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Ego, círculo rojo y no demonizar a Cristina: los 7 secretos del gurú político de Macri

En su libro "La Política en el Siglo XXI", que editó Debate y acaba de presentarse, el asesor desnuda los secretos que llevaron al Presidente a obtener la victoria en 2015. Su recomendación sobre la corrupción "K".

30 Mayo de 2017 13:00

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El discurso presidencial tras llegar a la Casa Rosada

"Cuando Mauricio Macri ganó, el electorado que lo votó le pedía que denunciara en una cadena nacional de radio y televisión las irregularidades del gobierno de Cristina Kirchner. Esta acción hubiese sido negativa porque la gente está cansada de las peleas de los políticos. Se lo vincularía a Macri con incapacidad para gestionar. Si arremetía contra los "K" iba a perder credibilidad porque la gente lo iba a vincular a la vieja política. Además hubiese hecho lo que le convenía a Cristina, que es victimizarse y decir que la persiguen".

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Los votantes no son de nadie

"Los votantes no son de nadie. Cuando se van los dirigentes, no se llevan a sus votantes, sino que sucede lo contrario: los dirigentes se van detrás de los votantes. Jaime cuenta que un candidato en 2015, estaba preocupado porque lo estaban abandonando sus intendentes y creía que los votantes podían irse con ellos. Tampoco hay que confiar en que los electores tienen patrones de comportamiento inmutables".

Ese fue el error, según Barba, de Hillary Clinton que la llevó a la derrota: creer que los Estados de Wisconsin, Michigan y Pensilvania, eran propiedad de los demócratas.

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La gente se aburrió de las peleas de los políticos

"Los electores se aburrieron con las peleas personales de los líderes políticos. La gente está cansada de la corrupción y quiere una agenda que privilegie sus problemas y sueños. Lo que la gente quiere es que el presidente se ocupe de solucionar sus problemas, no oculte intereses o vanidades. Sus inquietudes son el desempleo, la inseguridad, la pobreza y la falta de agua, entre otros".

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El ego de los políticos

"Muchos políticos creen que el mundo comienza y termina con el culto a su personalidad. Conciben la actividad política como un enfrentamiento entre ellos, que son el bien, y sus adversarios, el mal. Cuando un político supera su egoísmo da un paso hacia el éxito. Ya no son los ciudadanos comunes los que giran en torno a los líderes, sino que ahora son los líderes quienes giran en torno a las necesidades de la gente, que en definitiva son los que eligen".

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El círculo rojo

Se refiere a una élite que se cree iluminada por estar cerca del poder. Sus integrantes no han descubierto la ignorancia, se atacan, se devora, se alaban, se citan mutuamente, y se reproducen en una realidad artificial. Lo integran, en general, ex presidentes, ministros, gobernadores, intendentes, empresarios y personas de todos los sectores o ideologías.

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La ilusión de la confianza

"Algunos candidatos conservan un modelo arcaico de liderazgo, viven de la confianza y creen que lo saben todo. En muchos casos suponen que la gente común es ignorante y que necesita seguir a líderes infalibles. Las personas de hoy no buscan ídolos a los que venerar, sino dirigentes que le sirvan. Algunos periodistas tienen una visión autoritaria de la política y suelen alimentar mitos cuando hablan con los mandatarios".

 

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Nuevas campañas electorales

"Cuando se analiza el éxito de una campaña electoral, nunca se toma en cuanto los errores que en ella se cometieron sino que se enumeran los actos o dichos que provocaron la victoria. Incluso, existen aciertos en las campañas perdedoras. Los principales actores de los procesos electorales son seres humanos comunes y corrientes que sueñan, viven, tienen hambre, pasean a su perro, se enojan y sobre todo traten de divertirse".

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