por Agustin Gulman
05 Marzo de 2018 11:15
La presentación provocó polémica y despertó un debate que en la oposición no demoraron en tildar de xenófobo. Cambiemos presentó un proyecto de ley que establece la reciprocidad con todos los países en materia de salud, que implica el cobro de un arancel a los gobiernos en los casos de extranjeros no residentes que se atienden en hospitales públicos. Sin embargo, expertos en políticas sanitarias advierten que se trata de cifras muy bajas y señalan que el tema no es central en la política sanitaria de la Argentina.
El proyecto ingresó esta semana al Congreso y fue presentado por el diputado por Cambiemos Luis Petri. El legislador rechazó que se trate de un “tema menor”, debido a que tiene “impacto presupuestario”. “Reclamamos reciprocidad, que el Estado del país de origen de esa persona asuma una posición responsable, que otorgue igualdad de derechos en ese país y establezca convenios de compensación”, sostuvo a BigBang.
Cambiemos presentó el proyecto esta semana en el Congreso de la Nación.
El caso quedó en el centro del debate la semana pasada, luego de que Jujuy exigiera a Bolivia un convenio de reciprocidad. En la provincia hablaron de un cobro de U$D 30 hasta que se establezca el acuerdo. Según detallaron, entre un 7 y un 10 por ciento de los pacientes que atienden en Jujuy son extranjeros no residentes en Argentina.
El proyecto no incluye a quienes cuentan con residencia en la Argentina. Sin embargo, según los datos recabados por BigBang, se trata de un aspecto menor en el sistema de salud pública del país. En Jujuy, de acuerdo a cifras oficiales, en 2016 hubo 47.147 egresos hospitalarios, de los cuales apenas 132 fueron extranjeros no residentes. Es decir, apenas el 0,3 por ciento.
Para el médico sanitarista y ex ministro de Salud, Ginés González García, es correcto que haya reciprocidad, aunque cuestionó el modo en el que se planteó: “No se impone, se debe conversar. La actitud fue de prepotencia”. En diálogo con BigBang, aseguró que el debate “no tiene prioridad en el sistema de salud, que tiene problemas tremendos”.
Para el ex ministro de Salud, el proyecto es xenófobo y no debe ser prioritario.
“Nación ha abandonado proyectos, se disminuyeron los presupuestos, cayó el porcentual de la salud en el Presupuesto Nacional”, cuestionó González García.
En otras ciudades se repite la baja incidencia de extranjeros en el sistema de salud pública. En la Capital Federal, de acuerdo a datos de 2012, las internaciones de extranjeros no residentes representaron un 0,1 por ciento de las totales (72); mientras que en el Gran Buenos Aires, según datos de 2015 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicados por el sitio web Chequeado, sólo un 4 por ciento de los pacientes de hospitales públicos o Centros de Atención Primaria (CAP) fueron extranjeros sudamericanos.
Según Petri, en las provincias que limitan con otros países las cifras son más elevadas, debido a las dificultades que presentan los sistemas de salud de los países vecinos, ya sea por el costo o por la calidad. El diputado señaló que las cifras no son equiparables en provincias como Formosa, Misiones o Jujuy que con La Pampa. En este sentido, tampoco existen indicadores nacionales que determinen la incidencia de los extranjeros no residentes en la salud pública.
El proyecto ingresó a Diputados y lo presentó Luis Petri, del oficialismo.
Sin ir más lejos, no existen datos oficiales que grafiquen cuál es el impacto de los no residentes en la salud pública. No los tiene ni el Ministerio de Salud de la Nación ni el de Relaciones Exteriores. “La recopilación de datos se complejiza porque el sistema de salud es provincial y la frecuencia de tratamientos en hospitales públicos por extranjeros no residentes depende de la cercanía con países limítrofes”, sostuvo Petri.
De todos modos el diputado oficialista señaló que más allá de los porcentajes lo que se busca con el proyecto es garantizar que los argentinos puedan atenderse en hospitales públicos sin que se les cobre. “Si atendemos extranjeros no residentes de manera gratuita lo justo es que los argentinos sean atendidos de la misma manera”.
El proyecto provocó un amplio rechazo en sectores opositores que acusaron al Gobierno de xenofobia. Petri rechazó las acusaciones y señaló que “la Patria Grande no es sólo que la Argentina habrá sus puertas”, sino que “supone que también los argentinos tengan en el mundo los mismos derechos”.
En 2012, menos del 0,1 % de las atenciones médicas en Capital fueron extranjeros no residentes.
Los puntos principales del proyecto
Quienes sean “residentes permanentes” mantienen su derecho a la asistencia médica gratuita.
A las personas que ingresan al país “con carácter temporario, transitorio o precario”, se establece el acceso a los servicios de educación universitaria y salud en forma gratuita en tanto exista reciprocidad. Es decir, siempre que los argentinos gocen de los mismos derechos en esos países.
En caso de no existir reciprocidad ni compensación entre el país de origen de la persona que goza del servicio y la Argentina, el Estado estará facultado a exigirle a ese país una compensación por los servicios prestados.
Sólo en el supuesto en que no exista reciprocidad de trato, ni exista convenio de compensación entre la Argentina y el Estado del cual proviene el residente transitorio, temporal o precario, se faculta al Poder Ejecutivo a establecer “tasas retributivas” o “aranceles” para afrontar el costo de los servicios de salud y educación.
“Este debate tiene que ver con diluir otros temas, como la situación económica. Están generando una xenofobia muy grande. Casi todas las provincias tienen leyes de recuperación de costo (cobro a obras sociales, prepagas o PAMI, según corresponda). Jujuy no tiene ni siquiera eso; no le cobra ni a los argentinos”, cuestionó el ex ministro González García.
