por Gonzalo Prado
24 Abril de 2020 18:12En los próximos días comenzará a delinearse la apertura gradual de la cuarentena. El presidente Alberto Fernández tomó esa decisión luego de escuchar el consejo no sólo de su cuerpo de asesores médicos sino también los de los gobernadores de la región centro del país preocupados por la caída en la actividad económica.
Mientras el ministro de Economía, Martín Guzmán, avanzó con la presentación de la oferta de reestructuración de la deuda en un contexto de incertidumbre a nivel mundial. Si bien las primeras dos ruedas de los mercados mostraron como los bonos argentinos recuperaban terrenos las declaraciones del funcionario en donde se mostró intransigente a negociar ese ofrecimiento hicieron que los títulos argentinos nuevamente cayeran.
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A la par las diferentes cotizaciones del dólar en la Argentina, que suele ser uno de los precios de referencia, subieron en los últimos días. El dólar oficial cotización del Banco Nación, con el respectivo impuesto PAIS del 30% que se le aplica, superaba los $88 por unidad. El dólar bolsa (MEP) y Contando con Liquidación, que son los otros dos tipos de cambio legal, tocaron los $115 por unidad mientras que el blue alcanzó los $120.En ese contexto, ¿cómo seguirá la economía del país? ¿cómo afrontarán las pequeñas, medianas y grandes empresas para seguir adelante después de el impacto económico del coronavirus?
Es que la cuarentena casi que no discriminó en actividad económicas a las que golpeó. La Federación de Comercios de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) en los diferentes informes que publico remarcó que casi el 80% de las pymes del AMBA registraron una caída de entre el 80 y el 100% de su facturación solamente después de los primeros 15 días de la cuarentena.
La recaudación tributaria de marzo también estuvo en ese sintonía. En ese mes la variación interanual (de marzo a marzo) registró una caída de 20 puntos porcentuales en términos reales. Y para abril el panorama es aún más desolador. En lo que respecta al PBI los números que se manejan ahora ratifican un desplome de 11% en relación al año anterior.
Una encuesta reciente en Argentina de la firma PWC sostiene que sólo el 39% de los empresarios consultados tiene pensado otorgar un aumento salarial en el 2020. Ese mismo grupo agregó que además pensaba negociar una suba del 22% para el período marzo-julio. Ahora afirman que retocaron el número y ofrecerían un 15%. Un dato no menor es que como consecuencia de la emisión monetaria (entre fines de marzo y principio de abril la base monetaria aumentó en un 30%) por lo que la inflación esperada para este año sería igual o superior a los 57% del 2019.
A eso se le agrega que el 60% de las empresas de la muestra, no espera grandes cambios en la dotación, en lo que resta del 2020. Es de destacar que un 34% piensa que va a tener que reducir la dotación durante este año.
Con este contexto BigBang se propuso buscar una idea de lo que vendrá a partir del levantamiento de la cuarentena el 10 de mayo y los pronósticos de pequeños, medianos y grandes empresarios de diferentes rubros. Una de las industrias de mayor dinamismo en la Argentina es la automotriz. Dentro de la misma hay diferentes player. Uno de ellos es Basso S.A, empresa dedica a la fabricación de válvulas para motores de explosión, que es proveedora de gigantes del rubro como Ferrari y McLaren. Si, bien ser autopartista, no es lo mismo que ser industria automotriz, y especialmente en Argentina donde casi no se fabrican motores, sienten que el futuro del sector es incierto.
“Estábamos mal, y empeoró. Cuando se prendan las luces veremos donde estamos. Pero lo importante es que nos tiene que agarrar con las manos en el volante y con el cinturón puesto para arrancar bien el día que prendan las luces”, le dijo a BigBang el empresario, Juan Carlos Basso, quien además es conocido en el ambiente autopartista por su militancia industrial en la región de Santa Fe.
“Los empresarios han contribuido muchísimo para la salud. La cuarentena tiene un lado B, nos va a dejar mejor parado en las cuestiones de protocolo, de los procedimientos. Pero solo en lo humano, porque vamos a tener que salir a cabalgar un camino incierto y desconocido después que se prendan las luces, nos deja herido porque no sé sabe cuantos clientes en el exterior van a arrancar y el mercado interno donde muchos atienden el mercado de reposición, podrá recuperarse, pero difícilmente alcance los niveles anteriores”, agregó Basso.
Una de las claves según Basso son las oportunidades de mercado que se pueden abrir luego de que termine la cuarentena no sólo en la Argentina sino también a nivel global. Es que al margen de los acuerdos de exclusividad, como el que tiene firmada la mencionada empresa con sus clientes, todos los jugadores del rubro se encuentran en la misma situación, tanto nacionales como internacionales, por lo que hay que ver las cuotas de mercado que cada uno va a cubrir una vez que empiece a funcionar nuevamente la automotriz. “No sabemos cómo van a quedar el resto de los fabricantes. No podemos dimensionar cuánto ayudaran los estados a minimizar el impacto en cada contexto. Por eso es importante estar con las manos en el volante y el cinturón puesto cuando se prenda la luz”, remarcó nuevamente Basso.
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"Todos sabemos que la salud es lo primero. Todos sabemos que estaremos peor y también sabemos que la recuperación depende de la resciliencia de cada organización, pero es muy importante que sea proporcionada la ayuda a dar a los que necesitan y a los que tienen que asegurar que eso no sea para siempre", concluyó.Uno de los rubros más golpeados por la cuarentena es la gastronomía. El cierre de restaurantes, bares y confiterías como consecuencia del aislamiento obligatorio hicieron que en promedio, y sobre la base de cifras que brindaron tanto sindicatos como cámaras empresariales, los negocios que ya operaban o lograron operar en los últimos días con el sistema de delivery ven, por estas horas, solamente el 20% de su facturación total.
“La veo negra. Si vos 2018 y 2019 que no fueron buenos años para la economía tuviste un patrimonio que venís creciendo y apostando, abriendo una nueva sucursal, con el delivery instalado, podes llegar a aguantar un poco más pero las 150.000 pymes que hay del rubro están muy complicados”, le dijo a BigBang el dueño del restaurant Parú Recoleta, Vicente Rodríguez.
“El tema de fondo es hasta cuándo podes sostener esto. Nosotros calculamos que hasta agosto lo podemos llegar a aguanta, pero va a estar duro. Y de ahí calcula la recuperación, que en el mejor de los casos comenzaría a mostrarse en septiembre. Pero de ahí tenes que empezar a pagar deudas. Por eso la veo negra”, agregó Rodríguez.
El empresario gastrónomico, para no dejar de brindar el servicio y ante la baja de la facturación, llegó a un acuerdo con sus proveedores para evitar que se corte la cadena de pago en el que lo que se debía se mantiene a precio constante a pagar más adelante mientras que las nuevas compras se abonan en lapsos de 10 a 15 días, cuando antes era a 30 o 45 días.
“Si al proveedor le debo el equivalente a, por ejemplo, 10 kilos de salmón cuando empiece a haber un poco de actividad directamente le pago el valor de 10 kilos de ese momento. Esa es la forma que implementamos para poder seguir operando”, agregó.
Fuentes del rubro gastronómico indicaron otro problema dentro de su ecuación. Es que a la falta de actividad ahora se le suma el temor a lo que puede llegar a suceder. “A la gente afectada por la crisis se le sumó los que por temor, aunque tengan, no quieren gastar. Incluso el público ABC1”, agregó un empresario gastronómico que remarcó en varias oportunidades que ni siquiera la devaluación del 2018 y 2019 impactó en su negocio debido al nivel adquisitivo de su público.
Pero Rodríguez no es el único empresario gastronómico que busca cómo llevar adelante la cuarentena y el día después. “Taki Ongoy cerró sus puertas el lunes 9 de marzo, unos días antes de que el Gobierno decretara la cuarentena, porque nos pareció demencial exponer a nuestros empleados al contacto diario con más de cien personas, en su mayoría turistas extranjeros. Priorizamos la salud antes que el negocio”, contó Rodrigo Herrero, dueño del restaurante nikkei,
“El modelo de negocio, necesariamente, va a cambiar. Taki Ongoy solo atendía de noche y sin delivery; hoy estamos analizando abrir también al mediodía y hacer entregas a domicilio. Las perspectivas a futuro no son las mejores. Un restaurante del segmento premium, como Taki, tiene márgenes de ganancias muy bajos, imposibles de obtener reduciendo en un 70% la capacidad del local; como especulamos va a ocurrir una vez que se levante la cuarentena”, agregó.
“Nosotros abrimos en abril del año pasado, financieramente, nos tomó hasta febrero de este año alcanzar el punto de equilibrio y en marzo cerramos por la pandemia. Gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno nacional en relación al pago de cargas sociales y la ayuda en el pago de haberes, este mes pudimos pagar la totalidad de los sueldos; pero hay gastos fijos, como el alquiler y los servicios que hay que seguir pagando aún con el local cerrado”, enumeró Herrero.
Tal y como Rodríguez, contó cómo sería un plan para poder llevar adelante de forma más rápida la reactivación del sector. “Consideramos que una gran medida al salir de la cuarentena sería que el Gobierno Nacional instrumente las herramientas necesarias para que podamos acceder más fácilmente a los productores de las economías regionales. Te doy un ejemplo, En Tierra del Fuego se producen langostinos, salmones salvajes y una serie de productos premium a los que no tenemos acceso porque no tienen habilitación para salir de la isla. De esta forma no solo podríamos obtener mejores precios y productos, sino que también colaboraríamos con el desarrollo de las economías regionales”, dijo.
“Sartre decía que somos lo que hicimos con lo que hicieron de nosotros; habrá que esperar y ver, entonces, que logramos hacer con nosotros luego de lo que nos está haciendo la pandemia. Vale para la gastronomía, pero también para la sociedad”, concluyó.
¿Cuál es la salida entonces para empresas y pymes? “Las pymes después de la cuarentena va a ser un proceso muy lento de recuperación. Esta reactivación tiene que estar acompañada de un financiamiento. Es clave eso. Las pymes se encuentran acorraladas porque en el banco con los cheques rechazados, con el descubierto que tienen no le dan créditos”, afirmó Daniel Rosato, titular de la Asociación de Industriales Pyme Argentinos (IPA). Desde la organización le llevaron una propuesta al presidente, Alberto Fernández, para que el Estado salga de respaldo ante los bancos para que las pymes puedan financiase.
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“La última semana de abril se van a duplicar los cheques rechazados, porque todos lo hicieron 30-60 días por la cuarentena. El Gobierno está haciendo todo lo posible, pero la letra chica dice que el 40% del salario van a compensar, el 60% no. Empiezan a jugar un montón de factores que en realidad la mayoría de las pyme van a ver el problema en mayo. Donde no va a haber facturación es de abril a mayo”, agregó.Rosato coincidió con el diagnostico de temor a gastar dinero por el desconocimiento a lo que se viene. “La gente guarda el dinero para comprar alimentos, no para cambiar el coche, la heladera, muebles. Una parte de la población tiene para comprar alimento. Se vienen cayendo algunos sectores de alimento que no son esenciales, por ejemplo los productores de snacks”, concluyó.
Los trabajadores de la economía informal son otro de los puntos neurálgicos de lo que vendrá después. Se trata de uno de los sectores en los que el Gobierno destinó más recursos en el medio de la emergencia por la pandemia, pero distan de alcanzar. Por eso, en la Ciudad, a legisladora porteña del Frente de Todos, Cecilia Segura, junto a otros legisladores, presentó un proyecto de Ley para declarar al sistema de reciclaje.
La propuesta busca garantizar un servicio mínimo de recolección de residuos reciclables y contempla otorgar a los recicladores urbanos un subsidio. La iniciativa es acompañada por los principales damnificados del sector.
“No mantener una mínima recolección diferenciada, generó que durante los más de 30 días del aislamiento social obligatorio no se reciclara en la ciudad, aumentando considerablemente el caudal de residuos destinados al CEAMSE y retrocediendo en avances que ya habíamos logrado en materia ambiental en nuestra Ciudad”, remarcó Segura.