Lázaro Báez pasó de ser un cajero del Banco Santa Cruz a convertirse en "el Benetton argentino". El empresario vinculado a la gestión K pudo expandirse al calor del kirchnerismo por más de 427.000 hectáreas sólo en la provincia sureña, mientras que las adquiridas por el multimillonario italiano alcanzan las 900.000 en toda la Patagonia.
Los operativos en Santa Cruz comenzaron ayer a las 15 horas, pero podrían durar "varias semanas".
Lázaro se convirtió en el segundo terrateniente más importante del país y esa es una de las razones por las que, según el juez federal Sebastián Casanello, los operativos contra las propiedades de la familia Báez podrían demorar "varias semanas". Así, al menos, se lo aseguró a La Nación: "La cantidad de bienes es grande y las distancias entre diferentes puntos de Santa Cruz también lo son".
El fiscal federal Guillermo Marijuán es asistido por varias fuerzas de seguridad.
Por su parte, Guillermo Marijuán, se sorprendió al aterrizar ayer a las 10.40 en Santa Cruz. El fiscal federal llegaba con la idea de allanar 48 propiedades de Lázaro, Martín u otros integrantes de la familia Báez, pero con el correr de las horas debió sumar a la lista 16 inmuebles más.
Lázaro Báez, entre su familia y sus empresas, cuenta con 900 autos. Varios de alta gama.
El equipo de trabajo, en el que también participan la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), deberá prestar especial atención, según el juez Sebastián Casanello, a los campos de La Julia y Cruz Aike.
En los operativos, que comenzaron a las 15, por ahora sólo se secuestraron varios autos.
Es que el "valijero" arrepentido Leonardo Fariña, cuando declaró el viernes 8 de abril por doce horas, avisó que allí podría estar gran parte del dinero escondido proveniente de la obra pública. Según una auditoría interna de la Dirección Nacional de Vialidad, el Grupo Báez recibió más de $ 16.000 millones durante el kirchnerismo.
De encontrarlo culpable, Lázaro Báez debería devolver hasta US$ 51 millones.
Por lo pronto, la Justicia comenzó ayer a secuestrar decenas de autos pertenecientes a la familia o las empresas de Báez para "recuperar activos". El empresario kirchnerista está preso desde el miércoles 6 de abril por el presunto delito de lavado de US$ 5,1 millones en la cueva financiera conocida como "La Rosadita".
El objetivo de los allanamientos es, entre otros, tasar los inmuebles para que en el caso de encontrarlo culpable el Estado recupere, como lo establece el artículo 303 del Código Penal "de dos a diez veces" el monto del delito imputado, es decir, hasta US$ 51 millones sólo por esta causa entre las varias de la "Ruta del dinero K".