El presidente de Boca y sindicado por Elisa Carrió como operador judicial del Gobierno, el binguero Daniel Angelici, recibió un duro revés judicial luego de que la Sala 1 de la Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo dejó caer hoy una medida cautelar que impedía el cobro del impuesto a las apuestas que creó el Congreso a fines de 2016 para financiar la quita del impuesto a las ganancias para los asalariados. En total, según cifras del sector, se estima que con esa maniobra evitó pagar cerca de $14 millones.
En su fallo, los camaristas Rodolfo Facio y Carlos Grecco consideraron que la ley no era inconstitucional, como sostenía el presidente de Boca que fue a la Justicia en representación propia y en defensa de sus bingos. Según le explicaron fuentes al tanto de la operatoria a Big Bang, hay varios bingos en la provincia que esperaban con ansias la resolución de Cámara para decidir si continúan o no. Según dicen, la operatoria con ese nuevo impuesto, más el aumento hasta el 41% del pago de gnancias, generaría un margen de ganancia nulo.
AFIP
Otros comenzaron a depositar ese dinero en cuentas especiales a la espera del fallo que confisque esos fondos. "Así evitamos problemas", expresó una fuente del sector. Aunque aún resta saber si hubo o no movimiento en esas cuentas, en particular con tasas tan atractivas.
La Cámara entendió que el reclamo de los empresarios, mayormente propietarios de bingos y máquinas tragamonedas, no tiene entidad ya que “el principio de legalidad en materia tributaria, que constituye una garantía sustancial, comprende la determinación de los elementos esenciales del tributo: el hecho imponible, la alícuota, los sujetos alcanzados y las exenciones”.
Maquinas tragamonedas
Si bien la AFIP desde mitad del año pasado comenzó a avanzar con las implementaciones para poder cobrar esa cifra, lo cierto es que había atravesado serias dificultades para ponerlo en práctica. En principio, después de la sanción y cuando llegó la hora de reglamentarlo intentaron ver si podía ser sobre el coin in (cada apuesta que se hace) y no sobre el cash in (dinero que se pone en la máquina cuando se empieza a jugar). Varias reuniones con los presidentes de los Institutos provinciales (el juego es de competencia provincial, y no nacional), hicieron que los técnicos entendieran que era imposible llevar adelante la medida tal cual estaba pensada. Inclusive tuvieron que explicarles que ese objetivo implicaría abrir y setear todas las máquinas tragamonedas del país.