudaba en forma ilegal a partir de “contribuciones” que se hacían pagar a comerciantes y empresario de los barrios de Núñez, Belgrano y Saavedra, y a los cuidacoches que operaban en la zona de la cancha de River Plate.
En el dictamen por el que pidió el arresto del primer jefe de la policía porteña, Campagnoli describe un esquema de recaudación que lideraba el comisario Norberto Villarreal, quien era el titular de la comisaría 35a. y que se encuentra prófugo desde el año pasado, cuando se produjo un allanamiento en la seccional.
Un grupo de policías eran "los responsables de recaudar el dinero semanalmente, el cual ascendería entre los 2.000 y 3.000 pesos por mes, de los comercios y empresas de la zona para luego concurrir a la sede policial y rendirle cuentas a su jefe, Norberto Villarreal, quien a su vez lo hacía con (Susana) Aveni y Potocar".
Por arriba de Villarreal se encontraba la comisario inspector Susana Aveni, quien era la titular de la circunscripción VII, que abarca varias comisarías, incluida la 35a. Y por encima de ella estaba Potocar, titular de la Dirección General de Comisarías en la Policía Federal, hasta que se produjo la fusión con la Policía Metropolitana.
En ese procedimiento se secuestró un cuaderno -como oportunamente informó el colega Gabriel Di Nicola en La Nación- que pertenecía a Villarreal y que tenía las inscripciones "DGC" y "Gorda", con los números 3 y 10, al lado respectivamente. Según la fiscalía, DGC eran las siglas de la Dirección General de Comisarías y Gorda, era el apodo de la comisario inspector Aveni, a quien la Cámara del Crimen le negó ayer la excarcelación. Los números serían el dinero que se les pasaba a los dos, según el dictamen.
Potocar se presentó esta mañana ante el juez Ricardo Farías, acompañado por sus abogados, luego de que durante el fin de semana el gobierno porteño anunció que lo había suspendido en el cargo. El jefe suspendido quiso hacer una declaración espontánea, pero el juez le notificó que quedaba detenido, en línea con el pedido del fiscal Campagnoli.
En la causa hay varios detenidos, entre los que se encuentran dos subcomisarios, que estaban por debajo de Villarreal. Los dos jefes, Stefanetti y Kovacevich, cuando prestaron declaración indagatoria, confirmaron que la recaudación ilegal que se generaba en una comisaría iba a las manos de Aveni y Potocar, sostuvo Campagnoli en el dictamen.
Potocar fue designado jefe de la Policía de la Ciudad meses atrás.
Kovacevich declaró que a comienzos de mes llegaba a la seccional un policía, vestido de civil, quien ingresaba directamente en el despacho de Villarreal. Ese hombre apodado “Gusano” sería el encargado de llevar la recaudación al comisario. El subcomisario aseguró que no quería participar de las maniobras y que varias veces pidió que lo trasladaran, algo que Villarreal le negó, en acuerdo con Aveni y Potocar.
Según el dictamen, “Kovacecvich, con base en su experiencia y contacto personal con la maniobra que sistemáticamente protagonizaba Villarreal, señaló que “a las claras se podía dar cuenta uno que era la plata que le llevaba a la Sra. Aveni y al Sr. Potocar” y que el despliegue de “este modus operandi lo observ[ó] varios meses a principio de mes”.
Kovacevich no quería seguir en la 35a. y comenzó a realizar gestiones con otros subcomisarios para conseguir un pase. La respuesta de Villarreal fue terminante: “flaco vos de acá no te vas, yo tengo banca con Potocar que me trajo de la circunscripción quinta y con Aveni que me tuvo de ladero”.
Ocampo suspendió a Potocar durante el fin de semana.
Cuando se produjo el allanamiento de la seccional, el año pasado, se vivieron escenas violentas. Cuando Kovacevich le dijo a Villarreal que “no había entrado en la Policía para robar (...)” y que “pretendía el pase”, Villarreal le dio una orden directa en miras a silenciarlo. Concretamente, le dijo “quedate calladito que esto lo manejo con Aveni y Potocar”, y se retiró de la dependencia a bordo de una moto con el propósito, según dijo Kovacevich haber oído con posterioridad, de mantener un encuentro privado con Potocar”.
En la misma lógica se inscribe el testimonio del subcomisario Stefanetti, quien dijo haber comprado una rueda para un coche de Potocar, con plata de su bolsillo, y haberle dado 1500 pesos en efectivo, cuando los amenazaron con sancionarlo por no querer ser parte de la recaudación ilegal orquestada desde la comisaría a cargo de Villarreal.