La democracia estadounidense, la más vieja del continente americano, celebra este martes unas nuevas elecciones presidenciales en los 50 estados y en su distrito federal, en una disputa que tiene a la candidata demócrata Kamala Harris de un lado y al ex presidente republicano Donald Trump del otro. Dos modelos muy diferentes y marcados para el pueblo norteamericano, pero que no prometen grandes cambios a la hora de la política internacional tanto para la Argentina como para otros países.
Cabe recordar que Harris es la actual vicepresidenta del mandatario Joe Biden, quien se bajó de la disputa electoral meses atrás y luego de que las críticas alrededor de su estado de salud mental lo dejaran virtualmente fuera de la disputa. La mujer llegó a la contienda y mejoró las predicciones para el Partido Demócrata, aunque el resultado final sigue siendo una incógnita.
Según el sitio FiveThirtyEight, que realiza un promedio de todas las encuestas, para este 5 de noviembre Harris le sacaría 1,2 puntos al megamagnate candidato republicano. Esto le daría a la mujer un 48, mientras que Trump obtendría un 46,8. A su vez, la cadena NBC auspició un empate en 49 puntos.
Tal como la democracia de ese país lo permite, allí ya votaron anticipadamente más 79,2 millones de electores. Además, a diferencia de las elecciones en la Argentina, en el sistema estadounidense se eligen delegados que luego dirimen quién será el presidente. De acuerdo a un Colegio Electoral de 538 miembros, los cálculos indican que quien logre 270 delegados será el nuevo presidente o presidenta.
¿Qué le espera a la Argentina?
El actual embajador estadounidense en la Argentina, Marc Stanley, emitió hoy en sus redes sociales un video con un mensaje para el pueblo argentino de cara a la votación en su país. "Mi mensaje para ustedes es este: independientemente del resultado de estas elecciones en Estados Unidos, no habrá ningún cambio", prometió.
Tras eso, explicó que la cooperación entre ambos países continuará y hasta se animó a decir que "la relación entre Estados Unidos y Argentina prosperará como lo ha hecho durante los últimos 202 años". "La lección más grande que he aprendido como embajador de los Estados Unidos en Argentina durante casi tres años, es que la relación entre los 47 millones de argentinos y los 346 millones de estadounidenses es más fuerte que nunca", soltó después.
Para finalizar, señaló el orgullo que tiene por todos los "republicanos y demócratas" que viajaron "a la Argentina en los últimos tres años para fortalecer esta relación", lo que significa una demostración "del verdadero apoyo bipartidista a esta relación".