02 Octubre de 2019 13:43
La elección en la provincia de Mendoza tiene su efecto disparador inmediato no sólo en la Casa Rosada, sino también en el seno de la Unión Cívica Radical (UCR) y su futuro rol dentro del “Cambiemos sin Mauricio Macri”, de no lograr su reelección claro está. Es que el gobernador actual y saliente Alfredo Cornejo ya se postula no sólo para seguir en la conducción del radicalismo, sino también para comandar el bloque parlamentario del ahora oficialismo a partir del 10 diciembre.
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Enfrentando desde hace varios meses con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y con el titular del interbloque de Cambiemos en la Cámara de Diputados, Mario Negri; Cornejo apunta a recuperar más terreno dentro no sólo de la UCR, sino también en lo que será el espacio después del 10 de diciembre. Él no es el único que se encuentra en ese camino. El hombre fuerte del radicalismo porteño y candidato a diputado nacional por ese distrito, Emiliano Yacobitti, es otro de los más fortalecidos dentro del centenario partido. Justamente desde la Ciudad se planteó el primer escenario de estar dentro de Cambiemos.
“Yo auspicio la unidad de esta coalición. Aunque gane Macri, tenemos que alzar la voz para que haya un liderazgo más horizontal en Cambiemos. En caso de una derrota, la Argentina necesitará una fuerza de alternancia que sea competitiva. Por eso allí deberán estar Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Martín Lousteau”, sostuvo Cornejo en una entrevista que le dio al diario La Nación.
No por nada, el propio jefe de Gobierno envió a su ministro de Gobierno y armador territorial, Bruno Screnci Silva, junto con el secretario General, Fernando Straface, el día de las elecciones a Mendoza para que mantengan un encuentro con el gobernador Alfredo Cornejo. La visita fue en el mayor de los hermetismos.
“Hay que entender que el acuerdo de ahora entre la UCR y el PRO es con Rodríguez Larreta y no con Macri o Marcos Peña”, le dijo a BigBang uno de los conocedores de las negociaciones. Es que el sector radical que tendrá Cornejo y a Lousteau como máximas figuras busca cambiar, y retirar, la fórmula Negri-Peña en lo que vendrá a partir del 10 de diciembre, de resultar electo presidente Alberto Fernández.
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Algo similar sucede con la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, que durante los cuatro años de su gestión mantuvo aliado al radicalismo gracias al rol de su vicejefe, Daniel Salvador. “La clave va a estar ahora en dotar del mayor músculo posible al post Macri”, explican en el radicalismo como en el PRO.Las tensiones en el panorama
Una de las cuestiones que todavía no está en la agenda -y que puede llegar a ser el único punto de tensiones- es la intención del alcalde porteño de que el PRO de cara 2023 comience a construir candidatos propios, algo que el macrismo, a la vista de los resultados y a los ojos de Rodríguez Larreta, no consiguió durante estos cuatro años. La tarea recaería en el actual ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli.Para llevar a cabo esa idea, Rodríguez Larreta buscará quedarse con la presidencia del PRO, a la cual no podrá acceder el vicepresidente primero de la Legislatura, Francisco Quintana, que al ser postulado (y con número puesto para conseguirlo) como miembro del Consejo de la Magistratura porteño legalmente se ve inhabilitado para hacer política partidaria.